Deporte, facilidades públicas y el derecho a la ciudad en el Puerto Rico post-María
Como estos residentes de Yabucoa, muchos otros jóvenes alrededor de Puerto Rico han visto mermado su derecho al ocio y la alegría con las condiciones en que quedaron varias facilidades deportivas públicas en el país. En algunos casos, lo que en algún momento fueron canchas o pistas comunitarias de gran valor para la ciudadanía se convirtieron en espacios de acumulación de escombros. Tal fue el caso por varias semanas del área que da acceso a la pista contigua a la Cancha Pepín Cestero en Bayamón. Asimismo, techos de canchas y estructuras de iluminación en estadios municipales sucumbieron ante los fuertes vientos del poderoso ciclón que azotó la isla el pasado 20 de septiembre.
Ante la falta de energía eléctrica para la mayoría del país, más de tres meses después del paso del huracán, las opciones de entretenimiento por vía de las telecomunicaciones son limitadas. Ante este cuadro, la calle y los espacios públicos adquieren mayor pertinencia como entornos capaces de posibilitar encuentros ciudadanos, vida en comunidad y alegría. De igual manera, las facilidades deportivas de barrios y urbanizaciones representan la oportunidad para que diversidad de personas se ejerciten y tengan los momentos de ocio tan necesarios en estos días de incertidumbre y reconstrucción. Sin embargo, la preocupación presentada por los jóvenes de Yabucoa levanta bandera sobre cuan prioritario es el mantenimiento y promoción de aquellos espacios públicos desarrollados con fines deportivos y recreativos. ¿En qué medida las políticas públicas municipales y regionales reconocen el deporte y los espacios vinculados a este como esenciales para promover la salud pública en el Puerto Rico post-María?
En el contexto de la capital, el pasado 12 de diciembre, medios de prensa puertorriqueños reseñaron sobre la inauguración del complejo deportivo “Eco’s Sports Park” dentro de las facilidades del Parque Luis Muñoz Marín en San Juan. La nota de la versión digital del diario El Nuevo Día destaca que la instalación aspira a recrear un parque temático deportivo con espacios para practicar diversidad de disciplinas atléticas. La entrada será gratis. Sin embargo, se cobrará por el uso de canchas. Según se desprende de la reseña de prensa, las canchas creadas para el fútbol cobrarán $80 por su uso, sin incluir el impuesto de ventas y uso (IVU).
Aunque el concepto resulta novedoso para la geografía deportiva de Puerto Rico y amplía las oportunidades, no solo en la posibilidad de crecimiento de áreas recreativas, sino también en el renglón de la oferta de empleos, es igualmente necesario analizar este tipo de propuestas en términos de sus posibles implicaciones para la atención que el gobierno municipal pudiera prestarle al desarrollo y promoción de facilidades públicas dirigidas al deporte comunitario. ¿Será política pública de San Juan (y otros municipios) apostar ahora a la inversión privada para la creación de facilidades deportivas para el público en general? ¿Qué impacto tendrá en la población el hecho de que la administración de canchas dentro de un parque municipal esté en manos privadas y se rente su uso? ¿Apostarán los municipios a este modelo de ‘parque temático deportivo’ como sustituto de la administración pública (y mantenimiento) de facilidades deportivas? ¿Qué implicaciones esto podría tener para el acceso ciudadano a los espacios públicos y su derecho a la ciudad a través del deporte?
Casos como el de Yabucoa y San Juan descritos en esta reflexión deben instarnos a continuar la conversación sobre el rol que tiene el deporte y la disponibilidad de facilidades recreativas en la necesaria reconstrucción del país luego del paso de dos ciclones en septiembre 2017. Ninguna sociedad puede desarrollarse plenamente sin proyectos que integren el deporte, el ocio y el derecho a la alegría entre sus prioridades. Para lograr tales objetivos es menester defender y preservar el carácter público de aquellos espacios que, por medio del deporte, se constituyen en centros de encuentro y gestión comunitaria. A través de la actividad deportiva también podemos reclamar nuestro derecho a la ciudad y sus espacios públicos, y por ende, fortalecer cualquier proyecto político de participación ciudadana.