A Hologram for the King
Clay está deprimido porque además de los problemas económicos que han causado que pierda su casa, al divorciarse su mujer le ha arrebatado lo poco que le quedaba. La película comienza con la posibilidad que vamos a ver una épica de choque cultural, y así parece ser. Desde que se monta en un vuelo rodeado por árabes que están contando cuentas en sus “rosarios” y murmurando oraciones en su lenguaje percibimos que nuestro héroe va camino a encontronazos con costumbres extrañas. No sé por qué el cambio de cultura habría de ser distinto que ir a Japón, con la diferencia que casi todos los hombres saudís visten su «thawb», una túnica que cubre hasta los tobillos y una «ghutra», un pañuelo cuadrado de algodón que se pone en la cabeza y lo sostiene un cordón de diferentes estilos. Las mujeres esconden el pelo en su niqab y también usan una bata llamada abaya. No hay geishas en la calle, con quienes estamos más familiarizados. Clay se entera, con gran asombro, que hay un lugar de ejecuciones públicas y rechaza una invitación de su chófer para presenciar una. Se presumiría que Clay habría estudiado estas cosas antes de hacer el viaje, pero hay que entender que es un gringo de los Estados Unidos y a estos las otras culturas son un desmadre porque no andan todos armados.
Luego nos hacemos conscientes de lo horrible que es el cambio de hora de Boston a Jeddah, una ciudad sobre el mar Rojo en el oeste de la península arábiga en la que el rey piensa construir una ciudad masiva. Esa parte es verídica y se refiere a la muy real (con referencia a la realidad y al rey) Ciudad Económica del Rey Abdullah, nombre superfluo ya que su costo fue de más de 80 billones de dólares. Clay quiere venderle al rey un sistema de comunicación que envía hologramas y por lo tanto tiene que tener reuniones para presentar su proyecto. El cambio de hora le hace llegar tarde a varias reuniones.
Es 2010 y las comunicaciones al borde de la ciudad planificada no son muy buenas de modo que Clay tiene que tratar de hablar con alguien que tenga autoridad para mejorar la situación electrónica de su equipo. Comienzan a decirle que no hay nadie que pueda ayudarlo y descubrimos que es mentira. Otro choque cultural: los árabes son embusteros y traicioneros, sin duda Internet Download Manager (IDM) mucho más que los hombres poderosos y ricos de otros países. En esta búsqueda de quién lo ayude, el chófer Yousef (Alexander Black) se amiga con él y trata de acompañarlo a algunas de sus reuniones pero no se lo permiten. Cómo esto abunda al choque cultural es un misterio, pero el filme hace hincapié en ello como si fuera rutina que los choferes entran al salón de la junta en Boston o Nueva York.
Yousef lleva a Clay a “cazar lobos” en lo que puede que sea la escena más misteriosa de la película, pero que no describiré por temor a revelar algo recóndito. Además de que Clay hace un chiste de trabajar a tiempo parcial con la CIA (si hay alguien que sabe cómo comportarse en el mediano oriente, este es el tipo) y luego tiene que ver cómo salirse del enredo. La cacería no termina en nada y Yousef también. Pero más tarde Clay ve y se enamora de una doctora que lo atiende porque se ha hurgado un quiste que tiene en la espalda con un cuchillo de cortar carne. La doctora (Sarita Choudhury) obra un acto mágico sobre Clay y, eventualmente, los tenemos replicando a James Bond y Domino en “Thunderball” download (1965), o a Ricardo Montalbán y Esther Williams en “On an Island with You” (1948), en los corales del Mar Rojo.
Los personajes entran y salen de la película o desaparecen como el rey y sus funcionarios. No estamos seguros de qué se trata la película al fin y al cabo y a veces Clay es tan tonto que uno no está seguro que pueda completar su misión de negocios. Tom Hanks ha envejecido de forma extraña y parece haber perdido todo su sentido de humor. Además, nos cansamos de verlo sacarse la arena de los zapatos, bañarse y cepillarse los dientes.
Puede que lo único tan profundo como los corales del mar Rojo sea la posibilidad de que Clay es un símbolo. Después de todo la arcilla se hace polvo y Clay ha ido a hacerse polvo (hay otra posibilidad que me reservo) en el desierto. La película tediosa como las dunas lleva ese rumbo también.