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Inicio » 80grados+ Educación UPR

Enseñar a leer el género en los discursos de las disciplinas

Elsa R. Arroyo VázquezElsa R. Arroyo Vázquez Publicado: 15 de marzo de 2019



Erik Sandberg

Hace casi cinco años estrenamos en el Departamento de Estudios Hispánicos del Recinto de Mayagüez (UPR- RUM) la secuencia curricular en Estudios Literarios y Culturales de las Mujeres y el Género. Esta secuencia, entre otros esfuerzos que se estaban realizando en aquel momento, contribuía a reorientar la visión de lo que correspondía hacer a un Departamento de Lengua. Después de haber practicado activismo feminista con colectivos y amistades queridas por muchos años en el Recinto, a mí, como su fundadora, la secuencia me dio la oportunidad de apreciar cercanamente cómo una formación con perspectiva de género abre puertas a las mujeres jóvenes para ver, interpretar y actuar en el mundo de maneras nuevas y liberadoras. Me permitió al mismo tiempo encontrar varones concienciados, así como estudiantes trans y cuir antipatriarcales que contribuyen con entusiasmo y desafío a construir el feminismo del siglo XXI.

Pocas veces quienes nos dedicamos a enseñar tenemos la satisfacción de ver resultados tan palpables. La educación con perspectiva de género lo logra. Sin embargo, los programas que la incorporan, cuando no son disminuidos académicamente, son atacados por el conservadurismo ideológico rampante. Sumado a eso, la precariedad que producen los infames recortes económicos que en este momento el gobierno busca imponer a la educación pública los hace vulnerables a desaparecer. Por eso se necesita que defendamos con insistencia el mérito académico de los estudios del género como disciplina y, a la vez, atestigüemos su valor en el ámbito de lo personal y las satisfacciones que produce. A mí me mueve la esperanza en la pujanza y lucidez ideológica del activismo feminista de relevo que veo generándose en el país.

Una de las tareas que disfruté en la creación de este currículo en 2014, además de idear y ofrecer el curso teórico medular, fue la mentoría investigativa a los primeros grupos que completaron la secuencia. Hicimos de esta mentoría un proceso productivo colectivo. A través del mismo íbamos buscando preguntas de investigación que valiera la pena contestar y que resultaran estimulantes. Colectivizar conscientemente una parte significativa del proceso investigativo reta las prácticas individualistas y competitivas, lo que es parte integral de la pedagogía feminista.

En las disciplinas usamos la formulación de preguntas complejas como parte del método científico y filosófico y en las clases de lengua y redacción la practicamos como un proceso autoconsciente de pensamiento fundamentalmente lingüístico y discursivo. Es lo que hicimos en el Seminario en Estudios Literarios y Culturales de las Mujeres y el Género. Dicho seminario es el requisito de salida de la secuencia curricular. Pueden solicitar y completar la secuencia estudiantes de cualquiera de los departamentos y especialidades del Recinto que se interesen por aprender a leer género y sexualidad en los textos orales y escritos de la cultura.

Como parte de ese aprendizaje, en las investigaciones del Seminario perseguimos cuestionar críticamente los discursos de las diversas disciplinas en que el estudiantado se especializaba, aplicando la perspectiva de género a un aspecto textual de su campo de estudio, cualquiera que cursara, ya fuera en el currículo de las artes o las llamadas “humanidades”, o ya fuera en el de las tecnologías y ciencias, “suaves” o “duras”.

Mis estudiantes tenían la tarea de revisar con suspicacia los discursos de su especialidad con la ayuda de la teoría feminista aprendida, para dejar al descubierto los sesgos sexistas y de género de sus disciplinas. Cuando el estudiantado entra al Seminario ya ha tomado, por lo general, cuatro cursos de género, incluyendo el medular titulado Teorías Críticas Feministas: Leyendo Género y Sexualidad. En éste, como lo indica el título, se invierte un semestre en estudiar lecturas de teorías feministas diversas con una perspectiva panorámica. En la primera parte del Seminario, presumiendo ya un estudiantado de nivel avanzado en estudios del género, empleábamos el tiempo estudiando textos que ampliaban los temas teórico-feministas mientras iban pensando en problemas relacionados con el género dentro de su campo de estudio para desarrollar su investigación. Esta reflexión se realizaba mediante ejercicios de redacción guiados, el principal, hacerse preguntas a la luz de las lecturas asignadas, que relacionaran planteamientos teóricos del feminismo con asuntos y problemas de sus respectivas especialidades a los que se les pudiera aplicar la teoría del género.

