¿Incapacidad en los tribunales?

Jason Schneider
Siempre me ha intrigado por qué las decisiones de los tribunales supremos en casos difíciles son 5 a 4. Eso obedece al mecanismo para seleccionar a los jueces del Tribunal Supremo. En Puerto Rico los jueces son populares o estadistas y en Estados Unidos son conservadores o liberales. Por muchos años el Tribunal Supremo Federal tenía una mayoría de conservadores nombrados por presidentes republicanos, ahora existe un balance entre conservadores y liberales y hay un juez que se balancea, (swinger) que se mueve de una lado a otro y crea la mayoría.
El mecanismo de seleccionar y designar a los jueces del Tribunal Supremo conlleva intrínsecamente múltiples problemas. Los jueces son seleccionados entre los miembros de su propio partido por el presidente o por el gobernador y son confirmados por el senado del propio partido. En ocasiones, en Puerto Rico se seleccionan candidatos sin experiencia alguna en los tribunales de justicia del país.
Nunca se ha escogido a un libre pensador o a un independentista. Por el contrario, en Estados Unidos todos los jueces son elitistas, graduados de Yale, Harvard o Stanford. Aún los jueces de origen de grupos minoritarios como Clarence Thomas y Sonia Sotomayor son graduados de Yale. Se dice que luego de varios años los jueces se pueden distanciar de los preceptos de su partido, lo cual no ocurre en todos los casos.
El hecho de que los jueces del Tribunal Supremo Federal ejerzan su cargo de por vida es una exageración que para algunos pensadores pudiera catalogarse como ridícula. Lo más preciado para un ser humano debe ser su salud y longevidad. Los jueces del Supremo Federal llegan a querer su puesto más allá de su propia vida. El poder que le provee el puesto es embriagante y aplastante. En el artículo Mental Decrepitude on the U.S Supreme Court: The Historical Case for a 28th Amendment del Profesor David J. Garrow de la Escuela de Leyes de la Universidad de Emory presenta los problemas de salud física y mental de algunos de los jueces desde que se creó el Tribunal Supremo federal. A continuación sólo quiero presentar varios casos de los más recientes. Veamos algunos ejemplos:
El Juez William O. Douglas (1898-1980) ha sido el juez que más años estuvo como juez en el Tribunal Supremo federal –del 1939 al 1975– 36 años. Fue designado por el presidente Franklin D. Roosevelt a la edad de 40 años. Douglas aspiraba a ser presidente de Estados Unidos. Aspiró a la Vice-presidencia en 1944, pero el senador Harry S. Truman fue seleccionado y llegó a la presidencia luego de la muerte Roosevelt en 1945. Pretendió aspirar de nuevo en 1948, pero falló y ahí terminaron sus aspiraciones de ser presidente. Douglas fue un juez muy controversial. Aparecía en público muy frecuentemente y escribió varios libros. Tuvo cuatro matrimonios y se casó progresivamente con mujeres más jóvenes. Fue un defensor de la libertad de expresión. Fue conocido como el Gran Disidente y defensor de las libertades civiles. En 1952, visitó Vietnam y se reunió con Ho Chi Minh y entabló amistad con Ngo Dinh Diem. Luego del asesinato de Ngo Dinh Diem en 1963, Douglas se opuso a la guerra de Vietnam. Hubo dos intentos para residenciarlo que resultaron infructuosos. El juez Douglas estableció varios records en la Corte Federal– el período más largo en ese puesto, 36 años– escribió 30 libros y se casó cuatro veces.
El 31 de diciembre de 1974 sufrió un derrame cerebral que lo incapacitó. Intentó continuar con sus responsabilidades en la corte hasta que su discapacidad era tan obvia que sus compañeros jueces declinaron asignarle casos en los que él tuviera el voto decisivo. El juez Douglas abusaba del alcohol y de las mujeres. También maltrataba a sus hijos. Se retiró el 12 de noviembre de 1975 y falleció el 19 de enero de 1980, luego de un segundo infarto cerebral.
