FEMA: la hipocresía y la falsedad
Vale la pena preguntarse, ¿cómo rayos se gastaron $6,000 millones de dólares en esto? Al día de hoy, a más de 130 días después del paso del huracán María, son decenas los municipios que no han recogido los escombros y el material vegetal. Basta con pasear por cualquiera de las calles de nuestro país para observar postes en el piso, árboles caídos y peor aún, colchones mojados en las orillas de la calle. Por su parte, son miles las familias que aún esperan siquiera por la instalación de un toldo en el techo de su casa, sin contar las cientos de solicitudes que se han denegado sin motivo alguno. Esta denegación llega al ciudadano por medio de una escueta carta donde se señala la misma acompañada de una exhortación a tomar un préstamo del Small Business Administration, como si el dolor de la gente ante la pérdida de todos sus bienes materiales se curara con la preocupación adicional de tener que tomar prestado.
Son cientos las familias que casi cinco meses después del huracán viven aún con familiares o amigos. Son cientos de viejos y viejas las que viven en el único cuarto que no se moja en sus casas. Son cientos los que tuvieron que rescatar planchas de zinc dobladas para remendar las mismas e instalarlas en sus techos, de modo que aparenta no haber pasado nada, pero a la menor caída de agua del cielo, todo se vuelve a mojar. Peor aún, son muchos los que están expuestos a las enfermedades que transmiten las ratas que se pasean por sus escasas pertenencias.
Señor de la Campa, deje la mentira, deje la falsedad. Hoy muchos puertorriqueños y puertorriqueñas sufren por el desinterés de su agencia. Hoy son muchos los que viven en condiciones infrahumanas con cero calidad de vida porque a usted y su agencia les importa muy poco el bienestar de los puertorriqueños.
No sigan mintiéndole al país diciendo que no confían en el gobierno y que por esa razón no desembolsan los fondos para la recuperación. Mientras ustedes siguen en el juego de pelota entre el gobierno federal y estatal, cientos de vidas se ven grandemente afectadas. Afectadas en muchas dimensiones, ya que no se trata solo de la infraestructura, sino también de la parte emocional. Esa que no se recupera fácilmente. Los fondos de su agencia no son una dádiva, son servicios que pagan todos aquellos que tienen una hipoteca. Así que deje la hipocresía y la falsedad, que con la vida humana no se juega.