Mediante trabajo colectivo, con presentaciones a todo el grupo, cada estudiante iba discutiendo sus preguntas, determinando con ayuda de sus colegas cuáles tenían más posibilidades de convertirse en una investigación interesante y fructífera, contestando las preguntas para obtener posibles hipótesis de trabajo, seleccionando finalmente la pregunta y delimitando el tema. Luego de esta etapa comenzaba la de revisión de literatura relacionada con su tema. Llevaban a cabo presentaciones diarias de las lecturas que cada cual iba descubriendo, discutiéndolas con el grupo que, a su vez, hacía preguntas y colaboraba con ideas. El estudiantado de este curso redactaba por pasos su artículo investigativo creativo. Además, diseñaba carteles sobre sus investigaciones, los cuales exhibía y presentaba en una actividad de fin de semestre. Preparar carteles investigativos no es común en nuestra área. Es una manera de salir de la ponencia o conferencia convencional para diversificar las formas de difusión del trabajo en nuestro campo y ampliar nuestro público. Al estudiantado le permitía mostrar su recién adquirida capacidad de trasladar el conocimiento del feminismo y de los asuntos del género al análisis del discurso de sus respectivas especialidades, un trabajo todavía poco común. Por eso nos pusimos de acuerdo en llamarles “transgresiones críticas” a estos proyectos. Bajo mi mentoría, 15 estudiantes realizaron estas transgresiones y debutaron presentando las primeras investigaciones de la secuencia.

Detallo aquí temas y hallazgos del trabajo realizado. Todos los proyectos demuestran la productividad de los estudios de las mujeres y el género para leer de maneras diferentes e innovadoras los discursos de las disciplinas y la cultura. Todos proponen una mirada desencubridora a lo que usualmente se niega: el sexismo heteropatriarcal escondido en discursos naturalizados y algunos de ellos aparentemente neutros. Plantean hipótesis retantes con potencial de desarrollo en investigaciones de mayor alcance como parte de lo que se practica en un departamento que estudia la lengua y las estrategias de lectura.

La perspectiva de género aplicada en las áreas de literatura, lengua y teoría crítica

José Miguel Guerrero Jiménez. Debate feminista: El país de las mujeres de Gioconda Belli, ¿una utopía feminista blanca?

José Miguel, alumno de Estudios Hispánicos, seleccionó esta novela catalogada como una “utopía feminista”. Difícil cuestionar tal apelativo para un texto cuyo argumento trata del triunfo de un partido político de mujeres tras una impresionante y corta campaña con un programa para establecer un gobierno de mujeres que implantó una perspectiva femenina de los problemas del país y sus soluciones. A partir de la discusión en clase de textos de bell hooks, sobre el feminismo negro estadounidense, y de Francesca Gargallo, sobre las mujeres y el feminismo indígena, a él se le ocurrió verificar si esta “utopía” incluía visiones y preocupaciones del feminismo negro o indígena o si, por el contrario, tenía un sesgo de feminismo blanco.

Con algunas evidencias extraídas del análisis de la trama y del discurso textual, trató de demostrar que, en efecto, la novela intenta incorporar elementos que recogen aspectos raciales y culturales de lo negro e indígena. Sin embargo, al usarse una perspectiva poscolonial puede entenderse que no necesariamente lo logra. Prevalece un discurso que privilegia una visión blanqueada de la mujer, su cultura y reivindicaciones. No logra que lo negro o indígena deje de ser lo “otro”, difícil de incorporar de otra manera que no sea desde el discurso racializado paternalista colonizador. Pienso que investigaciones como esta ayudan a entender que hay asuntos de género y raza que es urgente entrelazar para precisar las exclusiones que ocurren al interior del universo del discurso feminista occidental. Vale la pena problematizarlas para comprender las múltiples, complejas e inconscientes vías que transita la colonización del territorio, la cultura, la economía, los cuerpos, el discurso y nos ayudaría a otear mejor ese horizonte hacia el que queremos caminar.

La otredad de la mujer criolla según la construye el discurso “occidental” de género y raza en la novela El caballero de la flauta de Mayra Montero

