Cuando estaba viviendo en Cuba, mientras estudiaba en la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, estaba en una etapa de mucha reflexión interna sobre la vida. Cuba y sobre todo la escuela y sus zonas rurales te llevan a mirarte, a buscar en tu interior, a la reflexión. Acababa de terminar mi primera película y todo el proceso de desarrollo, rodaje y post producción había sido intenso.
Había dejado de vivir en Puerto Rico hacía un tiempo y me sentía sin un hogar, casa propia, un poco a la deriva. Los trabajadores de la escuela, profesores y colegas estudiantes fueron mi familia por el tiempo que viví ahí, que aunque no fue muy larga mi estadía fue hermosa y llena de aprendizaje. Venía pensando mucho en un escrito que estaba trabajando sobre el concepto de morir para renacer, como metáfora de la vida propia.
Una tarde solitaria caminaba por la escuela y vi unas plantas de moriviví y me dio nostalgia por Puerto Rico. En ese momento pensé en la planta moriviví y lo que venía ya reflexionando sobre la vida y la película que escribía. Ahí me surgió la idea de usar ese nombre para una productora de cine desde donde pueda hacer mis proyectos artísticos y los de otras personas con las que comparta la misma visión del arte, del mundo. Luego se me ocurrió la idea de que fuera un proyecto con más posibilidades creativas y colaborativas, de otros lenguajes artísticos, que cuyos tiempos de creación y producción fueran más cortos que el de hacer una película. Es por eso que nacen los departamentos de Moriviví: CINE, LAB, LIBROS, CULTURA.
Luego de trabajar con otras personas del mundo en mi primera película y de viajar a muchos festivales, tomo aún más consciencia de lo importante que es compartir nuestros trabajos con otros artistas del mundo, con otras audiencias, el intercambio de ideas sobre este mundo colectivo en el que todos vivimos, de observar, de sentarte y solo respirar en soledad, pero a la misma vez siendo parte de un gigantesco hogar en el que vivimos todas y todos, donde se borran las barreras de los idiomas porque somos humanos todas y todos, con emociones.
El arte es un posible camino para fomentar el dialogo, la consciencia de problemáticas sociales, la risa, la alegría y el amor mas que nada. Porque en el fondo por más profunda, densa y oscura que sea la temática que se trabaja en el arte, el artista lo hace posiblemente para buscar una reflexión que nos ayude a crecer a todas y todos. Es por eso y para eso este nuevo comienzo. MORIVIVI.
DESDE LA PENUMBRA, un documental sobre María hecho con videos y fotos caseras por el pueblo de Puerto Rico. Ayúdanos a conseguir videos, fotos y audios tuyos, de tu familia y amigos. Tatiana Monge Pablo Ascanio y yo componemos el equipo de realizadores.