El país de nunca jamás
Los refranes y las frases proverbiales se han empleado en el habla de todos los días como portadores de la sabiduría popular. Forman parte del acervo cultural que ha servido durante mucho tiempo de repositorio sobre los distintos asuntos de la vida cotidiana: la agricultura, la fauna, el tiempo, los remedios médicos, la gastronomía. Además, han estado presentes en las gramáticas y en los diccionarios de las lenguas. Según el Portal de lingüística hispánica. Hispanic Linguistics, estas expresiones, que forman parte de los actos de habla[1] se incluyen como parte de la fraseología o del lenguaje idiomático: «lenguaje formulario o idiomático, a menudo con sentido metafórico o figurado, que puede incluir expresiones hechas de diversa índole: locuciones, refranes».
La Biblioteca fraseológica y paremiológica (CVC) aborda, como recursos comunicativos, los principales problemas que plantean las unidades fraseológicas (las locuciones, los refranes) desde diversas perspectivas teóricas, metodológicas y de aplicación práctica. De este modo se facilita la investigación fraseológica y paremiológica[2] mediante el uso de repertorios de interés para el estudio de las unidades fraseológicas en el idioma español.
Un dicho es una frase hecha o un enunciado que expresa, con gracia o ingenio, un concepto cabal. La palabra, como tal, deriva del participio de decir, que proviene del latín dictus y dictum. son expresiones anónimas, de origen popular, que pertenecen al acervo de un país o idioma. Por un lado, enriquecen la lengua, dotándola de expresividad, pero, por el otro, son difíciles de traducir. Los dichos deben ser usados con pertinencia para ubicarlos dentro del contexto apropiado para un registro coloquial e informal.
Por lo general, los dichos no coinciden literalmente con aquello que expresan, sino que ilustran una idea o un concepto valiéndose de recursos retóricos como la metáfora, la alegoría o la ironía. Ejemplos: Cambiar chinas por botellas; Hacer algo al tuntún [al runtuntún]; Estar en las sínsoras; Sacar los trapos al sol; Tirar la toalla.
Los refranes son dichos agudos y sentenciosos de uso común. La palabra refrán es de origen francés “refrain” que significa “estribillo”. La voz culta paremia se refiere al refrán, proverbio, adagio, sentencia. El llamado discurso paremiológico emplea dichos populares cuya finalidad es transmitir una enseñanza o mensaje, estimulando en el individuo la reflexión moral e intelectual. Asimismo, los refranes se caracterizan por su estructura que suele ser en versos y rima asonante o consonante. También, suelen adaptarse al contexto comunicativo del lugar donde se utilizan: A cada lechón le llega su noche buena; Al que nace carpintero del cielo le cae su clavito; Cada guaraguao tiene su pitirre; El que se va pa’ Aguadilla, pierde su silla; El que no tiene dinga, tiene mandinga; Son muchos caciques y pocos indios; Palo que nace doblao, jamás su tronco endereza. Los refranes forman parte del grupo de las paremias y son frecuentes en el habla cotidiana o en la literatura. Así se constata en la segunda parte de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha (Miguel de Cervantes Saavedra. Biblioteca virtual, CVC), cuando se produce el siguiente intercambio entre el amo y su escudero, Sancho Panza:
¡O maldito seas de Dios, Sancho! dijo a esta sazón Don Quijote.
Sesenta mil Sataneses te lleven a ti y a tus refranes; una hora ha que los
estás ensartando y dándome con cada uno tragos de tormenta… Dime:
¿Dónde los hallas, ignorante; o cómo los aplicas, ¿mentecato? Que para
decir yo uno y aplicarle bien, sudo y trabajo como si cavase.