Gustavo Vizcarrondo Garrastegui, como estudiante de Hispánicos, era amante de la lectura literaria y admirador de la narrativa de Mayra Montero. Había leído recientemente esta novela histórica y había notado que el personaje central de “mujer” se caracterizaba a partir de lo que él percibía como una especie de anulación de su ser. Acordamos cuestionarse de dónde surgía esa percepción tan poderosa en él como lector, combinando la teoría de la recepción con la feminista. ¿Podría decirse –siguiendo una idea discutida de una de las lecturas estudiadas en la clase de teoría crítica literaria– que el discurso que la persona autora usa para construir su personaje convincentemente para quien lee es ya un producto histórico que de antemano nos ha construido nociones aceptadas, por ejemplo, la de la subjetividad “mujer”? Tendría que luchar contra la idea generalizada de que un texto literario, y más aún histórico, refleja una realidad. Por otro lado, le interesaba vincular esa construcción textual de lo femenino con el planteamiento de Simone de Beauvoir de que la mujer, en la sociedad occidental, se ha concebido como un “otro” inesencial frente al varón como un sujeto o yo esencial. De hecho, el personaje “histórico” de la novela es un prócer de la independencia venezolana. No era de extrañar que el personaje femenino se construyera desde su relación sentimental con el héroe, una otredad muy convencional. Gustavo concluye que la construcción del personaje no escapa de la tradicional de la mujer cuya vida gira en torno a una relación amorosa, por lo que el texto no rompe sino que perpetúa esas ataduras discursivas, dejando de lado otros imaginarios discursivos que es posible crear a nivel de lo “literario” e “histórico”.

La deconstrucción del lenguaje generizado: el grafema “x” como performance del contragénero

Joshua Mercado Olivera, estudiante de Hispánicos, se interesaba en la lingüística. Motivado por la diversidad de alternativas de lenguaje inclusivo ingeniadas para deconstruir el sexismo manifestado en usos lingüísticos, investigó sobre una de esas variantes: el uso del grafema x para sustituir los morfemas de género masculino/femenino con el objetivo de llamar la atención hacia la transgeneridad y cuestionar el binario. Realizó entrevistas para determinar la actitud de las personas encuestadas hacia ese uso que él llama performance del contragénero. También se propuso investigar si en grupos generacionales más jóvenes encuestados, como el de estudiantes de universidad, todavía prevalecían los estereotipos de género, particularmente relacionados con las profesiones masculinizadas y feminizadas. Argumentó, siguiendo a lingüistas que así lo afirman, que los usos lingüísticos influyen en la manera de pensar de las personas hablantes de una lengua, por lo que es fundamental una educación con perspectiva de género que, entre otras metas, adopte y defienda el uso del lenguaje inclusivo sobre todo para beneficio de las generaciones más jóvenes.

Además del estudio de actitudes hacia ese tipo de cambios lingüísticos, propuso usar en una segunda etapa experimental de esa investigación una metodología desarrollada en la lingüística para medir el tiempo de reacción de una persona al leer. El objetivo es determinar la medida en que la metodología sirve para corroborar cuánto las personas tienen internalizados los estereotipos de género en relación con las profesiones, en particular. De esa forma, Joshua abordó un debate sustancial en torno al cual incluso el feminismo se divide –el uso de diversas vertientes de lenguaje inclusivo– y propuso usar metodologías e instrumentos de medición experimental para estudiar un tema que se debate más frecuentemente a nivel filosófico.

Bailando a un nuevo ritmo: Rupturas con la colonialidad del género en la bomba puertorriqueña actual

Yaira Jorge Mercado es estudiante graduada y maestra en una escuela pública. Pertenece a un grupo de bomberas mayagüezanas que rompen patrones en el género de la bomba con prácticas que podríamos considerar feministas. Muy pertinente entonces investigar sobre este tema tan vinculado a su realidad existencial. La bomba, como género artístico que incluye manifestaciones verbales, rítmico musicales y performáticas, está experimentando unas transformaciones que cuestionan y transgreden los roles binarios de género que parecerían haber estado muy rígidamente establecidos en la tradición bombera. Partiendo de la teoría crítica de la colonialidad del poder del teórico Aníbal Quijano, así como del concepto colonialidad del género de las teóricas feministas decoloniales María Lugones y Ochy Curiel, explora esos rígidos roles de género y sus desafíos en la contemporaneidad de una práctica que en sus orígenes fue producto de la cultura generada por la esclavización africana. A la vez que estudia los cambios incorporados por las generaciones bomberas actuales que contribuyen a darle vigencia al género de la bomba, se pregunta si en verdad los roles eran tan rígidos como se ha planteado, tomando en cuenta que la generización, igual que la racialización, son mayormente producto de la colonialidad europea y no necesariamente de los pueblos originarios ni africanos. Además, propone estudiar las letras de las canciones que están surgiendo en la bomba contemporánea con un sustancial contenido feminista y que son parte del cuestionamiento de género que está surgiendo dentro del arte. Aunque otras críticas señalan que los cambios se observan en las manifestaciones del género de otras áreas de Puerto Rico, estudia principalmente la bomba mayagüezana, incluyendo sus letras, y entrevista a bomberas reconocidas dentro de la tradición bombera del área oeste.

