…is not binario
*Esta lectura performática fue leída, como una de las varias intervenciones que inauguraron la exposición “Entre palabra e imagen. Galería de pensamiento de Gloria Anzaldúa” en el Centro Cultural Border en la Ciudad de México.
por: Jaime A.G. Quiñones/ Juanita Caminante
“yo no sueño con un futuro,
sueño con un pasado, porque
no se supone que yo existiera”.
-Katsí Yarí Rodríguez Velázquez
Writing on the body.
Painting.
Dancing.
Disminuirla, quebrarla, mitigar la dualidad, desechar lo binario: “yo tomé la decisión de ser queer, (…) es un camino de conocimiento y de saber (y de aprendizaje) sobre la historia de opresión” (Anzaldúa, 2015:77) de nuestras cuerpas. Geography of self, para reconocernos y mantenernos alerta. Para mantenernos en constante desaprendizaje de nuestras prácticas y pensamientos, de nuestras ficciones de identidades fijas y cristalizadas, para a lo Coyolxauhqui1, luego de trocearnos y desmembrarnos volver a reconectar, a remembrarnos de otra manera.
Recuerdo a una profe en mi tercer año de universidad en Puerto Rico, como la blancura de su pensamiento la dejaba decir en paz: “yo no sé qué le ven aquí a esa gente latinoamericana, yo nunca me he sentido así, no tenemos nada que ver, en nada con qué identificarnos”. Los remolinos nos halan en caminos diferentes, el conocimiento del blanco patriarca de los nortes globales nos marca el tiempo como las manecillas del reloj. Entre palabra e imagen, habitando Nepantla, huyendo de los dualismos, el remolino por debajo del ecuador da cuenta de otros tiempos y espacios. Da cuenta de otras perspectivas, de conocernos entre otras/nosotras, de mirar de otra manera, de generar conocimiento de otra manera, de saber y hacer desde otro lugar. Desde ese lugar nuestro que nos han negado, tal cual tropicolonia, pero:
“Y si se me niega la posibilidad de regresar al hogar, entonces tendré que ponerme de pie y reclamar mi propio espacio, al crear una nueva cultura, una cultura mestiza labrada con mi propia madera, con mis propios ladrillos y mortero y mi propia arquitectura feminista” (Anzaldúa, 2015: 80).2
Y así lo hizo, de eso da cuenta esta archiva de imágenes y palabras que hoy se abre a nosotras. Palabras e imágenes, a non binary bridge en el pensamiento de Anzaldúa. Palabras e imagines como tránsito de una práctica constante de reinventarse desde una arquitectura feminista, lesbiana, mestiza y rabiosamente queer.
Pero, ¿qué nos deja la visita a este archiva? ¿Qué nos lega volver al trabajo de Anzaldúa hoy? A mi parecer, la invitación a hablar, a dar cuenta de nuestra propia archiva ante los silencios ensordecedores que borran cuerpas y conocimientos otros. Una lengua puente, no binaria, en resistencia: la supervivencia de nuestro pasado cuando se supone que no existiéramos. La invitación a la práctica y el grito de que “ya no me avergonzaré por existir”.
- Anzaldúa se remite a la desmembrada diosa Azteca de la luna, para nombrar el proceso por el cual la identidad siempre está en construcción; “después de ser troceada, desmembrada o despedazada la persona tiene que reconectarse, remembrarse y reconstruirse a sí misma en otro nivel” [↩]
- Todas las citas de este texto pertenecen a: Anzaldúa, Gloria (2015), Bordelands/La frontera: la nueva mestiza, trad. Norma Elia Cantú, Universidad Nacional de México. [↩]