Barrio Portugués, Ponce
Portugués, antesala rural entre la ciudad y los montes. Su historia es la de los orígenes de Ponce y de cómo un paso de río frente a una emblemática Ceiba evolucionó en un pujante poblado. También nos evoca antiguos hatos e ingenios, destierra los poco conocidos legados de nuestros emigrantes portugueses, y de unos famosos baños termales, hoy destruidos ante el paso del progreso.
Historia
Ponce cuenta con dos barrios colindantes de nombre Portugués. Ambos tienen el mismo origen, ya que el Barrio Portugués Urbano surge de la integración de parte del Barrio Portugués rural a la zona metropolitana de Ponce. Estos ajustes son frecuentes y usualmente se registran en los censos decenales. Nos enfocaremos en el Barrio Portugués rural, aunque las historias de ambos barrios están irremediablemente vinculadas.
El Río Portugués fue durante el Siglo 17 la frontera oriental de un asentamiento en desarrollo que cubría hasta la Bahía de Guayanilla y que con el tiempo se conoció como Ponce. Para entonces, era un área de bosques, abundante en maderas preciosas y de ganado salvaje. Sus primeros habitantes se dedicaron a la ganadería, la agricultura y el contrabando. Según Fray Iñigo Abbad y Lasierra (1776) en sus faldas se cultivaba caña, algodón, tabaco, legumbres, melones y sandías. También se cebaba ganado, según él de calidad inferior por la falta de pastos. Ya para entonces, la principal cosecha de Ponce era el café, que pasaba totalmente a los “extranjeros” mediante el contrabando.
En 1824, Portugués aparece en la lista de los barrios de Ponce de Pedro Tomás de Córdova, a quien le debemos la primera enumeración conocida de los 497 barrios de los pueblos existentes para entonces. Sin embargo, en las diversas listas de barrios en las Actas del Cabildo de Ponce (1812-1820) no consta Barrio Portugués hasta septiembre de 1821, cuando se le menciona en un asunto relacionado a disponibilidad de caminos. De hecho, en 1827 se informa de la apertura de caminos hacia los barrios Portugués y Tibes, en la ruta hacía Adjuntas.
Anterior a esto, las Actas del Cabildo mencionan varias veces un barrio de nombre “entre los ríos”, posiblemente el Río Chiquito y el actual Río Portugués. Es posible que este barrio sea el predecesor del Barrio Portugués, particularmente cuando persiste un sector en el barrio Portugués llamado “Dos Ríos”. En 1822, Portugués ya aparece como uno de los barrios de Ponce en las actas del Cabildo que reseñan la selección de los encargados de supervisar los barrios. Investigaciones recientes sugieren que el barrio Montes Llanos (colindante al norte) fue parte del actual Barrio Portugués hasta mediados del siglo 19.
Para la década de 1840, el Barrio Portugués era vinculado con varios ingenios de caña de azúcar, incluyendo la primera concesión para canales de riego, solicitada por el hacendado Luciano Ortiz de la Renta. Tres décadas más tarde (1878) Manuel Úbeda y Delgado reportó que en Portugués vivían 155 familias en 33 casas y 100 bohíos, siendo así el séptimo barrio menos poblado entre los 22 barrios con que contaba Ponce para aquel entonces.
En el Barrio Portugués se estableció uno de dos baños medicinales ponceños. Uno era las Fuentes de Navarro en el barrio Salud y el otro los Baños de Quintana en el Barrio Portugués. Aparece por primera vez en 1827 y se le atribuye a Don Juan Ramón Quintana. Úbeda (1878) describe Baños de Quintana como baños termales localizados a más de dos kilómetros al Noreste de la ciudad: con un edificio de mampostería con diez baños, provistos con asientos de azulejos y un tinglado como área de descanso.
Según su inscripción en el registro federal de sitios históricos, los baños eran “un ejemplo de la transferencia de prototipos culturales y tecnológicos europeos al Nuevo Mundo”, y su arquitectura “demuestra la ingeniería progresiva de mediados del Siglo XIX combinada con el uso de motivos y materiales tradicionales.” Los Baños fueron destruidos como parte de la canalización del Río Portugués y la construcción de la Carretera #10 hacia Adjuntas. Sin embargo, no está claro si su fuente -el manantial- aún existe. Der hacerlo, estarían al margen oriental de la carretera #503 en el Barrio Portugués.