El análisis de género relacionado con el discurso de las mujeres en el empresarismo y con los servicios sociales

Las percepciones de desigualdad de género según las narrativas de dos empresarias puertorriqueñas. Lenna Garay Rodríguez, alumna de Estudios Hispánicos, completaba también una secuencia en empresarismo en la Facultad de Empresas. Aunque parecían áreas muy distantes, podría aplicar al campo empresarial sus conocimientos del análisis del discurso narrativo aprendidos como alumna de un departamento de lengua. La investigación no sería cuantitativamente significativa, por la muestra, pero sería cualitativamente interesante por aplicar la interdisciplinariedad del análisis narrativo al empresarismo. Comprobaría el señalamiento de Marcela Lagarde en uno de los ensayos leídos en clase, de que la perspectiva de género no es meramente una variante que se aplica a un estudio cuantitativo. En algunas ciencias y áreas profesionales se introduce el “género”, pero como un componente meramente matemático. A diferencia de la variante o componente “género”, la perspectiva de género requiere realizarse preguntas que resultan ampliamente productivas en investigaciones cualitativas.

Su proyecto se convirtió en un análisis de las narrativas que se producían en el discurso de algunas mujeres empresarias exitosas que logró entrevistar. Es muy frecuente escuchar el tipo de cuentos de éxito en boca de mujeres que logran un espacio en el mundo empresarial masculinizado. Por un lado, revelan la influencia definitiva del feminismo en el imaginario social, pero, a la vez, muestran la fragilidad del discurso que entiende el feminismo meramente como una forma de compartir el poder con los varones sin transformar las estructuras e instituciones ni la ideología hegemónica. Su análisis demostró que el discurso de las empresarias entrevistadas recogía expresiones que revelaban alguna noción de conciencia de género y del sexismo, pero no tenían herramientas discursivas ni de análisis teórico para identificar el sexismo como una estructura opresiva en su desempeño laboral y menos aún, para su transformación mediante estrategias alternativas.

Deficiencias para la planificación en salud de las mujeres no heterosexuales en Puerto Rico debidas al constructo heteronormativo androcéntrico de género

Verónica Vélez Baigés, estudiante del Departamento de Ciencias Sociales, combinó su preparación en Bienestar Humano con la de género. Había tenido experiencias de trabajo relacionadas con la salud de poblaciones sexo diversas. No obstante, empezó a observar que usualmente los programas iban dirigidos a varones y que, en cambio, existía una desatención a los asuntos de salud sexual y reproductiva de las mujeres que tenían sexo con mujeres, carencia que pone en riesgo la salud de esa población. Una parte importante de su investigación consistió en analizar el discurso de textos explicativos, informativos y didácticos de diferentes programas, que evidenciaba esa invisibilidad. El feminismo ha movilizado la atención a los asuntos de política pública con perspectiva de género, pero por mucho tiempo no se tuvo conciencia de cómo los estereotipos de las relaciones de pareja basados en los paradigmas heteronormativos afectaban estas políticas. El imaginario heteronormativo que hace pensar que los asuntos de salud sexual y reproductiva atañen sólo a mujeres que tienen sexo con hombres es notable en el discurso. El androcentrismo –denunciado por el feminismo porque lleva a pensar insistente y centralmente en el varón, sus problemas, prácticas y subjetividad– afecta y opera hasta en las políticas públicas y beneficios a la población, aun los ofrecidos por instituciones con conciencia de género y abiertas a la sexo diversidad. Esto demuestra que se descubre mucho por reflexionar y trabajar cuando se introducen las críticas al sesgo heterosexual y heteronormativito del feminismo hegemónico. Este tipo de investigación ayuda a precisar el discurso en la información sobre los programas de salud sexual y reproductiva, para reconocer el derecho a la salud de la ciudadanía de una gama de prácticas y sexualidades diversas.

Aplicaciones de la teoría crítica de género en las Ciencias Sociales, las Humanidades y la Psicología

Androcentrismo en el campo académico de la psicología y alternativas feministas para un currículo con perspectiva de género

Joan Quiñones Torres en su último año de Psicología se dio cuenta de que no había estudiado teorías de mujeres psicólogas, excepto las de Ana Freud. En la revisión de literatura descubrió investigaciones realizadas con perspectiva de género en otros países que resaltaban esta carencia en la disciplina y los currículos de psicología. Revisó prontuarios de su programa que definitivamente lo confirmaron. Inició una búsqueda que le proporcionara nombres de psicólogas y sus teorías y a leer por cuenta propia. Como parte de esa revisión autodidacta, encontró que la mayoría de las teóricas revisadas elaboraban teorías sobre el desarrollo de la niñez, sobre el cuidado de otros seres, de las personas en la vejez y frente a la muerte (tanatología).

