Cuba en Puerto Rico y otros hermanados mundos (menos) crueles
Escenas entre teatro y vida: A propósito de la más reciente visita del escritor cubano
Norge Espinosa Mendoza
El poeta, crítico de teatro y dramaturgo cubano, que lleva a menudo una bufanda con los colores de la bandera gay al cuello, tiene varias distinciones ganadas, por su talento y por su capacidad de trabajo. Fundó las Jornadas de Arte Homoerótico y co-organiza anualmente la Jornada contra la Homofobia en su país, luego de haber comenzado su carrera a los dieciséis años con el logro de haber ganado el Premio de Poesía (primer poema de tema abiertamente gay en ganar) que otorga la revista cultural El Caimán Barbudo, con el siguiente texto.VESTIDO DE NOVIA
Norge Espinosa Mendoza
Por eso no levanto mi voz, viejo Walt Whitman,
contra el niño que escribe nombre de niña en su almohada,
ni contra el muchacho que se viste de novia
en la oscuridad del ropero.
–Federico García Lorca
Con qué espejos
con qué ojos
va a mirarse este muchacho de manos azules.
Con qué sombrilla va a atreverse a cruzar el aguacero
y la senda del barco hacia la luna.
Cómo va a poder
Cómo va a poder así vestido de novia
si vacío de senos está su corazón si no tiene las uñas
pintadas
si tiene sólo un abanico de libélulas.
Cómo va a poder abrir la puerta sin afectación
para saludar a la amiga que le esperó bajo el almendro
sin saber que el almendro raptó a su amiga
le dejó solo.
Ay adónde va a ir así este muchacho
que se sienta a llorar entre las niñas que se confunde
adónde podrá ir así tan rubio y azul tan pálido
a contar los pájaros a pedir citas en teléfonos descompuestos
si tiene sólo una mitad de sí la otra mitad pertenece a la
De quién a quién habrá robado ese gesto esa veleidad
esos párpados amarillos esa voz que alguna vez fue de las
sirenas.
Quién le va a apagar la luz bajo la cama y le pintará los senos
con que sueña
quién le pintará las alas a este mal ángel hecho para las
burlas
si a sus alas las condenó el viento y gimen
quién le va a desvestir sobre qué hierba o pañuelo
para abofetearle el vientre para escupirle las piernas
a este muchacho de cabello crecido así vestido de novia.
Con qué espejos
con qué ojos
va a retocarse las pupilas este muchacho que alguna vez
quiso llamarse Alicia
que se justifica y echa la culpa a las estrellas.
Con qué estrellas con qué astros podrá mañana adornarse
los muslos
con qué alfileres se los va a sostener
con qué pluma va a escribir su confesión ay este muchacho
vestido de novia en la oscuridad es amargo y no quiere salir
no se atreve
no sabe a cuál de sus musgos escapó la confianza
no sabe quién le acariciará desde algún otro parque
quién le va a dar un nombre
con el que pueda venir y acallar a las palomas
matarlas así que paguen sus insultos.
Con qué espejos con qué ojos
va a poder asustarse de sí mismo este muchacho
que no ha querido aprender ni un sólo silbido para las
estudiantes
las estudiantes que ríen él no puede matarlas
así vestido de novia amordazado por los grillos
siempre del otro lado del puente siempre del otro lado del
aguacero
siempre en un teléfono equivocado
no sabe el número tampoco él lo sabe.
Está perdido en un encaje y no tiene tijeras
así vestido de novia como en un pacto hacia el amanecer.
Con qué espejos
con qué ojos.
Es la tercera vez que nos visita, decía. Norge estaba por ahí desde hace un mes trabajando con Luis Negrón y Gil René en un proyecto de teatro musical que se pondrá en escena en mayo de 2016. En esta ocasión se reunieron, discutieron el concepto, escribieron el libreto y llevaron a cabo audiciones. Luego de un par de cenas, de esta amistad que me alegra tanto luego de un encuentro casual en la Feria del Libro de la Habana en febrero de 2014, se me ocurrió que hay que aprovechar la ocasión de su visita. Le pedí que ofreciera una conferencia para los estudiantes del Recinto de Río Piedras, y me dijo que sí sin pensarlo dos veces. De camino en el carro me contaba que el teatro en Cuba logra escapar de la censura que está más decididamente en el cine, la televisión, la radio, puesto que los censores no miran teatro. Aparte, es muy difícil controlar lo que puede pasar en escena, con tantas voluntades, tantos cuerpos actuando al unísono. Ahí reside, tal vez, su importancia.