En 1899, en el primer censo conducido por los estadounidenses, sólo siete barrios de Ponce tenían menos población que el Barrio Portugués (1,050 residentes). Este censo reporta 28 barrios, ya que se combinaron varios barrios menos poblados para dar cierta uniformidad a sus poblaciones. Resulta singular que la lista de barrios incluyera la isla de Caja de Muertos, con 64 habitantes.
Toponimia
Hato de Portugués, con nueve caballerías, aparece en el padrón general de tierras de Ponce de noviembre de 1800. Los hatos eran fincas de gran extensión dedicadas a la ceba de todo tipo de ganado y constituyeron la principal unidad territorial de Puerto Rico hasta el Siglo XIX. Sus nombres frecuentemente se aplicaron a la denominación de los barrios del país. Por tanto, la toponimia de nuestros barrios nos ayuda a localizar estos hatos de antes del Siglo 19.
Sin embargo, el topónimo del Barrio Portugués es aún más antiguo. A fines del Siglo 16, aún antes de que surgiera el poblado de Ponce, Don Pedro Rodríguez de Guzmán estableció a orillas del Río Baramaya un núcleo poblacional y una tienda. Rodríguez de Guzmán, uno de los pobladores originales de lo que hoy es Ponce, parece ser “el portugués” original, pero también se argumenta que lo fue su padre, Don Pedro Martín Rodríguez Valverde. Tampoco hay consenso de si era en realidad portugués, o sangermeño de ancestros portugueses.
La leyenda es como sigue. La tienda de Rodríguez, alias “El Portugués”, se ubicó al margen del Río Baramaya posiblemente en un “paso” o lugar apto para cruzarlo. Algunos historiadores dicen que ese lugar fue justo al lado de la emblemática Ceiba de Ponce. Estos nombre de pasos de ríos figuran entre los topónimos más antiguos en Puerto Rico. Ante la ausencia de puentes, era vital hallar y darle un nombre a los lugares más apropiados para cruzar los ríos, ya sea a pie o a caballo. Aunque no se han documentado en detalle, muchos de los nombres de municipios y barrios en Puerto Rico están vinculados a los muy antiguos pasos de ríos.
Posiblemente con el tiempo, la fama del Paso del Portugués opacó su origen. Especulamos que la gente comenzó a llamar a todo el río con el nombre del paso. Así el Río Baramaya de convirtió en el Río Portugués. Ese posible traslapo de nombres eventualmente determinó también los nombres del hato y el del actual Barrio Portugués.
Hay muy poco escrito sobre la emigración portuguesa en Puerto Rico. Pero a través de su historia, Puerto Rico contó con episodios de fuerte presencia portuguesa. Portugal era un poder marítimo que ostentó por siglos el monopolio sobre la trata de esclavos. Con la anexión de Portugal a España en el Siglo 16, se incentivó la emigración de portugueses a Puerto Rico por ser “amigos de cultivar granjas”. También estuvieron muy relacionados con las órdenes Franciscanas en los primeros siglos de la colonización. Muchos se dedicaron al comercio y a la trata clandestina de esclavos. Para el Siglo 17 se menciona una nutrida colonia portuguesa en el Viejo San Juan, en donde son responsables de la erección de la Capilla de San Antonio en la Catedral, cuyas fiestas eran –para 1640– entre las más festivas de la cuidad capital.
Un año después (1641) y ante el incremento de los movimientos separatistas portugueses en España, el gobernador Fernando de la Riva y Agüero avisa al Virrey de México y a la Corte sobre la animosidad de los soldados y de los frailes portugueses de San Juan. Como gran parte de la guarnición de la capital era portuguesa, el gobernador español comenzó a reclutar “hijos del país” (nativos de Puerto Rico) para toda plaza militar que quedara vacante. Esto se hizo en directa violación a los reglamentos y ordenanzas militares de la época. De otra forma, argumentó el gobernador: “no hubiera habido a quién poner de centinela en las murallas”.
Así era la pobreza y la decadencia de la colonia en la segunda mitad del Siglo 17. Como resultado la deserción de los militares era continua y rampante. Comenta el historiador Salvador Brau que a fines del siglo XVII “los soldados no asistían a las guardias a causa de su desnudez…” y según Don Adolfo de Hostos: “los comandantes incitaban abiertamente a la deserción para distribuirse los haberes de los desaparecidos.”
