El plan Ricardo Rosselló: sí Pepe
1. Proponemos varias estrategias para salvaguardar nuestra Red Universitaria (instituciones privadas y la Universidad de Puerto Rico) y aumentar su desempeño.
El gobierno no tiene injerencia en las universidades privadas y lo más que puede hacer es pedirles ayuda intelectual. Pero como existe una universidad del estado, en vez de acudir a instituciones privadas de enseñanza superior aquí o fuera de aquí, debería contratar primero al talento de la universidad del estado para resolver problemas que los de aquí entienden mejor que un foráneo. Una forma de “salvaguardar y aumentar el desempeño” de nuestra universidad es que el gobierno la deje quieta y que no la use para propósitos partidistas y proselitistas o para emplear personas que no tiene las credenciales que merece la institución. Si verdaderamente ha de ser parte de la “economía del conocimiento” tiene que emplear personas que lo produzcan. Para esto hay que tener un sistema basado en el mérito y en la productividad académica y no en conexiones políticas para el reclutamiento de nuevo talento y su retención. Usualmente esto quiere decir respaldo económico y condiciones de trabajo óptimas lo cual, ante la crisis que vivimos, habría que formular clara y específicamente.
Como no se dice cuáles son las estrategias había que ver en qué ideas concretas están basadas y cómo se implementarán. Más importante es que exactamente se defina qué quiere decir el candidato con “nuestra Red Universitaria (instituciones privadas y la Universidad de Puerto Rico)”. ¿Cuáles instituciones privadas? ¿A qué red se refiere? ¿Qué papel juega en este plan la institución privada que la ha pagado el sueldo en lo que hace campaña?
2. Comenzaremos a internacionalizar nuestras universidades. Fomentaremos que más estudiantes visitantes se matriculen en nuestras instituciones ofreciendo incentivos de colaboración para promover a Puerto Rico como un destino académico, e incentivaremos la colaboración con universidades de EE.UU., a fin de que establezcan espacios aquí.
Internacionalizar nuestra universidad no es solo que vengan estudiantes de otros lugares, sino que vengan a enseñar a ella profesores de reconocimiento nacional en su país y que se coticen internacionalmente. Ya eso sucede en el sistema UPR y en las tres escuelas de medicina de la isla que son privadas. La mejor forma de fomentar que más estudiantes que no viven en Puerto Rico se matriculen en nuestras instituciones (principalmente el sistema del estado) es que el sistema UPR alcance el nivel mundial que la haga ser reconocida en muchas ramas del saber, como una vez lo fue en el campo de las humanidades y las letras.
Aterra la sugerencia de “ofrecer incentivos”. En las mentes sin lumbre esto siempre se traduce a no cobrar o dar cosas sin que se paguen impuestos impidiendo que entren fondos que malamente necesita el erario. ¿Qué quiere decir esto? ¿Cuáles han de ser los incentivos para la colaboración? ¿Darle dinero a Harvard, Princeton o Yale? Peor me parece que estas universidades foráneas “establezcan espacios aquí”. ¿Por qué querría un nuevo gobernador que estas compitan con la UPR localmente? ¿Van a ser las Wal-Mart de la educación superior? Dudo que ninguna universidad que valga la pena venga a establecer una sucursal en un sitio donde no hay dinero. Lo hicieron en el mediano oriente cuando había muchos petrodólares pero no se oye mucho de eso ahora.
Esta sugerencia augura mal para la UPR. En vez de gastar en tratar de reclutar estudiantes de afuera hay que reforzar la universidad para que los estudiantes de afuera la reconozcan como un lugar en que vale la pena estudiar porque recibirán una gran educación mucho más barata que en Harvard, Princeton o Yale.
3. Bajo el Puerto Rico Innovation and Technology Service (PRITS), lograremos los recursos para que las universidades puedan maximizar su ofrecimiento de cursos a distancia.
¿Qué es, cuánto constará y quiénes componen el PRITS? ¿Por qué está hablando en plural: “las universidades”. Las universidades privadas que quieran competir con las cientos si no miles de universidades en el globo que ofrecen cursos a distancia (algunos gratis) que generen sus propios fondos, máxime si son “sin fines de lucro” y no pagan impuestos. La educación a distancia es un tema complejo y no sé qué conocimiento tiene el candidato al respecto, pero para que pueda cumplir con “lograremos los recursos” para este proyecto necesitaría un equipo técnico y tecnológico que costaría dinero que no tenemos. Nuevamente, que se use el dinero que consiga si llega a gobernador para reforzar el sistema UPR.
4. Para el mercado del exterior, nuestra red universitaria acreditada ofrece la ventaja adicional del bilingüismo. Esta población puede venir a capacitarse en inglés u otras destrezas académicas. Y para los universitarios locales que no se estén matriculando por razones económicas, nuestra propuesta UNI ACCESO proveerá personal del Centro de Oportunidades Federales para ayudarlos a solicitar becas, vivienda y otras asistencias federales.
