Doble Personalidad
Demi Moore protagoniza The Substance, una versión contemporánea del clásico de Stevenson, Dr.Jekyll and Mr. Hyde.
Otro tema “oculto”, pero enteramente a la vista en las dos cintas, es el llamado trastorno de identidad disociativo (TID), anteriormente conocido como trastorno de personalidad múltiple (TPM). Las dos películas no tratan la condición desde un punto de vista clínico, sino que dejan ver cómo los personajes principales alteran sus personalidades al asumir nuevos cuerpos (entiéndase apariencia).
A Different Man
Escrita y dirigida por Aaron Schimberg, sigue las peripecias de un actor, Edward (Sebastian Stan), que sufre de neurofibromatosis (piensen en El Hombre Elefante, aunque su condición era parecida, pero no la misma). Este se somete a un tratamiento experimental que podría cambiar su rostro deforme. Cuando comienza a tener efecto, la vida se le complica más de lo que esperaba. Se hace amigo de su nueva vecina Ingrid Vold (Renate Reinsve), una aspirante a dramaturga, pero está demasiado nervioso para declarar sus sentimientos románticos hacia ella. Según su tratamiento médico experimental, comienza a tener efectos positivos y su rostro se hace guapo; en vez de divulgarlo, asume la identidad de «Guy Moratz» y afirma que Edward se ha suicidado, en lugar de seguir informando a sus médicos sobre sus resultados.
Algún tiempo después, «Guy» es ahora un agente inmobiliario rico y exitoso. Un día, descubre que Ingrid está produciendo Edward, una obra de teatro off-Broadway que ella ha escrito basada en la vida de Edward. Para la audición usa una vieja máscara de su rostro original que le dieron los médicos, y es elegido para el papel principal. Edward e Ingrid comienzan una relación sexual poco después, aunque Ingrid sigue sin saber la verdad de su identidad. Durante los ensayos, reciben la visita de Oswald (Adam Pearson, un actor que en la vida real padece de neurofibromatosis). Este se ha interesado por la obra. Oswald, confiado y carismático, rápidamente se hace amigo del elenco y el equipo, y desplaza a Guy de la obra. En otras palabras, el “cuerpo y personalidad” que se requería para la obra estaba establecido en el rostro deforme de Oswald, que se parecía al de Edward antes del tratamiento. Dije más arriba que los actores son ejemplos supremos de la influencia de “cuerpo y personalidad”, pero, obviamente, hay que tener muchos más que tengan apariencia promedio o que sean feos, como demande el papel que interpretan.
La película es notable por la actuación de Sebastian Stan y el maquillaje. Además, la dirección es sobresaliente. Sin embargo, puede que no sea para todos los gustos.
The Substance
Escrita y dirigida por Coralie Fargeat, trata de la celebridad que se apaga, con el nombre genial y antitético, Elisabeth Sparkle (Demi Moore). Después de ser despedida por su productor (Dennis Quaid, quien brilla como un hombre vulgar que no tiene tacto) por su edad, usa una droga que obtiene en el mercado negro que hace que de ella surja una versión mucho más joven (Margaret Qualley), pero a medida que pasa el tiempo, los efectos secundarios comienzan a ejercer sus efectos dañinos. La nueva Elizabeth sale de una incisión en la espalda de la vieja Elizabeth. Los dos cuerpos deben cambiar de conciencia cada siete días sin excepción, y el cuerpo inactivo permanece inconsciente y se alimenta por vía intravenosa con un suministro semanal de alimentos. Se requieren inyecciones diarias de líquido estabilizador, extraído del cuerpo original, para evitar que el nuevo cuerpo se deteriore.
La vida de las dos Elizabeth se va complicando, cuando los resultados y las exigencias de los dos cuerpos nuevos exceden su capacidad de entender y aceptar la realidad de lo que es una metamorfosis pasajera: de oruga a crisálida, a mariposa, presupone que las otras etapas han de morir.
Con una cinematografía maravillosa de Benjamin Kračun, sobresale también la edición de la directora Coralie Fargeat, y Jérôme Eltabet y Valentin Feron. Pero lo que domina el filme es la actuación de Demi Moore y el final descabellado e imponente.