William H. Rehnquist (1924-2005) fue nominado para juez del Tribunal Supremo en el 1972 por Richard Nixon, sirvió hasta 2005. En 1986, el presidente Ronald Reagan lo nominó para presidir la Corte Suprema. Rehnquist sirvió como Sargento en el Ejército de Estados Unidos al final de la Segunda Guerra Mundial. Obtuvo su grado en Derecho en la Universidad de Stanford, en la misma clase de Sandra Day O’Connor. Fue un juez conservador y favoreció el federalismo que le reservaba bajo la Enmienda 10 los poderes a los estados. Sirvió 19 años como Presidente del Tribunal Supremo. Como Juez Presidente presidió el proceso de residenciar al presidente William Clinton. Se opuso a la decisión de Roe v Wade y en la disputa presidencial de Bush v Gore en 2000 votó con la mayoría para detener el recuento de votos en el estado de Florida. Luego concurrió con la mayoría al decidir que George W. Bush fue el triunfador.
Con respecto a su salud, de 1972 al 1981 el Juez Rehnquist consumió grandes cantidades del sedativo-hipnótico Placidyl. El medicamento era recetado por el Dr. Freeman Cary, médico del Capitolio. Se la recetaba para el insomnio y para dolor de espalda. La información se filtró a la prensa en 1986 cuando el presidente Reagan lo iba a promover de Juez Asociado a Juez Presidente del Tribunal Supremo. Esta historia demuestra la renuencia del Congreso y de algunos miembros de la prensa a investigar la competencia mental de los jueces y de los nominados judiciales. El 27 de diciembre de 1981 fue admitido al Hospital Universitario George Washington para tratar su dependencia al Placidyl. Estuvo hospitalizado por un mes en detoxificación y tuvo síntomas de retirada como alucinaciones y paranoia, escuchaba voces e imaginaba una conspiración de la CIA en su contra y veía que las cortinas cambiaban de configuración. Varias semanas antes de la hospitalización su voz era confusa, pero sin otra evidencia de incapacidad.
El 26 de octubre de 2004, se anunció que el Juez Rehnquist había sido diagnosticado
padecer de un tumor anaplástico del tiroides. Después de estar varios meses fuera de la corte reapareció para juramentar al George W. Bush como Presidente de Estados Unidos. Usaba un bastón y caminaba muy despacio. Se marchó inmediatamente después del juramento. Apareció en la corte el 21 de marzo de 2005, tenía una traquestomía. Aun así continuó participando en las deliberaciones y decisiones del tribunal. El 3 de septiembre de 2005 falleció en su residencia de Arlington, Virginia. Fue el primer miembro del Tribunal Supremo en morir en su puesto desde Robert H. Jackson en el 1954 y el Juez Presidente Fred M. Vinson en el 1953. Su esposa, Natalie Cornell, murió en el 1991 de cáncer ovárico. El Juez Rehnquist fue substituido por el Juez John Roberts.
Antonin Scalia (1936-2016). Scalia nació en Trenton, New Jersey; su padre era de Sicilia, Italia, y su madre descendiente de italianos. Obtuvo su bachillerato en la Universidad de Georgetown y grado en Derecho de la Universidad de Harvard. Fue profesor de Derecho en la Universidad de Virginia y luego sirvió en la administración de Nixon y Ford. En 1982, el presidente Ronald Reagan, lo designó como juez de la Corte de Apelación del Distrito de Columbia. En 1986 fue designado por Reagan a la Corte Federal. El período de confirmación fue muy corto y fue aprobado por unanimidad– 98 a 0. Scalia fue el primer juez italo-americano. Fue uno de los jueces más conservadores del Tribunal Supremo. Scalia creía que la Constitución permitía la pena de muerte, que no garantizaba el derecho al aborto ni el matrimonio de personas del mismo sexo. Favorecía la interpretación originalista de la Constitución contrario a la interpretación viva de la Constitución. Scalia también difirió de la regulación en Miranda v. Arizona, pero estaba en minoría.
El Juez Scalia contrajo matrimonio con Maureen McCarthy en 1960. Tuvieron nueve hijos– cinco varones y cuatro hembras. Uno de los hijos se convirtió en sacerdote; una hija era atea. Su esposa crió a los nueve hijos con muy poca ayuda de parte de su esposo.