El modismo es una expresión pluriverbal o construcción propia y peculiar de una lengua, de forma fija y de difícil traducción a otras lenguas. Los modismos no suelen sujetarse a las leyes de la concordancia y la construcción y su significado no se desprende de su formación. Suelen formar locuciones, expresión pluriverbal de forma fija cuya sintaxis particular le confiere el carácter de grupo estereotipado, equivalente a una única palabra y su significado no es siempre resultado de la combinación de sentido de sus componentes. (Martínez de Sousa, 1997). En ocasiones se confunde a los modismos con los refranes, aunque éstos tienen una intención pedagógica o aleccionadora y, además, suelen expresarse en rima.
Desde el punto de vista gramatical, los dichos, los modismos y los refranes que forman parte de las locuciones son construcciones formadas por dos o más palabras que tienen un sentido unitario y funcionan en el plano sintáctico y morfológico como si fueran una única unidad. De acuerdo con Wilengua es la combinación de dos o más palabras que funcionan como una unidad, y cuyo significado no se puede deducir de las palabras que la componen.
Sobre las locuciones, la Nueva gramática de la lengua española (RAE, NGLE) explica que son expresiones fijas constituidas por varias palabras. En relación con las locuciones adverbiales, la NGLE indica que su número [en español] es muy superior al de locuciones que corresponden a las demás clases de palabras (el Tesoro lexicográfico del español de Puerto Rico incluye 654 locuciones adverbiales). Se señala también [NGLE] que su estudio atañe más a la lexicografía, la dialectología, la fraseología que a la gramática propiamente. Así, en la actualidad, en vez de emplear la paremia Del árbol caído todos hacen leña, se prefiere usar la locución Hacer leña del árbol caído.
Es desde el punto de vista interlingüístico que se aborda el uso de expresiones o fraseologismos en el español de Puerto Rico –también el del español antillano– considerando los fraseologismos como una expresión de la sabiduría popular, que reflejan en ellos los aspectos de la vida cotidiana porque pertenecen “al acervo sociocultural de la comunidad hablante”[3]. Con dicho objetivo particular, se propone ubicar el contexto fraseológico de la expresión “cuando Colón baje el dedo”, locución vinculada a la historiografía puertorriqueña, en alusión a la llegada del almirante Cristóbal Colón.
Wikilengua incluye como locución verbal (combinación fija de varios vocablos que funciona como verbo) la expresión “alzar el dedo” en lengua inglesa se denomina the finger (“el dedo”) y consiste en estirar y enseñar el dedo corazón apuntando hacia arriba mientras se contraen en la palma los otros cuatro. Levantar el dedo corazón se entiende como un desprecio vulgar hacia la otra persona y, muchas veces, como una provocación. Según se documenta, el primer registro de este gesto singular ocurrió en el siglo cuarto antes de Cristo (A.C.) en Atenas. El filósofo Diógenes expresó su desagrado por un político charlatán, el orador Demóstenes. Elevó su dedo medio y declaró: «Éste es un gran demagogo», según relata un historiador griego. Se dice también que el gesto conocido “como sacar la peineta” procede de la antigua Grecia: los personajes de Aristófanes ya sacaban el dedo a pasear con un significado idéntico al actual. Contraria a “alzar el dedo”, se encuentra la expresión “bajar el dedo”, referida al dedo pulgar, sobre la cual comenta el sitio web Castellano Actual (Universidad de Piura, Perú)[4]:
Locución verbal que indica ‘desaprobar’, ‘quitar el respaldo, el apoyo’, como ejemplifica este titular de noticia: Fujimoristas le bajan el dedo a Yesenia Ponce tras irregularidades. Se trata, pues, de la verbalización de un gesto de alcance internacional (efecto de la globalización), en el que no hace falta indicar que el dedo que se baja es el pulgar, que se asume como conocimiento compartido entre los hablantes.