Trataba de imaginarme, mientras conducía, lo que podía ser el trabajo teatral que se hace allá. El año pasado tuve el placer de ver Delirio habanero aquí en San Juan, pieza que nos trajo la compañía El teatro de la luna, de Raúl Martín, en la que tres actores representan a unos locos, inspirados en Celia Cruz, Benny Moré y el dueño de un bar, que se apropian de un espacio derruido para poner en escena sus sueños. Nos contó luego, en la conferencia, que esa compañía se centra mucho en el trabajo actoral, como pudimos ver, y que la historia se cuenta por encima de fricciones y tomando partida de ellas, como se debe hacer todo en la vida, pienso.
La conferencia, casi improvisada de un día al siguiente, sería una cosa pequeña en el Seminario Federico de Onís de la Facultad de Humanidades, pero saco la promoción y se siguen uniendo grupos de estudiantes enteros. Hubo que mover a la Sala A (Jorge Enjuto), que tiene capacidad para setenta personas, y allí el jueves 10 de septiembre Norge, ante la sala llena de mis estudiantes, los de Yolanda Izquierdo (nuestra especialista en literatura cubana), los de Carola García, los de Silvia Bofill (nuestras teatreras), nos presentó una historia resumida del teatro profesional en Cuba (tanta información que se me dificulta tomar notas), con hermosos visuales. Habló, no leyó, como en la mejor tradición cubana que privilegia la conversación genuina al despliegue de análisis difíciles que encuentran mejor lugar en la página del libro. Comenzó con una imagen en homenaje a Virgilio Piñera, a quien se censuró hasta los años noventa en Cuba, sobre el que Norge tiene escrito un libro titulado Notas “en Piñera” por seguir la norma que establece el propio autor de que su trabajo hay que leerlo en sus propios términos. Comienza el libro por sorprenderse de la certeza de la predicción de otro escritor, Abilio Estévez, quien le comunicaba que Piñera algún día llegaría a ser más grande que el mismo José Lezama Lima. Y Piñera ha llegado a ser importante gracias a que cuando se lo censuró siguió escribiendo todos los días para el público que hoy lo lee y lo representa dándole la razón en el diálogo insistente con su obra. Pues Norge siempre comienza con un homenaje a Piñera; como un rezo al ancestro para mantenerlo vivo.
Luego de un recorrido sobre debates y explicaciones que pusieron al teatro cubano a funcionar a partir de escuelas y a sobrevivir los desacuerdos, terminó nuestro invitado de ese jueves destacando el trabajo de cinco compañías contemporáneas, localizadas casi todas en la calle Línea de la Habana, que es donde se concentran casi todas, aunque destacó que el Consejo de Artes Escénicas tiene alrededor de 150 compañías teatrales inscritas, que cobran por el trabajo que hacen. Del Teatro de la luna ya les hablé. De lo que dijo de las otras compañías que destacó, les copio un resumen.
El Teatro del Público es la compañía con la que nuestro conferenciante colabora. Su director es Carlos Díaz. Sus puestas en escena destacan el concepto visual, el cuerpo, el goce. Su teatro tiene una pasarela que llega hasta el público y crea en ellos la noción de que el teatro se puede acercar hasta tocarlos en cualquier momento. El ciervo encantado, compañía que dirige Nelda Castillo, representa el misterio que puede ser Cuba, como ritual. Sus producciones exigen otro tipo de relaciones con el público. Trabaja la vida humana y nos hace reflexionar sobre cuán responsables somos de lo que nos pasa, en diálogo con clásicos de la literatura cubana como Fernando Ortiz, Lydia Cabrera y Severo Sarduy, cuyos escritos han visto versiones teatrales. La compañía Argus Teatro, dirigida por Carlos Beltrán, es la compañía más stanislavskiana (en su conferencia Norge habló de vertientes stanislavskianas y brechtianas en el teatro cubano profesional), proponen una relación transparente entre el público y la representación. Además quiso destacar la compañía de figuras y títeres llamada Teatro de las estaciones, dirigida por Rubén Darío Salazar y radicada en la provincia de Matanzas, que se destaca por su provocación y diversión, que ha logrado ser una cédula inquietante, luego de cuyas representaciones nos llevamos siempre preguntas a la casa, por lo que no se trata de una compañía de teatro de títeres cualquiera.