El Juez Scalia murió el 13 de febrero de 2016 a la edad de 79 años. Las circunstancias de su fallecimiento fueron un tanto confusas. Scalia fue de cacería y pernoctaba en el rancho Cibolo Creek en Shafter, Texas. Aparentemente estaba solo, fue a cazar codornices. Cenó por la tarde junto a otros 30 huéspedes y luego se marchó a su habitación. Al otro día lo encontraron muerto. El dueño del rancho indicó que el juez tenía una almohada sobre su cara, los brazos a sus lados y la cama bien ordenada, notificó a la policía; el juez de paz no estaba disponible pues estaba fuera del pueblo. El oficial policíaco certificó que no había evidencia de agresión. La juez del condado lo declaró muerto por causas naturales sin ver el cuerpo, no se ordenó una autopsia. El doctor de Scalia, el Almirante Brian P. Monahan, le indicó a la juez que su paciente padecía de alta presión y enfermedad cardíaca, que estaba tan débil que no toleraría una cirugía de un hombro. De acuerdo a la funeraria, la familia tampoco quería se hiciera una autopsia al cadáver. Otro juez de paz indicó que estaba en desacuerdo con no realizar una autopsia. El cuerpo fue trasladado a Virginia y su hijo Paul celebró la Misa durante el funeral.
El juez Scalia murió a principios del 2016, año electoral. En el Tribunal Supremo predominaban los jueces conservadores versus los liberales, 5 a 4. La muerte de Scalia afectó ese predominio de los conservadores. Los incidentes relacionados a esta muerte revelan varias interrogantes. El juez no solicitó protección al Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos quienes coordinan con la policía de la Corte Suprema para brindar seguridad a los jueces. ¿Por qué el juez estaba solo y sin un familiar? Si estaba tan débil como alegaba su doctor, ¿Cómo podía tolerar una semana de cacería si tenía su corazón tan débil? El Juez Scalia necesitaba se le realizara una prueba de esfuerzo y un arteriograma de las coronarias, lo que con toda probabilidad demostraría obstrucción de la arteria coronaria izquierda, enfermedad conocida como creador de viudas (widow maker), pues los pacientes se mueren durante el sueño. La causa de muerte no se conocía, era imperativo realizar una autopsia con toxicología. Es también extraño que la familia rechazó la realización de la autopsia. ¿Sospechaban que encontrarían alguna información que no querían que fuera divulgada? Aún cuando el cadáver estaba en Virginia se pudo realizar la autopsia, en la propia funeraria o en forense. Eso fue precisamente lo que dijo el exdirector de investigaciones criminales para la policía de Washington, DC, William O. Ritchie; había tiempo para realizar la autopsia en Virginia.
Ante esas circunstancias las teorías de confabulación no se hicieron esperar, particularmente ante la falta de una autopsia. El médico contralmirante y otro doctor que supuestamente había atendido al Juez Scalia declinaron comentar por la confidencialidad del paciente. Si se referían a la ley HIPAA, se equivocaron pues esa ley no se aplica a los fallecidos. La teoría de conspiración llegó al máximo cuando algunas personas informaron que la CIA posee una pistola que produce infartos del corazón inyectando un veneno que no es detectable en la autopsia. Lo que es evidente es que la causa de muerte del juez Antonin Scalia nunca se sabrá con certeza.
Ruth Joan Bader Ginsburg (1933- 2020). La jueza Ruth Bader Ginsburg nació el 15 de marzo de 1933 en Brooklyn, Nueva York. Su madre luchó contra el cáncer y falleció el día antes de la graduación de Ruth de escuela superior. Ginsberg obtuvo su bachillerato en la Universidad de Cornell. Se casó con el estudiante de leyes Martin D. Ginsberg. Ambos se graduaron de Derecho en la Universidad de Harvard. Mientras ella estudiaba también cuidaba de su hija. La clase en Harvard era de 500 estudiantes y sólo había ocho mujeres. Su esposo desarrolló cáncer testicular por lo que tuvo que recibir un tratamiento intensivo. Luego de su graduación, Ruth Bader enseñó Derecho en Rutgers y Columbia. En la década de 1970 dirigió el Proyecto de Derechos de la Mujer del American Civil Liberties Union, desde el cual representó seis casos sobre igualdad entre los sexos ante la Corte Federal.
En el 1980, el presidente Jimmy Carter la designó jueza de la Corte de Apelaciones de Washington, DC. Y en 1993, Bill Clinton la nominó como Jueza de la Corte Suprema Federal. Fue confirmada por el senado en votación de 96 a 3, siendo la segunda mujer en ser nombrada al Tribunal Supremo– la primera fue Sandra Day O’Connor. La Jueza Ruth Bader Ginsberg favorece la igualdad de género, el derecho de los trabajadores, y la separación de iglesia y estado. Votó a favor de preservar el Obama Care, favorece las leyes de aborto y el matrimonio de personas del mismo sexo. Su esposo murió de cáncer el 27 de junio de 2010. Al día siguiente estaba ella en el Tribunal Supremo dado que era el último día de la corte por el término de 2010. En 2016 se divulgó su libro, My Own Words, sobre su vida.