El dedo índice (del latín index, indicador)[5] es el segundo dedo de la mano; se encuentra entre el dedo pulgar (cuyo movimiento hacia arriba o hacia abajo suele indicar aprobación o desaprobación) y el dedo cordial, dedo corazón, medio o “dedo malo”. El índice se considera el dedo más expresivo: el dedo que advierte, el dedo que acusa, el dedo en los labios que manda callar, el dedo que amenaza, el dedo que señala la dirección única, que se usa para mostrar una negativa moviéndolo a ambos lados de forma reiterada, o para enfatizar instrucciones u órdenes. Se acostumbra a señalar con el dedo índice en nuestra vida diaria (aunque en ocasiones se nos advierta lo contrario: “no señales con el dedo”). Ahora es posible expresar el mismo gesto digitalmente gracias a los emoticonos de nuestros dedos que apuntan en diferentes direcciones: el dedo índice de solapa apuntando hacia la derecha o hacia la izquierda indica dirección. Manuel Vincent (El País, 2017)[6] lo llama “dedo fálico”; atributo conferido generalmente al dedo medio extendido:
El poder omnímodo del dedo lo pintó Miguel Ángel en el fresco de la Capilla Sixtina. En lo alto de la bóveda la figura de Jehová aparece como una nave nodriza que en pleno vuelo trasvasa su energía en el cuerpo de Adán para dotarlo de vida. El Creador y su criatura están a punto de juntar las yemas y ese contacto explosivo siempre se ha interpretado como un acto erótico. En ese dedo fálico se concentra el poder del macho.
El dedo “indicador o señalador” figura asimismo en el cuadro La última cena del pintor Miguel Ángel y también en el cuadro de San Juan Bautista, cuyo dedo índice apunta señalando. Ese dedo indicador de San Juan Bautista, quien mientras los demás profetas habían anunciado a Cristo desde lejos, lo señaló de cerca con el dedo índice levantado: “He aquí el Cordero de Dios”; dando así origen a la expresión “hasta que San Juan baje el dedo” o “cuando San Juan baje el dedo”. (García Flores,12/03/2008)[7]. Otra variante sudamericana de dicha expresión es: “hasta que San Juan agache el dedo”; forma que aparece en la novela colombiana “María”, escrita en 1867 por Jorge Isaac (Ortega Morán, A. 2008):
Pero si la muchacha se me encapricha, sí le juro que un día de éstos la encajo en uno de mis mochos, y al beaterio de Cali va a dar, que ahí no se me le ha de asentar una mosca, y si no sale casada, rezando y aprendiendo a leer en libro, la tengo hasta que san Juan agache el dedo.
Sin embargo, el dedo icónico en el contexto caribeño antillano es aquel que figura en la locución “cuando Colón baje el dedo” que de acuerdo con el sitio web de Dichos y Refranes[8] alude a la estatua ubicada en San Juan, dedicada a Cristóbal Colón, el explorador que reclamó a Puerto Rico como territorio español. Se utiliza esta expresión, para referirse a eventos que nunca sucederán. Asimismo, Diccionario Libre ubica el uso de esta expresión en Santo Domingo[9]:
Expresión inspirada en una estatua de Colón en el Parque Colón, en Santo Domingo, donde se le representa señalando con el dedo índice. Como por años está en esa misma posición señalando, se ha acuñado la expresión para indicar que algo o una condición o situación va a durar indefinidamente, por largo tiempo.
Recientemente, a raíz de la visita del rey de España, Felipe VI, surge la controversia sobre el “derrumbe” de la estatua de Juan Ponce de León. Si bien se comete un desliz lingüístico (impropiedad) en el uso de la palabra, pues fue un acto volitivo (derribamiento) y no fortuito; cayó al piso la estatua de un conquistador cuyo dedo índice también apuntaba hacia el cielo. Previo a dicho suceso, la Asociación de Guías Turísticos de Puerto Rico había comentado en El Adoquín Times (2018, agosto 14):
Existe una famosa expresión puertorriqueña que dice “Cuando Colón baje el dedo”, y muchos se refieren a una escultura localizada en la Plaza San José en el Viejo San Juan; pero que, por desconocimiento de la historia, piensan erróneamente que ese monumento representa a Cristóbal Colón, cuando en realidad es del conquistador Juan Ponce de León. Lo peor de todo es escuchar a una persona repetir ese dato equívoco de nuestra historia a personas que nos visitan.
