Camp Gyno: menstruación sin tabúes
En el comercial la protagonista aparece aburrida, “como una perdedora más”, sentada debajo de un árbol en un campamento de verano. Pero la llegada de su primer periodo menstrual lo cambia todo. La joven lo asume con valor y autoridad, deja de ser “una más” y se posiciona como la líder del Camp Gyno, el cual de repente se torna en una especie de boot camp para lidiar con las situaciones que causa la menstruación.
En el vídeo las jóvenes aparecen todo el tiempo interactuando sin intermediación de adultos o “expertos”, guiadas solo por la líder que porta el “emblema rojo del valor”. Sin embargo, el grupo de mujeres abandona a su dirigente al recibir una caja de «Hello Flo», un servicio por suscripción mensual vía Internet que vende una caja con tampones, dulces y otros productos como pantiliners y pads.
Pero más allá del servicio y los productos que se pretenden vender con esta campaña publicitaria, el tratamiento del tema es lo que más se ha comentado, especialmente en Internet donde el vídeo se tornó viral. Este comercial fue coescrito y codirigido por Jamie McCelland y Pete Marquis en una producción de Hayden 5 Media, compañía publicitaria con base en Nueva York.
En un titular del Huffington Post, la escritora Mary Pauline Lowry describió la campaña de Hello Flo como “el mejor anuncio de tampones de la historia del mundo”.
Para Amárilis Pagán Jiménez, escritora y activista de derechos humanos y fundadora del Proyecto Matria, lo maravilloso del vídeo es que habla directamente y sin tapujos sobre el tema de la menstruación y lo enfrenta sin miedos.
“Muchas generaciones de mujeres, aún algunas de mi propia generación, vivieron su primera menstruación desde el terror. Pensaron que se desangraban, que algo malo les pasaba. Sus madres no les advirtieron que eso pasaría, ni en el entorno social se tocaba el tema. No hablar del tema es controlar el cuerpo de las mujeres, su sexualidad y su poder”, opinó Pagán.
La niña que protagoniza el vídeo nos muestra dos tendencias, según Pagán:
“Por un lado, se alegra con su menstruación, pero por otro lado trata de controlar a las otras niñas con su acceso a la información. Curioso ese doble rol que de momento me hizo verla como el equivalente de quienes nos vendían la idea de que la menstruación coloca a las mujeres en una posición de indefensión. Mejor aún es la respuesta de las otras niñas: asumen control de su cuerpo al autogestionarse el producto que se pretende vender”.
Otro dato de interés que encontró Pagán en este comercial es que desliga el tema del uso del tampón del tema de la virginidad.
“Todavía escucho chicas dudando si usar o no tampones por miedo a ‘perder’ su virginidad. Algo totalmente ilógico, pero que ciertamente debe seguir hablándose para que más niñas y mujeres se sientan cómodas consigo mismas. La información y la actitud con la cual se trate el tema, hace un mundo de diferencia en las vidas de las niñas y mujeres”.
Por su parte, María Martínez Diez, profesora de comunicación y especialista en cultura visual, observó que “en principio, el spot es gracioso, pero es más que eso. Es un ejercicio de desmitificación al romper con el tabú asociado a la menstruación y prescindir de eufemismos”.
“Además, coloca a la chica que primero tiene su menstruación en un lugar de privilegio, por lo tanto de poder. No obstante este privilegio dura poco, pues se ha roto el misterio y el secretismo de la menstruación y muy pronto los padres/madres envían los care packages con todo lo necesario, incluso dulces. Este gesto coloca la menstruación en el campo de lo cotidiano y desplaza la posición de privilegio de la gyno-counselor. No recuerdo haber visto una campaña así antes, las campañas que venden productos sanitarios para la menstruación están súper cargadas de eufemismos y remedios mágicos para el dolor o la incomodidad», añadió la profesora de la Universidad del Sagrado Corazón.
Sobre campañas relacionadas al cuerpo y la sexualidad en Puerto Rico, Pagán Jiménez explicó que hay organizaciones sin fines de lucro, como Taller Salud, que han trabajado el tema sin recurrir a miedos, tabúes o estereotipos. Pero el problema es que estas organizaciones no tienen el presupuesto para crear campañas masivas.
«A nivel de gobierno, olvídalo. El tema de salud sexual y reproductiva ha sido uno de los más controversiales y las campañas educativas han recibido el impacto negativo de políticas de educación sexual estructuradas desde el silencio, la abstinencia y el miedo al cuerpo. Este tipo de tema es uno de los que tendríamos que hablar en el sistema de educación pública si se reconociera la importancia de diseñar los currículos desde la perspectiva de género», añadió Pagán Jiménez.
Si bien la forma de representar a menores lidiando con su menstruación parece innovadora, el concepto de suscripción postal vía Internet para recibir paquetes mensuales con tampones y dulces no es algo original de Hello Flo. En esa línea, el comercial también ha levantado voces críticas. Kat Stoeffel, de N.Y Magazine, comentó:
«Hello Flo es una de una serie de servicios de suscripción mensual de estilo Birchbox, compañías que convierten el periodo menstrual en un ritual femenino mucho más secretito de lo que ya es… Todos los paquetes vienen discretamente envueltos, de manera que tu portero no sepa que tienes un útero. Son más o menos el colmo de la infantilización de la sexualidad femenina, superados solo por los vibradores adorbz”.
VEA AQUÍ EL SPOT