mira cómo tiembla
sin que nada roce
su contenida turbaciónmira cómo esconde
el rostro y entorna
los ojoscómo se ovilla levemente
cómo se atornilla en el vaivén
casi imperceptible del temblormira cómo toma
la forma concéntrica del sismo
cómo desnuda el epicentro
la columna ondulante que sostiene
en torno suyo el vértigomírala atento
como si al mirarla
te jugaras la vida
como si las cartas
estuviesen echadas
acaso porque es cierto
acaso porque juegas
la última mano
acaso porque nada quedará
en pie cuando la miresmírala como si estuvieras
ebrio febril desenfocado
mírala sin poder desligarla
de su doble
sin poder discernirla
sin poder precisar el territorio
ardiente de su sangre temblorosamírala oscilar tan lentamente
que puedas engañarte
que puedas simular nada sucede
que puedas pretender
que todo sigue igual
y el mundo no está a punto
de estallarno temas
mírala
mírala bien
con detenimiento
mírala como si no quedara
nada más en el mundo
como si fuera la hora
como si ya nadie
tuviera que volver
a encender las lámparas
como si ya no hubiese
mañana24/X/2014
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