Luis y su gozoso cruel mundo
Luis Negrón, por su parte, se lanza a ser reconocido en distintos ámbitos a sus cuarenta años, por su premiado libro de cuentos, titulado, Mundo cruel. Con estudios en periodismo de la Universidad del Sagrado Corazón, Negrón fungía de vendedor de libros en el casco de Río Piedras cuando publicó con La Secta de los Perros esta colección de cuentos, que lo descubrió al mundo letrado como un extraordinario gestor cultural, además de lindo ser humano y talentoso escritor. Lo bonito de Mundo cruel es que se niega a la mirada simple. Las crueldades que relata son tanto internas de la comunidad gay como externas a ella. Recuerdo una conversación de tantas, en la que Luis me explicaba que la mayoría de los gays que él conoce no son activistas, no van a la parada del día del orgullo gay, no han leído el corpus imprescindible para los académicos en cuanto a los temas LGBTT, por lo que él quiso hacer historias que representaran problemas cotidianos de gente que él conoce (por absurdas que parezcan las tragicómicas historias que nos narra). Y es cierto que tal vez el éxito de este libro se debe a que respira humanidad como pocos, en el sentido que ya hace rato descubrió la salsa: “se sufre, pero se goza”. El libro ha sido reimpreso ya cinco veces, ganó el prestigioso premio Lambda Literary Award for Gay Fiction en 2014, en su traducción al inglés, por Suzanne Jill Leviney publicada por Seven Stories Press en 2013, y este año vimos una divertidísima y muy bien lograda puesta en escena bajo el mismo título, de algunos de sus cuentos, a cargo de Gil René, que en el mes de octubre viajará al Festival de Teatro de la Habana.
Ahora, estos tres talentos nos están preparando una sorpresa. Se trata de la puesta en escena de un musical derivado de uno de los cuentos que no se representó en la versión en teatro de la obra, que además nos reveló el talento de Manuel Leyva en la actuación. Este nuevo “embeleco” se llamará “El jardín”. Ya Luis me había dicho al notar que faltaban cuentos “es que tengo otros planes para algunos de ellos”. Estaba, Luis, conversando con Norge al respecto hacía tiempo. Desde que se conocieron en la versión nuyorquina del Festival de la Palabra, que para eso sirve, además de promover la lectura al público general: para potenciar iniciativas que tengan que ver con libros. Luis me cuenta ese primer encuentro:
Ya sabía de Norge porque tenemos muchos amigos en común. En los noventa, su poema titulado Vestido de novia se pasaba de mano en mano en voz baja. En el Festival de la Palabra 2013 iba yo caminando hacia el King Juan Carlos Center y vi a este muchacho sentado con su bufanda de arcoíris. Me dije: “Ese es de teatro”. Fuimos amigos de inmediato. Gracias a Facebook descubrimos además que tenemos muchas pasiones en común. Entre ellas los géneros del musical y el melodrama, sin tomárnosla en serio ninguno de los dos, claro. Luego fui a Cuba, también en 2013 y Norge fue mi anfitrión. Él había reseñado Mundo cruel para Casa de las Américas y me gustó mucho su reseña porque noté que apuntaba del libro precisamente los temas que a mí más me interesan como autor. En esos días hablamos de la posibilidad de hacer algo con “El jardín”. Esa historia merecía otra reformulación.
Cuba y Puerto Rico
Norge, por su parte me cuenta que de repente sintió que había llegado el momento de comenzar a trabajar la idea de Luis. El año pasado, luego de la apertura de Obama, estaba tramitando visa para montar en Miami la obra titulada Ana en el trópico, una pieza escrita por Nilo Cruz, que representa la vida de una familia de tabaqueros en esa ciudad en los años veinte que leen Ana Karenina, lo cual desata un drama de seducción y sexo. Le dieron su visa y además, al lado, le pusieron la visa que le permite entradas y salidas múltiples por cinco años, que ya ha utilizado tres veces para venir a Puerto Rico. Primero vino al Festival de la Palabra en octubre de 2014. Luego vino a la conferencia que organiza el Latin American Studies Association, que se llevó a cabo en San Juan este pasado mayo (por medio de un crowd funding). Ahora, está por cumplirse el final de su estadía de un mes en el país. Recuerdo la voz de Luis Negrón: Mi reto fue ponerlos a trabajar juntos a Norge y a Gil René y que se encariñaran. Somos un trío feliz. Para Luis existen la Virgen, Dios y en tercer lugar la productora de Teatro Breve, Naima Rodríguez. Yo le digo lo que mi fantasía me propone y ella, o me mira sonriendo, como quien dice: “Estás tripeando”, hasta que a veces me dice que sí, que se puede, y lo hace. Bueno. En esta ocasión la idea era traer a Norge y pagarle por su trabajo.
