Un nuevo Cyrano

Los que recuerdan la historia sabrán que Cyrano tiene un complejo por su nariz gigantesca. Por ello no siente que puede declararle su amor a Roxanne. A pesar de su, llamémosla deformidad, es poeta, músico y espadachín sin par. Es, además, un ingenio y hay que ver su capacidad para combatir verbalmente a los críticos de su nariz.

Cartel de Cyrano, dirigida por Joe Wright y protagonizada por Peter Dinklage.
En esta versión musical de la obra desarrollada por Erica Schmidt, quien escribió el guion, la malformación de Cyrano (Peter Dinklage) no es su nariz sino su estatura. Al comienzo del filme, conocemos a Roxanne (Haley Bennett) en el teatro. Está acompañada del Duque De Guiche (Ben Mendelsohn), quien está enamorado de ella y pretende que se case con él. Ella, por el contrario, acaba de ver a Christian de Neuvillette (Kelvin Harrison Jr.), un soldado recién reclutado. Él también la ve, y se enamoran. Cyrano está impaciente, no por el sentir de la mujer que ama con todas sus fuerzas, sino por la falta de talento del actor en el escenario, y procede a insultarlo con una serie de dichos graciosos, hasta que lo hace correr al amenazarlo con su espada. Un hombre que está viendo la obra teatral lo insulta por ser un enano y, durante el duelo, Cyrano aprovecha para ridiculizarlo verbalmente, antes de atravesarlo con su espada.
Se va estableciendo un imaginario romántico que no se veía desde hace bastante en la pantalla que alcanza un primer pico cuando Roxanne pide verlo y le declara que está enamorada de Christian. El amor no correspondido porque está sepultado en las emociones de un personaje que se siente distinto a los demás es, sin embargo, muy del momento y la música de la cinta ayuda a enfatizar el sentido de impotencia de Cyrano. El drama de Rostand se tradujo de alejandrinos a verso libre, pero el traductor mantuvo un tono y un ritmo que no disminuyen la belleza de los parlamentos, y que conservan su efecto literario y dramático en las canciones.
Resulta que Christian no posee la expresividad poética de Cyrano, y este le escribe cartas a Roxanne en su nombre, pero cuando ella lo conoce se desencanta pues es evidente que no tiene la soltura para decirle cosas hermosas como las que emergían de las cartas. Luego de un faux pas que hace que la joven se vaya de donde compartía con el soldado, Cyrano lo acompaña a la ventana de Roxanne y, escondido en los arbustos, le va diciendo al soldado lo que debe de decir.
El resto del filme cubre el mismo terreno que la obra original de Rostand y nos captura por la música y las actuaciones de Dinklage y Haley Bennett. La cinematografía de Seamus McGarvey le da al filme una variedad de colores que uno reconoce o asocia con la época. Los momentos en los que se hace evidente que este ha de ser un amor imposible, las sombras y los claroscuros nos hacen recordar la literatura romántica del siglo XVIII y XIX. Algunas composiciones del campo y las batallas parecen referencias a Delacroix. Dinklage es un actor de gran carisma y su encanto se percibe en los personajes que interpreta. Esto sin tratar de explotar su acondroplasia para hacerse motivo de lástima o conmiseración. Sugiero que alguien escriba una nueva versión del Moulin Rouge de José Ferrer y que Dinklage represente a Toulouse Lautrec. Pero por favor, que mantengan Baz Luhrmann bien alejado del proyecto.
No sé qué decirles de dónde se puede ver la película, pero cuando anuncien que estará “streaming” véanla.