El ICP para el siglo 21
Ante la vulnerabilidad de esta noble institución, sorpresivamente la comunidad cultural se enfrenta a personas con acceso envidiable a la Fortaleza, portavoces de la propuesta de la Secretaría o Ministerio de la Cultura, que tanto combatió don Ricardo Alegría dado el problema de la indefinición de las relaciones políticas entre PR y EE.UU. La secretaría o ministerio de la cultura no apareció como compromiso programático del partido de gobierno ni fue discutida ante la opinión pública. Ello resulta ser una intervención política de nueva cuña, mayor y peor que todas las anteriores, absolutamente extraña y ajena al partido de gobierno y a la comunidad cultural.
Por otro lado, el pasado año se radicaron los lineamientos generales de una propuesta que sí apareció en el programa de gobierno del PPD. A principios de este año, se formalizó y se entregó a Fortaleza la Nueva Política Pública para los Organismos Culturales, sus Instituciones Educativas y el Turismo Cultural como eje del desarrollo económico y social. La propuesta está fundamentada en el “Informe sobre las instituciones culturales en Puerto Rico”, investigación del Senado de PR, publicada por el ICP en el 2005, y en el estudio del mismo año ordenado por el Gobernador Aníbal Acevedo Vilá, “Pensar a Puerto Rico desde la Cultura”.
Los puntos medulares son la consolidación de las siete corporaciones educativas y culturales en una sola, con sus ramificaciones subsidiarias correspondientes bajo la dirección del ICP, con una sola junta de directores que supere los desaciertos y las agresiones gubernamentales y con una política cultural coherente y equilibrada para cada organismo, que conservará su autonomía programática y fiscal. La asignación recurrente de los $100 millones que hoy se desaparecen en las corporaciones perdidosas quedará consolidado en el nuevo ICP.
Además, la inversión del Estado para exponencialmente estimular el desarrollo de la industria del turismo cultural, libre de prebendas partidistas, se hará mediante el Fondo para el Quehacer Cultural por medio de un IVU Cultural. Este no es otra cosa que el IVU que hoy se recibe de los espectáculos masivos con fines de lucro, de un monto mínimo de $100 millones como fuente para la generación de empleos y la multiplicación de nuevas empresas culturales y creativas. Además, se garantizará la adopción y subvención de aquellas actividades y escuelas que no generan cuantiosas ganancias y la inversión en restauración y mantenimiento permanente del patrimonio edificado y documental.
El turismo cultural amerita convertir los centros culturales de cada pueblo en el organismo de alianza entre el ICP, el municipio y la organización sin fines de lucro constituida para dirigirlo. Cada uno tendrá su impronta de acuerdo a la idiosincrasia de su pueblo y será un espacio de fomento de la industria del turismo cultural al tiempo que fiscaliza el fiel cumplimiento de la política pública estatal.
Contrario a una secretaría de la cultura, esta nueva figura jurídica es la idónea para el desarrollo económico y social, reducir la burocracia, evitar el control del poder en una sola persona, el dirigismo cultural y la política inescrupulosa. Mediante la unidad de propósitos del sector público con el sector privado y las organizaciones sin fines de lucro, ampliaremos el espectro de posibilidades para que Puerto Rico se inserte en el contexto de los intercambios y diálogos internacionales hasta convertirlo en un destino turístico de clase mundial con identidad cultural propia e integradora de la riqueza del Caribe hispano, inglés y francés.