Es de esperarse que muchos soldados de origen portugués desertaran y se internaran en los casi desiertos campos y montañas del país. Y que allí, desvinculados de los pocos poblados existentes para entonces, constituyeran familias y se dedicaran a la agricultura, a la ceba de ganado y al contrabando, como gran parte de los aproximadamente 50,000 habitantes de Puerto Rico para aquel entonces.
Los lingüistas han documentado que los portugueses dejaron en el habla campesina palabras como hacío, virazón, matojo, fañoso, gago, jiribilla, desinquieto, y mojito entre otras. Muchas de ellas eran palabras de marineros y fueron divulgadas también por los emigrantes de las Islas Canarias. También fueron aparentemente preservadas –y ampliadas por los canarios– varios términos de la industria del azúcar como: emburrar (llenar los carros de caña) bagazo (residuo de la caña después de molida y exprimida) guarapo (jugo de la caña dulce) borra (espuma del guarapo, que hoy se aplica a residuos del café después de colado) y fornalla (fogón), entre otras.
Así mismo, se han documentado muchos apellidos de posible raíz portuguesa o galaicoportuguesa más comunes, enraizados en la población migrante de las Islas Canarias como: Abreu, Acevedo, Almeyda, Arbelo (Albelo y Arvelo), Barreto, Castañeda, Chávez, Coello, Corujo, Estévez, Fagundo, Ferreira, Fragoso, Freyta/Freyte(s), Fumero, Galván, Lemes/Lemus, Mederos, Meneses, Pereira, Ramallo, Silva, Souza, Tavárez, Tejera, Viera (Biera), entre muchos otros.
Por tanto, la historia y los nombres de los barrios nos proveen claves importantes para rescatar no sólo la historia de nuestras comunidades, barrios y municipios, sino la historia de la colonización, las migraciones y el poblamiento de Puerto Rico. En la historia rural puertorriqueña, los topónimos de los barrios constituyen una fuente histórica esencial para desempolvar cimientos omnipresentes nuestro pasado más antiguo.
Demografía
El Barrio Portugués está al norte del área urbana de Ponce y discurre a lo largo del cauce del Río Chiquito. Esto posiblemente determine su forma: larga (norte a sur) y estrecha (este a oeste). Por su parte, el Río Portugués discurre a lo largo del Barrio Tibes inmediatamente al este del Barrio Portugués (donde sita la nueva represa) y sólo entra al Barrio Portugués en su región más sureña. Adjuntas cuenta con un barrio homónimo (con el mismo nombre) en la zona montañosa cerca de donde nace el Río Portugués. Sin embargo, ambos barrios son bastante distantes uno del otro y no aparentan haber sido parte de una misma unidad territorial.
La extensión del Barrio Portugués es de 3.5 millas², lo que equivale al 3 por ciento del territorio del municipio de Ponce. Ocupa la posición número 15 en extensión territorial entre los 31 barrios de Ponce, el municipio con más barrios en Puerto Rico. Según el Censo del 2010, el Barrio Portugués contaba con una población de poco más de 4,132 personas, una pérdida poblacional de 15 por ciento en comparación con el censo del 2000 (4,882 habitantes). Sin embargo, el estimado censal del 2017 registró un leve aumento poblacional (4,244 o 3%). Su densidad poblacional en el 2010 era de 1,180 personas por milla².
Portugués es un barrio de colindancia topográfica, ya que comienza como relativamente llano, y va aumentando progresivamente su altura. Su elevación principal es el Cerro El Gato (252 metros/827 pies de altura) que constituye el 12mo pico de mayor altura en el Municipio de Ponce. Aunque no cuenta con los valiosos yacimientos arqueológicos del colindante barrio Tibes, es posible que de explorarse, se encuentren algunos de alto valor histórico.
Los interesados en la historia del Barrio Portugués también pueden ver una cápsula en video desarrollada para Sistema TV, el Instituto de Cultura Puertorriqueña y la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades, narrada por el historiador Jorge Figueroa en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=1eWc4lhoapw. También distribuido por el Public Broadcasting System (PBS)
Bibliografía Mínima
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Fray Íñigo Abadd y Lasierra (Historia geográfica, civil y natural de la Isla de San Juan Bautista de Puerto Rico, 1979)
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