Adal Maldonado: jíbaro existentialist (continuación)
Personally, in regards to El Puerto Rican Embassy, I wanted to incorporate inclusiveness. I wanted that to be present in the Manifiesto. And I suggest to Pedro that he incorporate the idea. As it happened, una viejita judía, quien vino a unos eventos de la Embajada nos dice que le gusta el proyecto, el concepto de reafirmar la identidad, pero no puede participar porque es judía. Un día, cuando visitaba a Pedro, lo encuentro bautizando una persona en la bañera. Él había fundado la Santa Iglesia de los Tomates. Tomó un curso por correspondencia para hacerse ministro. Antes de recibir su certificado en Pastoral Ministry tenía que fundar una iglesia. Anyway, ese día me lo encontré bautizando a alguien Me dio gracia y le propuse que bautizara a la señora. Así que la anciana judía fue la primera born-again nuyorican. We began mass baptisms in which people were converted to the Spirit Republic de Puerto Rico. They experienced re-birth, que para mi era la idea de Eddie all along. To be reborn spiritually into the Spirit Republic of Greater Puerto Rico.
Entiendo. O sea, la República ya existe. No existe en realidad pero existe en espíritu. La propuesta de ellos era crear las cosas como concepto primero y pasarlas al mundo de los objetos duros. Eran dioses, magos, ministros portadores del mensaje de que la puertorriqueñidad es para todos y que la República está cerca, porque la espiritual ya existe. Genial.
Ya el proyecto no es una cosa exclusivamente nuyorican. Tenías que aceptar to become nuyorican no importa la raza and you could-can become part of our movement.
Adal recuerda el Viequetón, como un evento significativo de la Embajada.
Antes de que saliera la Marina, llevamos 50 visual artists a Vieques. Íbamos a escuelas, intercambiamos con estudiantes y por la noche protestábamos delante de las bases. Logré que Sila Calderón hiciera una proclama que nombrara a Vieques la isla de los poetas. Con nuestros eventos, we would blur the line between art and politics.
Le pregunto sobre Manuel Ramos Otero.
Siempre me ha atraído gente que está on the edge. El artista tiene que ir al edge. La información que trae por haber estado at the edge provoca que levanten nuestra conciencia.
Otra vez la frontera, porque ese modo de hablar demuestra que esa frontera es un lugar físico real al que se va y del que se regresa con noticias, como los gitanos que llegan a Macondo siempre trayendo inventos, tecnología, saberes.
¿Por qué regresaste a Puerto Rico después de tantos años?
Yo soy bien jíbaro. Siempre he cargado un romanticismo de jíbaro. Siempre he tenido la idea del regreso como en la canción En mi viejo San Juan (“they raise the price of pan // so I fly to Manhattan// y ahora sigue subiendo”, canta en la tonada que todos conocemos). Quería regresar to the roots y quería crear una obra basada en mi experiencia de regreso a Puerto Rico. Sin saberlo llegué a buen tiempo porque hay una energía creativa extraordinaria. Hasta los 80 la mayor parte del arte que se producía en Puerto Rico estaba enfocado más que nada en el nacionalismo. Quien no fuera por ahí se quedaba afuera.
Pienso que esa historia la ha estudiado muy bien Nelson Rivera, otro artista que dialoga con las tradiciones de la vanguardia histórica internacional. Adal, por su parte, reflexiona en voz alta sobre los cambios que encuentra hoy en el campo cultural local.
Últimamente los jóvenes regresan y aunque no encuentran espacios que los inviten, ellos fundan sus propios espacios alternativos. Por la introducción del internet o los medios de comunicación están más globalizados y esto va influyendo la mentalidad del nuevo artista en Puerto Rico y afuera. Con la intención de documentar este nuevo movimiento y honrar la vieja guardia, empiezo la serie de retratos de artistas, coleccionistas, críticos, curadores, art administrators and movement artists.
Lo que ha hecho desde que llegó.
Hice una exposición individual en el MAPR. Hice exhibición en el Museo de Ponce. El Smithsonian Art Museum me compró una obra que estaba exhibiéndose en el Museo de Ponce. Esta serie de retratos está negociándose para exposición y libro. Estoy hablando con ciertas personas para montar mi obra de teatro que se llama La mambópera. Tiene live action on stage, se pasan films, hay interacción entre el film y la actuación.
Me muestra fotos de su grupo terrorista que se llama The Bodega Bombers. Me da con preguntarle si ha tenido problemas con la ley, puesto que ha creado un Estado con pasaporte y diplomáticos y cuando no funda un grupo terrorista… Me responde otra vez desde el performance.
Basado en esa idea y durante una de las presentaciones que hicimos en Nueva York hablé con una amiga mía y le pedí que me hiciera un subpoena ordenándonos a Pedro y a mí que nos presentáramos frente a la Corte Federal para declarar why we had decided to separate from the body politics y become out of focus nuyoricans. Estábamos haciendo un bautizo grupal y le llevaron la subpoena en medio de una función. Y Pedro se le caga en la madre al que le trajo la citación y le pega fuego al papel y la gente le grita que es ilegal quemarla, “Mira nene apaga eso”. Yo tenía la lata de Bustelo Coffee llena de agua que él usaba para bautizar y le agarro la subpoena quemada y la meto en la lata de agua de bautizo porque se había quemado como la mitad. Y ahora ese papel medio quemado viaja como parte de la instalación Blue Prints for a Nation.
En cuanto a los Bodega Bombers, en una ocasión durante una de mis lecturas me preguntaron si la idea de la Embajada era crear una Utopía. Esa pregunta me puso a pensar. Y le respondí que cuando más de una persona se reúnen en un espacio siempre va a haber diferencias de opinión y conflictos. Por eso no creo en utopías. El propósito del viaje a este mundo es para aprender a considerar y respetar las diferencias entre la gente. Y crecer como resultado. Por esa razón me di cuenta de que el Spirit Republic necesitaba sus anarquistas, terroristas. Entonces inventé Los Bodega Bombers que se pasan explotando cosas en mi mundo imaginario. Me imagino que por eso también tuvieron que expulsar a Lucifer y sus compañeros del cielo.
Reflexiona sobre el pasaporte.
Another instance where we blur the line between art and politics es con el pasaporte. Pedro y Ricardo León Peñavilla, un colombiano poeta que murió recientemente y fue maestro embajador de la palabra sin frontera, pudo entrar usando el pasaporte en Curazao, Venezuela y Colombia. El Rev. Pedro entró en Paris, Italia y Cuba.