• Columnas
  • Puerto Rico
  • Mundo
  • Cultura
    • Poesía
    • Cine
    • Arte
    • Ficción
    • Letras
    • Podcast
    • Comunicación
    • Historia
    • Deportes
    • Ciencia 26.7 °C
  • ¿Qué Hacer?
  • Archivos

  • Categorías

- Publicidad -
Donar
  • Puerto Rico
  • Mundo
  • Cultura
    • Arte
    • Cómic
    • Podcast
    • Música
    • Poesía
    • Ficción
    • Letras
    • Historia
    • Ciencia 26.7 °C
    • Comunicación
  • Cine
  • Texto e Imagen
  • Sociedad
    • Ambiente
    • Deportes
    • Economía
    • Educación
    • Derechos Humanos
    • Diáspora
  • ¿Qué Hacer?
  • Columnas
Inicio » 80grados+ Política Puerto Rico

Cerrar prisiones y abrir puertas

Marta Aponte AlsinaMarta Aponte Alsina Publicado: 19 de enero de 2017



Interior de la penitenciaría de Terre Haute, Indiana.

Escribo estas líneas mientras esperamos la excarcelación de Oscar. No le escribí a la prisión, no pude.  Se puso a prueba en mí la condición esencial del acto de escribir. Habría que escribir siempre como si el destinatario fuera un prisionero, sin dobleces, en  comunicación honesta. Pero hay que tener más valor y templanza de los que poseo para escribir así, reconociendo prisiones interiores, entrando con serenidad y sencillez en el terreno común entre la mujer sedentaria y el hombre, mi contemporáneo, que ha despedido años en la monotonía del encierro. Me animo ahora a escribir estas líneas, en la tensión de esperar que Oscar regrese ya a la isla. El momento pide que nos comuniquemos.

Sobrevivir al descomunal castigo de 35 años de encierro sin terminar convertido en un guiñapo de rencor y salvajismo nos dice que hay vías profundas para fugarse de la cárcel. El cuerpo, los cuerpos, pueden acomodarse a la disminución del espacio vital en las dimensiones de una celda. Con más tiempo, en su voraz deseo de vida, también suelen adaptarse al orden autoritario imperante y a las infracciones necesarias. Los cuerpos se corrompen, pero no siempre se extinguen con el maltrato. En más de un sentido así vivimos en nuestros hábitos idiotas, en el encierro de nuestras casas, en las calles de las islas del mundo. Sobrevivir y sobreponerse a la violencia sin rendir la dignidad es otra respuesta.

La violencia carcelaria más despiadada debe ser la que conduce al empobrecimiento de los sentidos. Se siente en la atmósfera estéril de los hospitales, pero las temporadas de encierro en los hospitales no suelen durar décadas. Oscar pidió colores, pigmentos, y un lugar en el cerrado espacio monocromático para pintar, procurando que no se le apagaran los sentidos. En prisión, en el ambiente sepulcral que es la prisión, Elizam Escobar pintó oscuras obras imponentes. (A Elizam sí le escribí cuando estaba preso, pero en plan de editora.  Nos carteamos durante el proceso de edición de su libro “Los ensayos del artificiero”). Las pinturas de Oscar son vibrantes, casi folklóricas en su abigarrado despliegue. Es el mundo exaltado del trópico y él mismo se lo hizo como el niño pobre que no tiene con qué comprar juguetes y se los hace. Debe haberse golpeado  muchas veces contra los barrotes, pero pudo encontrar en sus entrañas un lugar impenetrable. Desde esa plaza liberada de sí mismo, sigue pintando, escribiendo, hablando, sin comprometer la verdad sencilla a cambio de lástima, ni supurar la moneda, tan corriente, del odio.

La prisión federal de Marion, donde Oscar pasó muchos años, se cerró un tiempo cuando se publicaron las atrocidades que en ella se cometían. Ya se sabrá más de las atrocidades que ocurrieron en Marion. Ya se están contando.

Que aún exista la posibilidad de cerrar prisiones y abrir puertas en un mundo atroz me anima a escribir estas líneas. Oscar tiene la costumbre de responder cada día a diez de las cartas que recibe. Una correspondencia que como el hilo del cometa se evade y comunica al preso con un afuera que lo sostiene, y que forma parte del relato asombroso de Oscar López Rivera. Han sido muchos y constantes sus apoyos, las voces que se hacen oír en reclamo de su libertad y en reconocimiento de su valor. Miles de compatriotas en la isla y en Estados Unidos, tantísimas personas entrañables, como su abogada Jan Susler, decenas de instituciones, frentes comunes de movimientos e individuos que por lo general no se encuentran, pusieron en movimiento un enorme organismo de solidaridad que se extendió por el mundo y conmovió a personas que no saben dónde queda la isla ni conocen el absurdo modelo de colonialismo que se instaló aquí. Por esta vez la imagen describe la realidad palpable: en la campaña de excarcelación de Oscar se movieron cielo y tierra. Un monumental esfuerzo para sacarle una firma al presidente de Estados Unidos y con ella un gesto hacia un pueblo regido por dictadura imperial.