La jueza Bader Ginsburg ha tenido problemas con su salud. Ha sido sometida a cirugía por cáncer de colon, páncreas y pulmones. En noviembre de 2018 sufrió una caída y se fracturó tres costillas. En julio de 2020 recibió quimioterapia para una recurrencia de su cáncer, metástasis al hígado. Aún ante esas circunstancias, la Jueza Bader Ginsburg ha continuado trabajando y expresó que no se retiraría hasta la edad de 90 años. Se previó que la Jueza Bader Ginsberg moriría en su puesto, y lamentablemente así fue.
Esta situación demuestra lo insólito de que el término de trabajo de los jueces sea de por vida. En este caso, como en el del juez William Rehnquist, ambos jueces le dan más importancia al puesto que a su salud. Todavía no se han sobrepuesto a la política de su partido, conservadora o liberal, y prefieren morir en sus puestos antes que permitir que el balance de jueces de ambas ideologías se altere en la Corte Federal
En el pasado se ha hablado de introducir la Enmienda 28 a la Constitución de Estados Unidos. Dicha enmienda debe incluir lo siguiente:
- Se limita el tiempo de los jueces para que se retiren a la edad de 75 años.
- Los jueces deberán ser sometidos a examen físico y mental anual a partir de los 60 años.
- Si un panel de tres médicos determina que un juez está incapacitado deberá renunciar.
- Los jueces tienen independencia judicial por la separación de poderes del gobierno democrático.
- Sin embargo, los jueces no pueden tener inmunidad, impunidad e infalibilidad judicial. La supuesta inmunidad actual es estatutaria, decisiones hechas por los jueces para los mismos jueces.
- El comportamiento de los jueces debe ser legal, moral y ético en todo momento, no deben abusar de su poder.
- Sus opiniones deben ser compatibles con los conocimientos científicos del momento.
- Si incurren en un error judicial craso, equivalente a prevaricación, serán demandables. Un error judicial craso es aquel que no puede ser corroborado bajo ningunas otras circunstancias.
- Se deberá crear un Instituto para Educar a los potenciales jueces, particularmente al Tribunal Supremo.
- Los jueces, incluyendo los del Tribunal Supremo, deberán ser evaluados por un ente creado por la legislatura con representación de jueces, abogados, médicos, legisladores y ciudadanos.
- Ese mismo ente será el que evaluará las querellas para retirar a los abogados de su práctica por violaciones éticas. Esto evitará el que los abogados le teman a los jueces.
En Puerto Rico, la inmunidad judicial es condicionada según establecido en Feliciano Rosado v. Matos Jr. (110 DPR 550, 1981) decidido bajo la presidencia del Hon. Hiram Torres Rigual y el Juez concurrente Hon. Antonio Negrón García certificó – “Nadie, y menos los jueces están por encima del imperio de la ley, se elimina el dogma de inmunidad absoluta y se establece la inmunidad condicionada”. Sin embargo, los jueces puertorriqueños pretenden cobijarse acomodaticiamente bajo la inmunidad estatutaria del sistema norteamericano– ¡lo mejor de dos mundos!
Alexander Hamilton, en el Federalist 79, se opuso a cualquier intento constitucional de limitar la fecha de retiro de los jueces, los jueces deben servir de por vida. Los problemas de incapacidad mental y física y la decrepitud que han demostrado padecer los jueces desde que se estableció el sistema de justicia en Estados Unidos han evidenciado que Hamilton estaba equivocado. En los años 1937, 1954 y 1970 hubo intentos de reducir el término de la vigencia de los jueces, pero esos intentos fueron infructuosos. No obstante, el tiempo ha llegado para esa enmienda constitucional y probar que Hamilton estaba equivocado.
El profesor David J. Garrow, autor del artículo citado dijo: “Cinco décadas más tarde otro autor le dará seguimiento a mi artículo y añadirán cinco jueces decrépitos más que han perjudicado la actuación y prestigio del Tribunal Supremo”.
El Hon. Juez Richard A. Posner, del Tribunal Apelativo del Octavo Circuito de Chicago observó en 1995: “El sistema judicial es la ocupación geriátrica principal de la nación”.