En “The Guardian” del 29 de junio de 2015 se indica que EE.UU. tiene 41 millones de personas que hablan español y 11 millones que son bilingües, en otras palabras más personas que hablan español que España y Colombia. Solo México tiene más gente que habla español. En Puerto Rico todos hablamos español pero, ¿cuántos, aún en la misma universidad, somos bilingües? Si alguien quiere aprender inglés por qué ha de venir aquí? Sí, nuestros estudiantes que son bilingües, no importa lo malo que hablen inglés, encuentran trabajo en EE.UU. por serlo, pero es hablándolo allá que lo aprenden mejor.
En cuanto a becas federales, me parece buena idea que haya un lugar para ayudar al estudiante a conseguir becas para sus estudios y vivienda barata mientras estudia. Debería ser el centro de becas en la universidad de Puerto Rico y sus dependencias y cada universidad que tenga su oficina. Crear una burocracia nueva para información que ya está en la red es absurdo y descabellado, principalmente cuando el gobierno no tiene dinero.
5. Vamos a desarrollar corredores tecnológicos aledaños a centros universitarios (Río Piedras, Mayagüez, Ciencias Médicas) para promover la investigación y la innovación. Así, la UPR podrá crecer en términos de competitividad y calidad. Esto se suma a nuestra propuesta de solventar a la UPR a cambio de capacitar al servidor público.
Ya este perro nos mordió con su fracaso. La investigación no es receptiva a chijí chijás. Uno no desarrolla “corredores tecnológicos aledaños”. No sé si el autor de la propuesta sabe que estos “corredores” no son edificios sino más bien un concepto que consiste en la relación entre personas que trabajan en ciencia y tecnología en instituciones cercanas a los campus de Río Piedras, Mayagüez y Ciencias Médicas; por ejemplo, investigadores que hacen investigación de verdad con propuestas sometidas a los Institutos Nacionales de Salud (NIH), la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) y otras agencias federales que son evaluadas por pares y otorgadas a base de mérito. Nadie, ni el gobernador ni el comisionado residente puede traer “más dinero para investigación” a menos que no se dedique a escribir propuestas y a estar en el laboratorio trabajando.
No sé qué quiere decir (si algo) “solventar a la UPR a cambio de capacitar al servidor público” porque no tiene sentido. Sí, tenemos que sacarnos de la mente que las propuestas de investigación exitosas “solventan” los problemas económicos de las instituciones. Decir eso es no saber cómo funcionan los “grants”, que en realidad son una especie de contrato que dice más o menos así: Voy (el investigador) a hacer estos experimentos porque tengo esta hipótesis y para eso necesito estos materiales, este equipo, esta ayuda técnica, el tiempo mío (que hay que pagarle a la institución) y tres años para lograrlo. Una vez que es leída y evaluada por pares, y aprobada entonces envían el dinero. Si hay productividad apreciable (publicaciones en revistas evaluadas por pares) y se confirma la hipótesis el “grant “puede que continúe si se somete una nueva propuesta. Hay algo que se llama “costos indirectos” que acompañan los donativos y cubren cosas que no tiene que ver directamente con la investigación pero que son necesarias: limpieza, manejo de desperdicios biológicos, costos de agua y electricidad, una partida para sostener la biblioteca institucional, la oficina de personal, los costos de contabilidad del donativo, y otros gastos administrativos para respaldar la propuesta. El por ciento de costos indirectos está negociado por la institución con el gobierno y cuando se contabiliza se tiene que haber gastado para lo que dice el contrato negociado. Encima de eso, esos gastos tienen que ser sometidos a la agencia y, en general, esta reembolsa entre 50 y 75% (Nature 515, 326-329, 2 November 2014) de lo que se reclama. De hecho, hay donativos que le cuestan más a la institución de lo que su valor en dólares representa. NO hay ganancia con los donativos de modo que no contribuyen a “solventar” ninguna institución.
6. Bajo “Tecno-ayuda al de Aquí”, el gobierno dará preferencia a la compra de productos tecnológicos desarrollados en Puerto Rico. De esta manera, el gobierno capitalizará la industria local fomentando la creación de empleos en este sector, y facilitará la colaboración con las universidades para desarrollar capacidades, experiencias y hasta propiedad intelectual.
Me parecería muy bien si nos dijesen cuáles son estos productos tecnológicos y cómo saltamos de su compra a la colaboración “con las universidades para desarrollar capacidades, experiencias y hasta propiedad intelectual”. Todo esto suena muy bien pero no ha ocurrido porque no tenemos el nivel de ciencia y tecnología que se requiere para que contribuya de forma significativa al desarrollo económico del país. Como mucho de lo que antecede y procede son ideas que se han tratado ya en casi todos los 50 estados y solo han resultado en aquellos que tienen la infraestructura de numerosos investigadores para lograrlo, no creo que se logre.