Sin embargo, y es lo que me mueve a escribir esto, la historia ejemplar de Oscar se acerca al común de la humanidad. No se le hace plena justicia al sentido ejemplar de la misma si se insiste en la dimensión excepcional, feroz, del guerrero. El valor en lo cotidiano es más radical que el coraje brutal del guerrero. Es la fuerza que impulsa a los pueblos humildes cuando se levantan de la violencia y las matanzas; cuando persisten con dignidad y ánimo de protesta en situaciones de inclemencia e inestabilidad constantes. En climas estériles, monocromáticos, entre la nieve y el desierto, en campamentos de exiliados, en rutas de migraciones clandestinas, en la calle, luchando. La historia de Oscar y del monumental esfuerzo para que regrese no pertenece al momento inmediato, sino al deseo de larga duración de la especie.

Su cuerpo regresará a las estaciones de la isla. Se desorientará entre muestras de cariño y veneración, le conmoverán las atrocidades y disparates nuestros de cada día. Volverá a sentir la belleza fuera del lienzo, a recuperar la memoria del mundo, a despedirse –con esa constancia tan ejemplarmente suya, tan reñidamente nuestra– del tiempo perdido.

* Publicado en el blog de la autora (Angélica furiosa) y reproducido aquí a petición suya.

Print Friendly, PDF & Email


- Publicidad -
Oscar López RiveraPrisionero políticoprisionesviolencia carcelaria


Marta Aponte Alsina
Autores

Marta Aponte Alsina

Es autora de novelas, relatos y ensayos. En 1994 publicó la novela Angélica furiosa. Siguieron El cuarto rey mago (novela, Sopa de Letras, 1996); La casa de la loca (relatos, Alfaguara, 2001); Vampiresas (novela corta, Alfaguara, 2004); Fúgate (relatos, Sopa de Letras, 2005); Sexto sueño, (novela, Veintisiete Letras, 2007); El fantasma de las cosas (novela, Terranova Editores, 2009); Sobre mi cadáver (novela corta, La Secta de los Perros, 2012); Mr. Green (novela corta, Random House Mondadori, serie Flash de libros digitales); La muerte feliz de William Carlos Williams (novela, Sopa de Letras, 2015; la edición mexicana fue publicada por Editorial Calygramma en 2016) y Somos islas (ensayos, Editora Educación Emergente, 2015). Sexto sueño recibió el Premio Nacional de Novela otorgado por el Pen Club de Puerto Rico y ha sido traducida al francés y al alemán. En 2014 le fue otorgada la cátedra Nilita Vientós Gastón, que confiere el Programa de Estudios de Mujer y Género de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras. Editorial Dragomanni publicó en 2015 la versión italiana de Sobre mi cadáver. Acaba de publicar un libro que alterna entre lo documental y lo imaginativo: PR 3 Aguirre. Ha sido editora de libros y revistas, entre ellos la antología Narraciones puertorriqueñas, publicada por Fundación Biblioteca Ayacucho.

Lo más visto
La parálisis infantil (polio) en Puerto Rico, 1928-1974
José G. Rigau Pérez 29 de enero de 2023
También en 80grados
El Desfile, el Boicot y Oscar
26 de mayo de 2017
Oscar López y los prisioneros políticos de 1895-96
20 de enero de 2017
Colonialismo en el Caribe y los prisioneros políticos del imperio
29 de julio de 2016
Elle: Sangre de horchata helada
Próximo

Elle: Sangre de horchata helada

  • en portada

    El barrio salsero: patria de la sabrosura

    Juan José Vélez Peña
  • publicidad

  • Cine

    • Babylon: hablar muchas veces hace daño
      20 de enero de 2023
    • Bardo: Falsa Crónica de unas Cuantas Verdades
      7 de enero de 2023
    • The Fabelmans: Cinema verité, sin querer
      27 de diciembre de 2022

  • publicidad

  • Poesía

    • Texto e imagen: Poemas de Guillermo Arróniz López...
      2 de mayo de 2022
    • Los Fueros de la Incertidumbre o la Poética del ¿Vacío?...
      1 de mayo de 2022
    • Texto e Imagen: Poemas de Daniel Torres | Arte de Natalia...
      1 de abril de 2022



Suscríbete a nuestro newsletter

  • film izle
    agario
    freerobuxtips.com
    deneme bonusu veren siteler
    deneme bonusu veren siteler
    casino siteleri
    indian aunty sex with young
    Independent lady loves the extreme sex adventures
    Le tabagisme babe obtient son cul ramoner par derrière
    escort pendik
    gülşehir son dakika
    beylikdüzü escort
    tsyd.org/lisansli-canli-bahis-siteleri-2022-guvenilir-bahis-siteleri
    canlı casino siteleri
    deneme bonusu veren siteler
    tarafbet.com
    mariobet.com
    bahis.com
    tarafbet.com.tr
    Secretbet
    wordpress Temaları
    casino siteleri

  • DONACIONES
  • RED DE APOYO
  • SOMOS
    • ¿para qué?
  • GUÍA PARA SOMETER MANUSCRITOS A 80 GRADOS+
80grados.net está disponible bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 Puerto Rico. El reconocimiento debe ser a 80grados.net y a cada autor en particular.
Presione enter/return para comenzar la búsqueda