Relacionó ese hallazgo con las teorías del feminismo de la diferencia que plantean que la sociedad patriarcal, al asignarle unos roles a las mujeres y socializarlas para llevarlos a cabo, les permite producir una cultura “femenina” de conocimientos y comportamientos compartidos caracterizados por especializarse en el cuido de otros seres. Aunque muy valiosos, esos saberes producidos son tenidos en menos, excluidos de los espacios de privilegio. Es difícil para cualquier estudiante enfrentarse a estos textos teóricos sola, sin una mentoría de colegas de la especialidad, lo que demuestra la importancia de un currículo con perspectiva de género en todas las disciplinas. Como ejercicio, se aventuró a redactar lo que podría ser un prontuario de una clase inclusiva. Tendremos que forjar esas generaciones de intelectuales y profesionales de la educación formadas con esa perspectiva inclusiva que sean capaces de visibilizar esas teorías y, sobre todo, pensar en un futuro en que teóricas y maestras las elaboren en condiciones no opresivas y de libertad.

Si de currículo con perspectiva de género se trata, nada más importante que reaccionar a la ley que la estableció en Puerto Rico como política educativa para la escuela pública a través del Departamento de Educación. Y llegó al Seminario la estudiante que podía hacerlo por la pertinencia que tenía para ella.

El Programa de Preparación para Maestros (PPM) del RUM ante la carta circular del Departamento de Educación que establece la incorporación de la perspectiva de género en las escuelas públicas del país

Carmen Román Cortijo, estudiante de Sociología y de la preparación para maestra, ante la incorporación establecida por la carta circular, quería corroborar conocimiento y actitudes entre docentes y estudiantes integrantes del programa. Revisó prontuarios, realizó entrevistas y administró cuestionarios. Tanto el profesorado como el estudiantado se expresó positivamente hacia la perspectiva de género, pero, al analizar el discurso de las personas encuestadas, o no entendían conceptos fundamentales, o no los incorporaban en sus prontuarios. Tampoco existía una política administrativa clara sobre cómo implantarla, ni una filosofía educativa con perspectiva de género incorporada a los objetivos y documentos oficiales del programa. Su proyecto revela que en el ámbito académico universitario se está generando actitud de apertura a los asuntos del género.

El estudiantado universitario, a diferencia de lo que vive en otros contextos educativos, familiares y sociales que le rodean, tiene la oportunidad en la universidad de exponerse a la discusión de estos temas en algunas clases y actividades extracurriculares: conferencias, talleres, coloquios internacionales. Sobre todo, porque existe en el Recinto un activismo feminista y cuir notable desde la década de los 90. Lo evidencia la propia secuencia en género de Estudios Hispánicos, así como el trabajo de apoyo a sobrevivientes de violencia machista a través del voluntariado estudiantil del proyecto Siemprevivas, experiencia que también Carmen tuvo. Sin embargo, todavía no existe una formación que permita incorporarlos y estudiarlos adecuadamente. Correspondería a los programas de preparación del magisterio entrenar a quienes implantarían la perspectiva de género en las escuelas. Al ser novel esta política educativa pública y amenazada por grupos religiosos y políticos derechistas, aunque ya eliminada, se requiere realizar un trabajo constante para educar profesionales que puedan implantarla cuando vengan tiempos mejores.

¿Feminidad feminista o feminidad hegemónica?: La función de la literatura psicológica de autoayuda para consumo masivo en la preservación y fortalecimiento del sexismo benévolo en las relaciones románticas heteronormativas

María Pérez Méndez, estudiante de Psicología, notaba la cantidad de libros de autoayuda en librerías, farmacias y megatiendas que trataban sobre las relaciones de pareja, dirigidos a un público femenino. Contrastaba con que las mujeres estaban prácticamente ausentes de la historia oficial del campo, tanto en calidad de sujetos de estudio como en la de generadoras de discurso teórico. En la academia estaban ausentes, en la subliteratura psicológica eran centrales como tema y público. ¿A qué se debía su sospechosa centralidad en la psicología para difusión? ¿Qué visión de la mujer y las parejas promovía? ¿Rompería con la visión romántica que se inculca en la educación sentimental de las mujeres en el patriarcado? A partir del análisis del discurso de Las mujeres son de Venus… y Por qué los hombres aman a las cabronas, obtuvo hallazgos significativos. Ambos presuponían relaciones heterosexuales, colaborando con la naturalización de la heterosexualidad. Además, sustentaban el sexismo encubierto tras un discurso aparentemente empoderante. Lejos de mostrarse hostiles a las mujeres, parecían favorecerlas presentándolas como las aptas para preservar la relación. Estos libros responden al avance del feminismo pues se ven obligados a resaltar lo femenino. Sin embargo, lo apropian y neutralizan para los fines heteropatriarcales. El primero, coopta el feminismo de la diferencia, validando la cultura de conciliación de las mujeres, mientras que el segundo pretende apropiarse del empoderamiento propio del feminismo de la igualdad. No obstante, aseguran la función asignada a la mujer en la pareja romántica heterosexual: mantenerla dentro de una estructura monogámica heteronormativa. Encontró que teóricas feministas denominan sexismo benévolo a esta apropiación que ella corroboró en estos libros, los cuales, aunque perpetúan el machismo, llevan a algunas mujeres a pensar que son feministas.

