Metamorfosis a la hora de crear: entrevista al narrador Angelo Negrón Falcón
Uno de los escritores de cuentos que se desarrolló en torno a la revista y colectivo Taller Literario durante la última década del siglo XX en Puerto Rico fue Angelo Negrón Falcón. Oriundo de Cataño este narrador vio con el tiempo cómo algunas de sus historias fueron transformadas en cortometrajes. A partir de 2005 comienza a difundir sus cuentos en su propio blog, Confesiones, espacio en el que también reproduce el trabajo de otros escritores. Diez años pasarían para que Negrón Falcón, en 2015, decidiera publicar dos libros: su novela Ojos furtivos y su primera colección de cuentos, Causa y efecto; ambos bajo Publicaciones Gaviota. Hoy, cinco años después, Angelo Negrón publica, bajo el sello Colección de Taller y a través del portal de comercio electrónico Amazon, su segundo libro de cuentos titulado Entre el edén y la escoria.
Con una introducción del historiador Amílcar Cintrón Aguilú titulada “Los actos y las máscaras” y unas impresiones adicionales del escritor Luis Francisco Cintrón en la contraportada, Entre el edén y la escoria está dedicado a los progenitores del autor. Esta nueva colección de Negrón consta de 23 cuentos en 180 páginas. Por conocer la trayectoria de este autor y el interés que me despierta su obra diseminada por internet (casi 200 cuentos), quise conversar con Angelo Negrón Falcón acerca de este nuevo libro.
Carlos Esteban Cana: ¿Cómo nace “Entre el edén y la escoria”?
Angelo Negrón Falcón: Nace de esta necesidad continua de contar algo. “Entre el Edén y la escoria” recoge 23 cuentos escritos a través de varios años, re-visitados y re-compuestos en algunos casos. Sí, esos cuentos nacen, en principio, por pura necesidad de ser escuchado… Espero causar algo en quien me lea, no dejarle indiferente, como me sucedió durante el propio ejercicio de escribirlos; una especie de exorcismo que permita liberar emociones…
CEC: ¿Tiene alguna diferencia con respecto a “Causa y efecto”, tu primer libro de cuentos?
ANF: Me parece que no guarda mucha diferencia. Este nuevo libro contiene más páginas, más cuentos. En ambos libros he depositado ese peculiar estimulo que me aqueja por un sarcasmo endémico ante ciertas debilidades o fortalezas humanas.
CEC: El escritor Antonio Aguado Charneco siempre destacó de tus narraciones el giro de tuerca final, los cierres sorpresivos, ¿crees que eso es lo que distingue a tus cuentos?
ANF: Sí. Es algo que no puedo evitar al momento de escribir. La mayoría de los finales en mis cuentos son el camino a seguir al momento de empezar a escribirlos y me dedico a eso, a tratar de lograr ese giro de tuerca. No sabes cuánto me gusta observar a alguien leer uno de mis cuentos justo hasta el final.
CEC: ¿Cuando escribes, cómo procedes, lo haces en la mañana, pones música?
ANF: Más bien en la noche y hasta de madrugada, regularmente escucho música y antes de poner el punto final acostumbro salir a tomar el aire frío de la noche y, como despojo, busco pedirle perdón al Universo por haberme atrevido a crear otro Universo paralelo con personajes y palabras prestadas enmarcadas en una línea temporal…
CEC: ¿Qué te provoca o motiva la realización del cuento, algo que viste, una imagen, una anécdota?
ANF: Todo logra ese efecto: Imágenes, sonidos, recuerdos… tú dilo. Lo que sea con tal de desoxidar y exorcizar esta mente mía. ¿Qué provoca la génesis del cuento? En mi caso es la necesidad, y las ganas, de completar un final, la mayoría de las veces, preconcebido. Contar algo, lo que sea, parte de ese yo indómito que recuerda, como Funes el memorioso, demasiado. ¿Qué puedo decirte? Pienso que he vivido mucho y a la vez tan poco…
CEC: ¿En esta etapa, a quiénes sigues leyendo, qué escritoras o escritores despiertan actualmente tu curiosidad como lector?
ANF: De vez en cuando regreso a Juan Bosh, a Quiroga y a Antonio Aguado Charneco. Últimamente he estado leyendo al azar: cuentos de escritores, a los que no había leído antes. Ellos en este momento estimulan mis alegrías y melancolías ayudando a emboscar a mi otro yo (de nuevo Borges, Borges y yo). Ese que, a veces, es el que escribe.
CEC: ¿Qué prefieres, la novela o el cuento?
ANF: Si bien me encanta la novela, en esta temporada de arduo trabajo, opto por leer el cuento que está en turno y ver su desenlace y punto final el mismo día. Lo prefiero a tener que esperar salir de perder el tiempo en mi trabajo para poder dar continuidad a una novela. Si, para escribirlo o leerlo, me quedo con el cuento.
CEC: ¿Tienes alguna otra novela en camino?
ANF: Por el momento no. Espero que mi novela Ojos furtivos no sea la única que escriba. Después de todo, estamos tan llenos de historias que de seguro, algunas se mezclaran en una orgía de palabras para convertirse en un cigoto que seguirá gritándome que lo deje nacer…
CEC: ¿Ves alguna diferencia en tu forma de abordar la novela con respecto a cuando escribes cuentos?
ANF: Mi novela nació de un cuento. Para mí una novela es un cuento largo y un cuento es una novela muy corta, y que me perdonen los académicos (o que no me perdonen) que son más tajantes con eso. Por eso abordo al cuento y la novela con el mismo ímpetu, con el mismo respeto.
CEC: ¿Tienes algún cuento preferido de esta nueva colección de cuentos?
ANF: No solo uno se robó esta vez mi predilección. Cuando releo mis cuentos lo hago desde el otro que me inspira y puedo confesar que los cuentos “Al Tercer día”, “Piel sin alma” y “Travesía en los cuatro vientos” son mis preferidos de esta colección. Aunque no seré anticlimático como para adelantar algo sustancial de la trama de estos cuentos sí puedo decir que: en “Al tercer día” exploro el canibalismo; en “Piel sin alma” me interno en las intríngulis de un amor clandestino; y en “Travesía en los cuatro vientos” intento describir la experiencia de quien emigra.
ANF: En este libro hay cuentos escritos hace 25 años y hay otros más recientes de hace tres años. Así de complejo puede ser este oficio a la hora de dar perfil a una colección. Estos cuentos nacieron de diferentes circunstancias, reales o imaginarias. Uno, como escritor, mezcla lo que sucede y lo que no para llegar a ese punto que propicia la metamorfosis total a la hora de crear.
Carlos Esteban Cana: Si algún joven te pidiera un consejo para ser escritor, ¿qué le dirías?
Angelo Negrón Falcón: Escribe. Eso le diría.