Así, del mismo modo que se emplea la locución “Cuando Colón baje el dedo” se utiliza referente al conquistador Juan Ponce de León, como se ilustra en la tirilla cómica Pepito, de Pepito Colón, publicada en Facebook, cuya madre responde “Cuando Juan Ponce de León baje el dedo” al contestar a una solicitud del niño. La fraseología popular en Puerto Rico recurre también a otras expresiones con el mismo sentido: “Cuando las gallinas mean”, “Cuando se apague el sol”, “Cuando el infierno se congele” (traducción del inglés “When hell freezes over”).
Si bien cuando es un adverbio relativo cuyo significado es: «Algún momento en el que o ningún momento en el que» (RAE, DLE); el sentido de la expresión es negativo, nunca. El país de Nunca Jamás (del término inglés Neverland) es una isla ficticia descrita en la novela fantástica del escritor escocés J. M. Barrie, Peter Pan.
Cuando nos referimos al nunca jamás, se hace referencia a algo que es imposible; pero sobre todo, a circunstancias que solo pueden yacer y evolucionar en la imaginación del ser humano.
Referencias
Acto de habla idiomático. Glosario bilingüe de términos lingüísticos. (2022). En : Portal de lingüística hispánica. Hispanic Linguistics. [En línea, Web]. Disponible en: http://hispaniclinguistics.com/glosario/
Dicho. (2022, Febrero) En: Significados.com. [En línea, Web]. Disponible en: https://www.significados.com/dicho/
Durante, V. [Encargada de Edición]. (2022). Fraseología y paremiología : enfoques y aplicaciones. En: Biblioteca Fraseológica y Paremiológica, Centro Virtual Cervantes (CVC). [En línea, Web]. Disponible en : https://cvc.cervantes.es/lengua/biblioteca_fraseologica/n5_durante/default.htm
Martínez de Sousa, J. (1997). Diccionario de redacción y estilo. Madrid, España: ediciones Pirámide, S. A.
________________ (2001). Manual de estilo de la lengua española. [Segunda edición revisada y ampliada]. Gijón, Asturias: Ediciones trea, S. L.
Ortega Morán, A. (2008, Diciembre 3). Hasta que San Juan baje el dedo. En: Cápsulas de lengua. Historia de palabras y expresiones castellanas. [En línea, Web]. Disponible en: https://capsuladelengua.wordpress.com/2008/12/03/hasta-que-san-juan-baje-el-dedo/
Pérez Porto, J. y Merino, M. (2011. Actualizado: 2021). Definición de modismo.
En: Definicion.de. [En línea, Web]. Disponible en : https://definicion.de/modismo/
Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española. (2010). Nueva gramática de la lengua española. Manual. España: Espasa Libros, S. L.
[1] Se entiende por acto de habla la unidad básica de la comunicación lingüística, propia del ámbito de la pragmática, con la que se realiza una acción (orden, petición, aserción, promesa…). (CVC, Diccionario de términos clave de ELE).
[2] Paremiología, tratado de refranes; referido a la paremia. 1. f. cult. Refrán, proverbio, adagio, sentencia. (RAE, DLE).
[3] https://cvc.cervantes.es/lengua/biblioteca_fraseologica/m2_sevilla/introduccion.htm
[4] https://2020.udep.edu.pe/castellanoactual/bajar-el-dedo/
[5] http://etimologias.dechile.net/?dedo
[6] https://elpais.com/elpais/2017/02/10/opinion/1486735268_563773.html
[7] https://la-respuesta.com/blog/Que-es-bajar-el-dedo-en-Puerto-Rico/
[8] https://dichosyrefranes.org/boricuas/
[9] https://diccionariolibre.com/definicion/cuando-col%C3%B3n-baje-el-dedo