«Miradero» dedicado a la cultura popular
A pesar de ser una publicación concebida en Puerto Rico, la nacionalidad de Miradero es latinoamericana. “Hemos recibido colaboración de la mayoría de los países de Latinoamérica de una forma u otra, ya sea con contenido que nos mandan o con promoción de nuestro trabajo, etcétera. Los países con mayor representación en nuestra comunidad son Colombia, Venezuela, Argentina y México” cuenta el doctor Raúl José Feliciano Ortiz, del equipo editorial de Miradero. Desde este espacio se promueve también la continuación del proyecto del Archivo Nacional de la Memoria, originado en Casa Paoli, en Ponce, que pretende continuar el trabajo de testimonios e historias de vida comenzado entonces.
Según la doctora Carmen Dolores Hernández, los bailes, la música y las historias populares y típicas tienen una función especular —reflejan nuestro ser— y esa función “se vio coartada por las divisiones que hasta hace poco tiempo existían en la estima acordadas por la ‘alta’ cultura y la cultura popular”. Las adivinanzas, los cuentos, los refranes, entre otros documentos y relatos, quedaron aparentemente confinados en los libros. Pero la tradición cultural, que manifiesta diariamente los conflictos de nuestra sociedad, hace que el folclor no sea cosa solo del pasado, sino un aspecto y reflejo de nuestra cultura: emergente, activa y contemporánea.
Es aquí donde entra Miradero. El trabajo de la revista es rescatar, documentar y divulgar estos conocimientos populares en sus diversas manifestaciones, que van desde la medicina alternativa hasta el conocimiento tradicional en el campo de la agricultura, la alimentación y la cocina, diversas manifestaciones de las leyendas urbanas, chistes, creencias, lenguaje figurado popular, epitafios, grafitos y, por supuesto, la historia oral, reflejando los diversos aspectos de la cultura. No tan solo educando y difundiendo, sino que explicando “la función ‘especular’ que ha cumplido el folclor y su papel complementario en el resto de las artes”, crea un espacio abierto a la diversidad, fomentando el diálogo intercultural a partir de acciones que favorecen el conocimiento, el reconocimiento y el respeto por la diversidad y el pluralismo cultural.
“Un panorama amplio, diverso y prometedor es lo que proponemos. Esta revista lleva el nombre de Miradero, ´el lugar desde el que se contempla un panorama amplio, hermoso y diverso´. Para iniciar esa contemplación de nuestro panorama folclórico, esta revista bien puede ser una sombrilla que recoja diversas disciplinas y enfoques, tanto los estudios de expertos en folclor como las aplicaciones teóricas más libres en el mundo de la oralidad, por ejemplo”, indica su portal web. Y es que, como indica Néstor García Canclini, “la investigación sobre las culturas populares [en plural] debe ser un trabajo transdisciplinario”.
En el caso de Puerto Rico, la literatura parece ser la que ha estado encargada de contarnos y recordarnos cómo distintas “generaciones de nuestra nación han comunicado e interpretado sus situaciones a lo largo del tiempo. Polémicas que duran todavía, como la lectura y la representación de la ‘raza’, las manifestaciones y consecuencias de la educación sexista, las oposiciones entre los poderosos y los desposeídos, entre otros importantes tópicos que aún nos desvelan, están vivos y esperando que se estudien en tertulias, revistas de domingo, reuniones intelectuales, tesis y disertaciones, currículos de cursos, congresos, páginas y blogs”, destaca el manifiesto de la revista. Este acentúa que sobre todo existen sectores e individuos que alguna vez tuvieron cosas que decir, pero no llegaron a formar parte de nuestra memoria cultural y porque “le debemos a Puerto Rico los reflejos de los sectores que, a pesar de haber tenido sus representaciones, a la academia no le interesó demasiado conocerlos” es que proponen este espacio hoy día.
Por segundo año consecutivo, Revista Miradero llevó a cabo la actividad internacional “Historias para cambiar el mundo” en el oeste de la isla. La editora de Miradero, la doctora Julia Cristina Ortiz Lugo, y el presidente y fundador de la Casa Paoli, el profesor Néstor Murray Irizarry, han ofrecido talleres de folclor en los Centros Culturales de Guánica y Lajas y en el Centro Educativo Amigos de las Tortugas Marinas en Maunabo. Con Tere Marichal y el grupo Los Cuentacuentos de Puerto Rico han participado en tres actividades en conjunto. En la primera, “La ciudad de los niños”, Marichal presentó a Compay Araña, uno de los personajes afropuertorriqueños más importantes, y Julia Cristina Ortiz, editora de Miradero, también compartió su investigación de estos cuentos y personajes.
Además, realizaron “dos proyectos de difusión de los que estamos bien orgullosos. El primero fue crear un documental sobre unos músicos itinerantes que van por todos los pueblos de la isla cantando aguinaldos en el periodo de Navidad. Ese documental está en nuestra página de multimedios y se llama “Los Reyes en la calle”. El segundo fue una entrevista muy importante que hicimos a la investigadora Elsa Escabí, una mujer que ha dedicado toda su vida a la investigación. La entrevista se encuentra en el número más reciente de la revista como la segunda entrada en la “Serie de folclorología puertorriqueña”.
Pero, sobre todo, la mejor parte ha sido precisamente ver la respuesta de la gente. A pocos meses de entrar en el mundo de las redes sociales, recibieron una invitación de unos compañeros mexicanos que tienen un programa radial por Internet llamado “Tradiciones y leyendas” para que tuvieran su propio segmento. “Eso fue una sorpresa bien grande porque nosotros habíamos enviado un audio que hicimos sobre uno de los cuentos folclóricos afropuertorriqueños a una organización comunitaria importante en Puerto Rico que tiene su propia estación de radio y, prácticamente, nos ignoraron. Así que tener una invitación de un programa en otro país fue verdaderamente grato. Trabajar con Rafael y Alfredo (los conductores del programa) ha sido maravilloso. Han sido siempre bien solidarios. Nunca nos han puesto límites de tiempo y nunca nos ponen presión tampoco. Nos permiten tratar cualquier tema, aun si no va con el tema de ellos de esa semana”, cuenta del doctor Raúl José Feliciano, director de medios de Miradero.
“También hemos ido conociendo muchos proyectos interesantes en otras partes de América Latina que nos dan más ganas de continuar esforzándonos con Miradero. Hemos encontrado muchos proyectos que trabajan con la identidad afroamericana en países como Colombia, Bolivia, Venezuela y Perú. Proyectos de cuentacuentos que se reúnen semanalmente y van formando un público que no solamente conoce cuentos folclóricos, sino que les interesa continuar la tradición. En fin, entrar al mundo de las redes sociales nos ha expuesto a una infinidad de otras posibilidades que no conocíamos”.
Luego de sacar un hermoso primer número en papel reciclado, la revista decidió insertarse plenamente en las comunidades cibernéticas. “Los retos económicos, el alcance a un público mayor, la posibilidad de establecer comunicación internacional, el magnífico horizonte y la ilusión que supone ampliar el grupo de colaboradores y colaboradoras, así como la extensa exposición de nuestras investigaciones y materiales, son varias de las razones que consideramos al movernos a este medio”, explica su portal web. El proyecto ha dado su batalla y organiza un espacio comunitario valioso, educativo y de gestión. Revista Miradero se encuentra en búsqueda de colaboraciones, sugerencias, colegas, investigaciones y materiales. La próxima convocatoria estará vigente hasta el 31 de octubre de 2014. Para más información del proyecto, visite www.miradero.org o únase a sus comunidades virtuales en Facebook y Twitter.