Universidad en la prisión: Recinto 292
NOTA INTRODUCTORIA:
Raúl Reyes Chalas, Juan Negrón y otros 23 hombres conviven en el Anexo 292 del Complejo Correccional de Bayamón con más de 200 otros cumpliendo largas sentencias, muchas de más de 50 años. Algunos han pasado la mayoría de sus vidas tras rejas desde temprana edad. La mayoría ocupa su tiempo “libre” en la “cancha” y sobre todo viendo tv. Desde 2014, esos 25 optaron por ocuparse en otra actividad: aprovechar una oportunidad que se les presentó de estudiar para obtener un bachillerato.
Esa oportunidad es lo que ofrece el Proyecto piloto de educación universitaria en la cárcel desde entonces a través de un acuerdo entre la UPR (Río Piedras) y el Departamento de Corrección y Rehabilitación a confinados y confinadas de varias instituciones penales. Los involucrados, profesores, administradores, profesionales de ayuda, oficiales de custodia, y familiares han sido testigos del impacto del proceso y las transformaciones en estos estudiantes. Sobre todo, en sus capacidades para articular tanto oral como por escrito ideas, sentimientos, proyecciones y el sentido o propósito de sus vidas. Han participado en certámenes literarios, obteniendo premios y reconocimiento, han participado activamente en Jornadas sobre el tema de la educación universitaria en la cárcel y se han expresado con elocuencia en ceremonias que se realizan al finalizar los semestres.
En esta ocasión, Raúl escribió esta pieza al cierre de un curso de Desarrollo Humano EDCO 3002. Lo leyó Juan como un comunicado de prensa para sorpresa de la profesora, de los compañeros estudiantes y del oficial de custodia que los acompaña cada día de clase. Ellos y nosotros queremos compartir lo que allí se dijo el 30 de enero 2017.
–por Evelyn Rivera Torres
«Los Atrevidos» operaban puntos de educación universitaria en la cárcel de máxima seguridad 292 y en la cárcel de mujeres, ambas en Bayamón. El presunto líder de la organización lo es el notario historiador Fernando Picó quien junto a su lugar-teniente Juan Miranda, introducía al penal literatura clásica, tragedias griegas y hasta una historia de Puerto Rico contraria a la promovida por el establishment, y que luego cobraba por medio de ensayos. También fueron arrestados otros profesores como Ramón Rosario a quién en el momento del arresto se encontraba en su residencia en la cual se ocupó parafernalia y un laboratorio para procesar sustancias epistemológicas. La profesora Edna Benítez introdujo a los penales palabras endecadas en bolsitas de color esperanza con el propósito de que los confinados y las confinadas escribieran párrafos bajo estrictas medidas de coherencia y dinamismo y fuertes amenazas ortográficas.
En el estacionamiento de la UPR, Recinto de Río Piedras, fueron arrestados los profesores Evelyn Rivera y Waldemiro Vélez mientras transportaban en un vehículo diez kilos de sociología de alta calidad y que podrían tener un valor de despertar conciencia social de proporciones incalculables. Los profesores Craig Graham, Mildred Lockwood y Mayra Cortés fueron acusados por destruir la paz institucional cuando introdujeron a la cárcel música de jazz y magazines cargados de palabras en diccionarios inglés-español. A la profesora Wanda Ramos se le acusa de suministrarle a los confinados y confinadas grandes dosis de poesía y crónicas urbanas adulteradas con figuras retóricas con el propósito de estimular encefálicamente los sentimientos.
Aún continúan prófugos los profesores Jorge Graterole y Gazir Sued acusados de ley Sócrates en primer grado. También, la estudiante Estefanía Pizzi alias “Fania la oruga”, por el delito de introducir flores en una guitarra a la cárcel de mujeres, y las profesoras Agnes Bosch y Europa Piñero, acusadas de planear la logística de las operaciones de los puntos educativos dentro de las instituciones penales antes mencionadas. El Agente Ignorante Especial a cargo (STAC por sus siglas en Inglés), Jack Aston, informó que el operativo responde al reclamo de varios sectores que se oponen a la educación universitaria en las instituciones penales del país.
Última hora: Nos ha llegado información de que varios oficiales correccionales están envueltos en este operativo. Acaba de ser arrestado el cabecilla, el oficial Javier Luna, alias «Mr. Moon», a quien los confinados llaman el chófer de la guagua.