El contracanon: filosofando sobre una formación transpatriarcal

Camila Seda Rafucci es estudiante de filosofía. En sus clases se estudian muy pocas filósofas, como si las mujeres no hubieran construido pensamiento filosófico importante ni requirieran por mérito propio ser parte de los cursos medulares de filosofía. En el caso en que se lea alguna, la discusión frecuentemente obvia planteamientos relacionados con género, incluso si se lee a feministas famosas como Simone de Beauvoir. Si se cuestiona este vacío en clase, suele ocurrir que se considere como un problema de poca monta que no desmerece el currículo ni afecta el prestigio intelectual de quien enseña.

Condescendientemente, el profesor declara su falta de conocimiento sobre el tema y pide a la estudiante que sea quien enseñe al docente y al grupo sobre el asunto, como si no fuera su responsabilidad intelectual instruirse sobre él. Al fin y al cabo, los y las docentes también han recibido una formación que se centra en la mirada del varón hegemónico y se les ha convencido de que es la adecuada, la fundamental y profunda. En su práctica docente la perpetúan en el salón de clases y en las decisiones que tienen que ver con el currículo, no sólo de sus clases, sino de los programas, sobre todo en la confección de los prontuarios de los cursos medulares. De esa forma, se naturaliza el canon y se espera que los textos y el pensamiento de los pueblos y personas no blancas, no hombres, que no escriben desde el privilegio económico, se discutan en cursos particularmente creados expresamente para incluirles. Por eso, la necesidad de pensar en un contracanon de filosofía, entre otras características, transpatriarcal, porque filosofar no es un ejercicio de pensamiento exclusivo del varón hegemónico.

Lectura de género en las disciplinas científicas: Geología, Física y Biología

Escasez en la representación de mujeres en el área de las ciencias terrestres en un texto escolar de nivel intermedio: un currículo oculto en la enseñanza científica

A Yíamar Rivera Matos, aunque alumna perspicaz sumamente interesada en los estudios feministas, le produjo una natural perplejidad el proceso de encontrar su tema dentro de su campo que se piensa completamente ajeno a asuntos ideológicos, la Geología. Como parte de su revisión preliminar de literatura, encontró investigaciones que evidenciaban escasez de mujeres en esa especialidad y señalaban sesgos de especialización que ocurrían en el área: investigadores ellos, maestras ellas. Con la debida sospecha, buscó qué libro de texto de ciencias en la escuela pública de su pueblo enseñaba las nociones de geología. Se enseñaba como ciencias terrestres en noveno grado. Estudió ese texto para observar si descubría un “currículo oculto” relacionado con la exclusión de las mujeres. El término se usa en pedagogía para referirse a tendencias sesgadas que inclinan y condicionan inadvertidamente a sustentar creencias y a actuar de una manera particular. Al analizar el discurso lingüístico y visual del texto, así como la bibliografía de textos de referencia, evidenció lo que otras investigaciones, apuntando las formas particulares en que se manifestaba en ese texto en particular: uso de lenguaje no inclusivo para referirse a la persona científica, predominio de imágenes de varones asociadas con el estudio de la materia y con el interés y curiosidad por las ciencias y predominio de autores varones en la bibliografía de referencia teórica, contrastante con un predominio de mujeres en la tareas de enseñanza de las ciencias terrestres a nivel escolar, incluyendo las autoras mismas del texto. Así corroboró ese currículo oculto que no estimula a las mujeres a estudiar disciplinas como la geología e, incluso, puede disuadirlas de hacerlo o, en el caso de estudiarlo, inclinarse por tareas pedagógicas a nivel escolar.