Una tarde en la Colección Puertorriqueña de la Biblioteca José M. Lázaro de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras le dará acceso a la Colección de periódicos y revistas. Allí puede mirar periódicos, desde el siglo XIX hasta la época actual. Fíjese, si así lo desea, en que el teatro que se hacía aquí en el Siglo XIX, hasta el 1960 era en gran parte realizado por compañías que venían de Cuba. Me parece a mí, que esta apertura que anunciaron Obama y Raúl Castro el día de San Lázaro, en diciembre de 2014 (cuántas cosas ese año) beneficia más a los estadounidenses que tendrán cada vez menos problemas para viajar a la otra isla, con la que históricamente hemos tenido una relación natural que fue artificialmente suspendida por razones políticas, cuando Cuba y Estados Unidos, quienes mandan acá, rompieron relaciones. Para los cubanos de la isla las cosas se están poniendo más difíciles porque con la mayor dolarización de la economía y los salarios todavía en pesos cubanos, además de una mayor precaución por parte de las autoridades estadounidenses a la hora de aprobar visas de turismo o negocios (B1/B2) por esta misma razón, venir acá se ha puesto cuesta arriba. Pero eso de las visas de cinco años es reciente y Norge es el primer ciudadano cubano que conozco que la tiene. Sé de otros escritores cubanos residentes en la isla que se beneficiarían de dicho documento, puesto que la relación de los artistas cubanos con la isla es natural, repito, y como en el caso de Norge, su presencia en la isla es independiente de las tramas de la política. Ya contó Luis que sabía de Norge por sus amistades en común. Me cuenta Norge, por su parte, que reseñó para la revista cubana Conjunto el libro titulado La puesta en escena del teatro puertorriqueño de José Félix Gómez, y que para este trabajo quiso trazar una historia de colaboraciones teatrales entre los dos países. Una pena que el estado de la comunicación no me permita acceder al artículo y aprender con Norge.
Para Gil René, la invitación al Festival de Teatro de la Habana, que consiguió mediante la presentación de una propuesta, le logra el sueño de pisar por primera vez esa tierra soñada. Me cuenta que desde que conoció a Norge no ha dejado de investigar sobre su trabajo. Además, que colaborar con él ha sido toda una escuela. Es un conocedor, hacedor y tiene un pensamiento crítico muy desarrollado, reflexiona. Con él he tenido conversaciones sobre el quehacer cultural que me han provocado enormemente a seguir aprendiendo sobre la forma de trabajar de otros creativos en mis lides. Le toca ser el director y compositor, o sea, trabajar sobre lo propuesto por Norge y Luis, por lo que se ve como alguien que se une a un vuelo ya comenzado.
También me cuenta cómo se dio la invitación al Festival de Teatro de la Habana: Yo me había enterado de que esta edición sería dedicada al Arte de la Dirección Escénica y me dije: «Gil René, es el momento idóneo para ir a Cuba». Obtuve la información necesaria y luego solicité. Hubo mucha adrenalina en todo el proceso, pero la invitación me llegó y allá iré junto a mi Mundo Cruel y a su vez, junto a todas y todos los que conforman este maravilloso equipo, empezando por su creador: Luis Negrón.
A este entusiasmo añade: Mundo Cruel es el sueño de cualquier creativo. A mí me ofreció la oportunidad de adaptar, componer, montar, co-protagonizar, diseñar escenografía. Es un texto que no nos deja de provocar; y digo esto último porque es un montaje vivo en el cual todavía seguimos trabajando, perfeccionando, cambiando, depurando.
¿Dije yo que Luis Negrón viajó a La Habana en enero para fungir como jurado del prestigioso Premio de Novela que ofrece Casa de las Américas? Pues fue. Antes de Obama y Raúl, más allá y más acá de la política, lo cierto es que las relaciones culturales entre estos dos países no ha parado y ahora que hay otras posibilidades, esperamos apogeo y efervescencia, como en los viejos tiempos que ya están por ser nuevos otra vez.
Bibliografía recomendada
Norge Espinosa Mendoza. Cuerpos de un deseo diferente (Ediciones Matanzas, 2013), es una colección de poemas, reseñas y ensayos sobre la vida LGBTT en Cuba.
—. Notas “en Piñera”. (La Habana: Ediciones Extramuros, 2012)
—. Escenarios que arden. Miradas cómplices al teatro cubano contemporáneo. (La Habana: Letras Cubanas, 2012)
—. “El libro de una isla teatral: La puesta en escena del teatro puertorriqueño.” Revista Conjunto 172 (julio-sept, 2014):np.
Negrón, Luis. Mundo cruel. (San Juan: La Secta de los Perros, 2010).