En cuanto a la propiedad intelectual remito a mi artículo “Células, genes, patentes y la economía académica” en revistacruce.com 9 de septiembre 2013; también “La academia, la investigación y la economía de Puerto Rico” en “Alma Mater: Memorias y perspectivas de la universidad posible” F. J. Rodríguez Suárez y J. Rodríguez Beruff, editores, Escuela de Arquitectura, Universidad de Puerto Rico, pp 330-337, 2013, y podrán constatar con números que es improbable, si no imposible, resolver con patentes los problemas económicos de una institución, mucho menos de un país.
7. También eliminaremos restricciones de elegibilidad al R&D Tax Credit (Ley 73-2008), a fin de dar prioridad a pequeñas empresas que operan con grants federales. Esto generaría interés entre pequeñas empresas fundadas por investigadores en universidades de EE.UU., que podrían motivarse a hacer sus investigaciones en la Isla, y eventualmente convertirse en corporaciones multinacionales con sede aquí. Estas empresas representan el nuevo modelo de comercialización de la tecnología y son un puente entre el sector académico y el industrial.
Volvemos al asunto de evadir los impuestos usándolos como incentivos que me parece un idea perniciosa. En cuanto a las pequeñas empresas fundadas por investigadores en las universidades del norte, estas quieren estar cerca de más investigadores. Me encantaría que vinieran a Puerto Rico, aunque no sé porqué lo harían, y más aún que se conviertan en corporaciones multinacionales con sede aquí. De que pueden ser “un puente entre el sector académico y el industrial” no cabe duda, pero eso es un truismo basado en un sueño futuro.
8. Para el sector agrícola, realizaremos acuerdos colaborativos con universidades en áreas como Análisis Económico y Financiero, y Estrategias de Mercadeo, a fin de que el agricultor tenga un apoyo que le ayude a aumentar su capacidad de producción. Esto crearía centros de práctica para nuestros estudiantes interesados en desempeñarse en este sector.
Cualquier cosa que promueva la agricultura es un buen plan. Esto incluiría no dejar que se hagan más urbanizaciones en tierra fértil y lejos de los pueblos (hay que volver a los centros urbanos). Si Puerto Rico quiere sobrevivir tiene que sembrar y cosechar lo que se come y no cumplir las leyes de cabotaje. Antes de “Análisis Económico y Financiero, y Estrategias de Mercadeo” hay que fomentar la siembra y la colecta de alimentos esenciales de nuestra dieta. Los estudiantes que aprenden técnicas de agricultura y que trabajen en fincas en los veranos.
9. Crearemos el Instituto PRo-activo, una entidad cuasi pública con la participación de diversos sectores, especialmente las universidades, que trabajará estratégicamente para manejar cambios repentinos a nivel global; desarrollar capacidades y pericia para anticipar cambios futuros y manejar riesgos; determinar las tendencias que pueden afectar a Puerto Rico, y delinear estrategias correspondientes. Con PRo-activo lograremos que las cosas en Puerto Rico finalmente se hagan con el nivel de inteligencia y planificación que requieren los tiempos modernos.
Como dijo Yogi Berra (el cátcher de los Yankees) toda predicción es problemática, particularmente cuando se refiere al futuro. La fantasía que es la número 9 está demasiado cercana a Plan 9, From Outer Space (la peor película que jamás se ha hecho) para uno poder comentarla con seriedad. Su lema, PRo-activo, es de tanto genio y tanta proyección publicitaria que no puedo sino rendirme a su perspicacia y su visión. Que estas propuestas estén siendo escuchadas por un público que piensa votar por el señor Rosselló me impide considerar que nada en Puerto Rico finalmente se “[haga] con el nivel de inteligencia y planificación que requieren los tiempos modernos”.
La respuesta de R. Rosselló es un compendio de acrónimos preparados por publicistas y ya huelen a gastos innecesarios: “la red universitaria”, PRITS, Uni-acceso, Centro de Oportunidades Federales, PRo-activo, y, por el que esperaré con ansias su acrónimo, “Tecno-ayuda al de aquí”. ¿Teaqi?
Se le olvidó señalar a R. Rosselló que la mayoría de estas ideas recicladas han fracasado en el pasado y que el país necesita soluciones, no sueños de magia y palabras huecas. Lo único que podemos predecir con certeza es la hecatombe que será si el señor Rosselló es electo y comienza a regar plata para implantar estas boberas. Hay que combatir esta superficialidad, que pudo haberla formulado cualquiera sin poner pie en la isla y desde cualquier parte del mundo, y aunar fuerzas en contra del ultraje de nuestros bienes de adentro y de afuera.