El peso de las botas de campo: Retos para las geólogas feministas del estudio generocéntrico interseccional del cambio climático

Alejandra Santiago Torres, como estudiante de Geología, había participado de un internado en África. Leyendo sobre feminismo interseccional, discutimos cómo la raza, la clase y el género debería ser base de solidaridades entre mujeres de países colonizados, pero la colonialidad nos separa. La educación colonial puertorriqueña nos blanquea ideológicamente y, en esa medida, nos enajena y separa de experiencias y culturas que nos son afines. Se socava así el objetivo de un verdadero intercambio de conocimientos y experiencias. Más parecen viajes para “colonizar” espacios con conocimientos occidentales. Interesada en el tema del cambio climático, leyó cómo a las mujeres de los países empobrecidos nos afecta de manera particular. Pero, ¿se puede estudiar desde la geología? ¿En qué medida una educación patriarcal de hegemonía blanca como la predominante en nuestra sociedad permitiría que un estudio de ese tipo incorporara los conocimientos y experiencias de mujeres no blancas? Con una ingeniosa metáfora llamó a este problema “el peso de las botas de campo”. La vestimenta de las geólogas está masculinizada. Cambiar ese código de vestimenta ya de por sí es muy cuesta arriba, pero el peso de esas botas va mucho más allá. Para las geólogas feministas representa incorporar nuevos aspectos de estudio a la disciplina y romper con los enfoques colonialistas, racistas y sexistas. El cambio climático se excluye como discusión dentro de la geología, sin embargo, para las mujeres es importante saber cómo nos afecta de manera particular a nosotras las de los países pobres. Alejandra entrevistó a docentes de su Departamento que concuerdan con que ese estudio compete a la geología. Sin embargo, cómo hacerlo de manera generocéntrica y descolonizante es un gran reto que enfrentan las geólogas feministas como ella.

Excavando para extraer el conocimiento aportado por las mujeres a la geología 

Excavar yacimientos en búsqueda de conocimiento de la tierra forma parte de la disciplina de la Geología. Estefanía Vicens Clavell propuso excavar, pero en este caso metafóricamente, en el yacimiento de la labor aportada por mujeres al área de la geología. Efectivamente sacó a la luz nombres y trabajos de algunas mujeres geólogas que nunca había oído mencionar, pero que dedicaron su vida productiva a estudiar y trabajar en el área. Haber conocido algunos de estos nombres y su trayectoria hubiera podido ser un modelo para ella y su interés en la disciplina.

Sin embargo, pensó que no sería tarde para modelar caminos a otras niñas que vinieran después. Por eso pensó que esta investigación sería un primer paso necesario para hacer ese inventario de mujeres en el campo de las ciencias terrestres, las cuales se podrían dar a conocer mediante la redacción de algunas biografías, incluso como divulgación cibernética en wikipedia, o mediante la confección de cuentos con ellas como personajes protagonistas de ficciones narrativas. Esta redacción de cuentos y biografías se planteó como un posible proyecto colectivo. Consistiría en su elaboración para libros de texto escolares o como libros infantiles. Una compañera del curso que era maestra de español a nivel elemental precisó que en el libro de texto usado para ese nivel se mencionaban personas distinguidas en las ciencias y era muy notable la ausencia de mujeres, con la excepción de alguna muy conocida como Marie Curie. Este tipo de trabajo de redacción para visibilizar mujeres en campos masculinizados sería importante para ampliar las expectativas de las niñas, permitiéndoles concebir posibles proyectos de vida disponibles para ellas fuera del matrimonio y la maternidad, en el espacio público y laboral.

Los sesgos de género que producen sesgos científicos en el área de la educación en la Física

Stephanie Rodríguez Maldonado, como estudiante de Física Teórica en el Departamento de Física, se percató de la notable escasez de mujeres en esa vertiente, una de las dos que ofrece el Departamento. Las estudiantes ingresan mayormente a la de Ciencias Físicas. Sabía que predominan los varones en ciertas profesiones y disciplinas consideradas más prestigiosas, con fama de difíciles, mejor pagadas o con mejores oportunidades de progreso profesional. Esa tendencia se fomenta subrepticiamente, tanto en la escolarización formal como en la educación informal. Sospechó: ¿estimula inadvertidamente el Departamento ese sesgo de género? Si es así, ¿cómo? Lo analizó con documentos de su Departamento, principalmente las descripciones de ambas especialidades.

Encontró que establecen que el área de Física Teórica es la que genera nuevo conocimiento a partir de investigaciones, mientras que la de Ciencias Físicas se presenta como una preparación terminal cuyo objetivo se centra en la enseñanza, ámbito como sabemos injustamente devaluado. Ese discurso apela a la socialización tradicional heteronormativa que asigna a las mujeres el matrimonio y la familia como lo esperado y principal en sus vidas y estimula que se dediquen a profesiones que propicien esas funciones. Por el contrario, desestimula el desarrollo profesional que se considere antagónico o conflictivo en su práctica con esas metas, como sería la costumbre de realizar largas horas de investigación en horarios no convencionales o el requisito de más años de estudio que lleven a postergar la formalización de un matrimonio y la reproducción. Otra vertiente de su tema sería si esa masculinización de la física teórica tendría repercusiones en el conocimiento mismo generado mediante la investigación. Probar este tipo de sesgo, sin embargo, requeriría una mentoría de profesionales de su especialidad, sobre todo, feministas.

