El país sin nombre
Otros lo llaman Estados Unidos, para referirse a su carácter federado, pero también existen estados federados venezolanos, mexicanos y brasileños. Podrían llamarse Estados Unidos de América del Norte, pero también los Estados Federados (Unidos) Mexicanos están en ese continente.
Aún otros los llaman norteamericanos, pero en América del Norte también viven los mexicanos y los canadienses. Tampoco los podemos llamar norteamericanos anglosajones porque hay anglosajones en Canadá. Además, los habitantes originales de este territorio vinieron de Asia y fueron diezmados por los conquistadores europeos de diversos países. ¿Y qué de los africanos que fueron traídos como cautivos esclavos? ¿O los inmigrantes que han llegado a América del Norte desde los más diversos países?.
Entonces ¿qué queda? Algunos los llaman gringos. Otros los llaman yanquis o imperialistas yanquis. Pero hacerlo de forma correcta requiere referirse a la clase dominante, al estado, no a los oprimidos. Porque son los representantes de la clase dominante, dentro del estado o fuera de él, los que impulsan la ideología de su supuesta superioridad racial, lo mismo frente a los oprimidos en el imperio, que en las colonias y neocolonias.
Usar las palabras americanos o norteamericanos para referirse a los que en realidad son los representantes de la clase dominante del estado imperial que nos sojuzga desde 1898, es quedarse preso dentro de los límites de la ideología imperial. Esa ideología es excluyente y racista, porque se pretende dejar fuera a todos los que no son anglosajones y otros llamados blancos del imperio norteño, de la categoría americanos. No hay que olvidar que el uso del lenguaje de la clase dominante de un imperio en una colonia, es una forma de someterse a sus límites económicos y políticos.
No hay grupos humanos inferiores ni superiores, sólo diferimos en los procesos histórico-sociales por los que hemos pasado. Los humanos surgieron en África. Sistemas sociales avanzados se desarrollaron en Mesopotamia en el Oriente Medio y en el norte de África, Egipto. Luego sucedió algo similar en China, India y Meso América. El desarrollo de Europa se mantuvo retrasado con respecto a los otros continentes. Después se desarrollaron imperios en el Oriente Medio, otros con base en el Mediterráneo como Grecia y Roma y en Asia
Los imperios se forman a través de la guerra, el control represivo y la explotación del trabajo de los colonizados. Con el tiempo las transformaciones culturales y la ideología vienen a jugar un papel importante en la estabilización de los imperios. La supuesta superioridad cultural y política del imperio es inculcada a los colonizados para mantener su dominio.
En los imperios modernos el racismo juega un papel fundamental para dominar a los colonizados. El mismo surge como resultado de la colonización del nuevo mundo por las potencias europeas. Primero se desarrolla con respecto a los habitantes de lo que vino a ser nombrado América, para justificar el trabajo forzado. Después se usó para justificar el cautiverio y esclavitud de los africanos.
Las razas no existen, sólo hay diferentes historias humanas en distintos pueblos. Las diferencias biológicas entre los grupos humanos son mínimas. El color de la piel no tiene nada que ver con la inteligencia y el desarrollo de los humanos. Sólo el racismo, que no tiene ninguna base científica, lo convierte en una desventaja para algunos grupos humanos. El racismo ha sido utilizado por las clases dominantes de los imperios para tratar de justificar su dominio sobre las colonias y neocolonias.
La clase dominante del imperio ha utilizado la ideología racista como forma de mantener sojuzgados a los puertorriqueños. Esta se ha expresado como supuesta vagancia, falta de espíritu de empresa y docilidad, entre otras formas. Afirmar la humanidad de los puertorriqueños, igual a la de cualquier otro pueblo, es afirmar la aspiración a la libertad. Conocer que somos uno de los pueblos de América es parte importante de ese proceso de liberación.