Los Pleneros de la 21 regresan a casa
Los Pleneros de la 21 están celebrando 30 años de existencia. En esas tres décadas han viajado el mundo tocando bomba y plena: Rusia, Australia, Europa, América Latina, Tailandia y Estados Unidos y Canadá de arriba abajo. Su director, Juan Gutiérrez, fue reconocido por el National Endowment for the Arts como un “fellow” o miembro honorario. Su disco más reciente: Para todos ustedes, fue nominado al Premio Grammy. Han tocado tres veces en el Carnegie Hall. Tienen su sede en la calle 106 y la Avenida Lexington en Nueva York, en el centro Julia de Burgos, espacio luchado por ellos, el Taller Boricua y otros miembros de la comunidad del barrio, durante décadas.
El trabajo musical, como banda, es innegable, la trayectoria es sólida. Pero el legado de Gutiérrez y Los Pleneros va mucho más allá de las tarimas. Han forjado generaciones de practicantes de estos géneros en la ciudad de Nueva York, y sus talleres y presentaciones en otras ciudades de Estados Unidos han abonado a una efervescencia que hoy parece orgánica pero que hace 30 años no existía.
Gutiérrez es egresado de la Escuela Libre de Música y el Conservatorio de Música y tiene una maestría del Manhattan School of Music. Hace mucho tiempo fue parte de la banda de Patti Labelle y de bandas de obras de Broadway. Es un percusionista como pocos, conoce el valor de la sutileza. Pero más que nada es un trabajador incansable que ha logrado aportar a la calidad de vida de su comunidad que comprende desde El Bronx, donde vive, hasta El Barrio donde emergió esta institución que contó en sus inicios con figuras legendarias como el plenero Marcial Reyes.
Originalmente Los Pleneros de la 21 era un grupo de trasplantados de esa desaparecida parada santurcina donde ahora ubica el Museo de Arte de Puerto Rico. Incluía a Miguel Ángel y Benjamín Flores, a Paquito Rivera y luego a Pablo » El Gallo» Ortiz y a Eugenia Ramos. Más tarde se integró el cuatrista Edgardo Miranda. El grupo se fue transformando, como pasa con todas las cosas que duran, hasta llegar a lo que es ahora, un conjunto intergeneracional que tiene entre sus miembros a jóvenes egresados del propio taller de Los Pleneros de la 21 –como Camilo Molina y Matthew González, que hoy tocan con los que fueron sus maestros de niños y Julia Gutiérrez, hija del director-.
Los Pleneros tienen a su cargo algunas de las celebraciones que siguen siendo tradicionales en El Barrio, las Fiestas de Cruz, iniciadas por los incomparables hermanos Nelly y Sammy Tanco que fueron parte del grupo por más de 20 años, la Fiesta de Navidad y el homenaje a Los Maestros, son eventos anuales que todo el mundo en El Barrio conoce. Además, Gutiérrez fue uno de los fundadores del Bomplenazo evento bienal que se celebra en Hostos Community College y que se ha convertido en el encuentro por excelencia de los géneros de la bomba y la plena en la diáspora.
El sonido de Los Pleneros de la 21 va de lo tradicional a lo contemporáneo en un mismo tema. Por sus filas han pasado figuras legendarias y líderes de grupos que pulieron sus talentos en las filas de la 21. Ha sido una especie de incubadora de proyectos.
Este fin de semana Los Pleneros de la 21 regresan a Puerto Rico tras 20 años de ausencia de las tarimas de la isla. Se presentan el viernes 12 de octubre en El Taller en Río Piedras, antiguo Taller Cé en la calle Robles, el sábado 13 de octubre en Tony’s Restaurant en Joyudas y el domingo 14 de octubre en la Plaza del Quinto Centenario en el Viejo San Juan, como parte de la Campechada.