La enseñanza de la biología del sexo en algunos cursos del Departamento de Biología del RUM y la perpetuación de la opresión de las mujeres y de los seres transdiversos

Beraine Rivera Rivera fue la primera estudiante del Departamento de Biología a la que le correspondió como parte del Seminario analizar críticamente algunas presunciones que atraviesan el discurso de su disciplina. En clases de biología es usual que se explique y discuta el sistema sexual humano. En los estudios culturales de la sexualidad y el feminismo se ha cuestionado la manera en que se concibe la categoría sexo en el discurso biológico. A Beraine le inquietó el uso de términos y el enfoque que observaba en algunas clases, así como en algunos libros de texto. Corroboró que se equiparan sexo, sexualidad y función reproductiva, inclinando a pensar el aspecto reproductivo como fundamental a la categoría sexo y, en consecuencia, a pensar la categoría heteronormativamente. También suele usarse la fisiología del cuerpo “masculino” como paradigmática para estudiar el cuerpo “femenino”, lo que inclina a pensarlo como “la diferencia”, un sesgo muy problematizado dentro del feminismo como una de las manifestaciones del androcentrismo. Por otra parte, esta propensión binaria de la categoría sexo invisibiliza todas las múltiples posibilidades fisiológicas y culturales que manifiestan la rica y generosa diversidad humana y su sexualidad. Su investigación demuestra lo productiva que puede ser la perspectiva de género usada como metodología para el análisis de los contenidos y del discurso científico. Sería importante ver el alcance de estos cuestionamientos de las teorías y categorías biológicas realizados por especialistas en el área de la biología que tengan a la vez formación en estudios del género. Igualmente, revisar el discurso de estos libros de texto que contribuyen a perpetuar una forma binaria y heteronormativa, y, demás está decir, androcéntrica y sexista de entender el mundo y de normalizar el patriarcado.

A modo de conclusión

Divulgar esta labor de mentoría en lectura del género es una forma de dar a conocer un trabajo que abre paso en un departamento de lengua. Mis alumnxs y yo lo realizamos con el compromiso académico de construir nuevo conocimiento y, a la vez, disfrutando del desafío que constituye aprender a cuestionar, analizar las connotaciones y leer entre líneas todo discurso –para lo cual tradicionalmente enseñamos lo literario como paradigma. Con esfuerzos como éste se retan visiones acostumbradas sobre un departamento cuya función se centra en el estudio de la lengua en sus múltiples manifestaciones, que incluyen el desarrollo de literacia lectora e interpretativa en el idioma materno y el aprendizaje del análisis del discurso sustentado en la teoría crítica adecuada, en este caso la feminista o con perspectiva de género. Como profesorado de un departamento cuyo conocimiento y peritaje es poco entendido, se nos ha hecho necesario poner al día nuestra práctica en el salón de clases y campo de estudio.

Ante la creencia común y conveniente a intereses ideológicos conservadores de que la enseñanza de lengua consiste meramente en el dominio de la ortografía, –entiéndase poner acentos y deletrear palabras–, y de reglas de “corrección” –entiéndase el “cómo se dice”, o si “¿esta palabra existe?”–, es importante que las nuevas generaciones universitarias puedan entender la pertinencia, el procedimiento y los desarrollos de nuestra disciplina y, mejor aún, entusiasmarse por ella.

Para eso, urge impedir que los recortes del presupuesto que la Junta y el gobierno intentan imponer en nuestra universidad, así como la visión mercantilista y falsamente neutra que siempre tenemos que combatir en ella, arrasen con los programas que actualizan el currículo tradicional. Cuesta trabajo ponerlos al día para que cumplan esa función social francamente creativa y liberadora que debe tener la educación en nuestra universidad pública, esa que sirve al país y que tiene el potencial de ayudar a forjarlo para el bienestar común, no para el beneficio de unos pocos grupos privilegiados.

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Elsa R. Arroyo Vázquez
Autores

Elsa R. Arroyo Vázquez

Catedrática retirada del Departamento de Estudios Hispánicos del RUM-UPR. Especialista en crítica feminista, fundó la secuencia curricular en Estudios Literarios y Culturales de las Mujeres y el Género. Es co-autora del libro Ni víctimas ni bárbaras: lecturas feministas de algunos clásicos hispanoamericanos. Fue una de las miembros fundadoras del Colectivo Mujer y de la Guerrilla Feminista del Oeste, grupos creados para promover el activismo feminista en la comunidad universitaria. También fue co-fundadora del Coloquio Nacional Sobre las Mujeres celebrado por primera vez en el 1997 en el RUM.

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