No es al garete. Bitácora de Investigación 2.0 Beta
bitácora.
(Del fr. bitacle, por habitacle).
f. Mar. Especie de armario, fijo a la cubierta e inmediato al timón, en que se pone la aguja de marear.
I Conectando con la primera.
Esta es la segunda parte de un diario de bitácora que estamos escribiendo con el fin de documentar la ayuda que le ofrecemos al intento por salvar la colección audiovisual de la TV pública de Puerto Rico. Agradecemos a todas las personas que llamaron, tras leer la primera parte, a la Comisión de Cultura del Senado para manifestar su malestar ante la condición actual del archivo de WIPR TV.El fundador del archivo, el señor Ángel F. Rivera, inició hace mucho tiempo un proyecto de conservación que aún no se ha podido concretar. Rivera buscaba proteger para futuras investigaciones, el material audiovisual producido por WIPR TV, canal 6 y WIPM TV, canal 3. Esto lo sabemos porque él mismo nos lo dijo. Muchos han tratado de darle continuidad a su esfuerzo sin éxito, y cada día que pasa perdemos un poco más de sus 56 años de memoria.
En esta entrega, presentamos parte de lo que hemos estado haciendo para contribuir a salvar estos documentos junto con algunas reflexiones que despertaron nuestro interés por la TV de Puerto Rico.
Gran parte de la colección de WIPR luce como ven en estas fotos. Hay secciones en mejor condición, pero hay muchísimas peores:
II De nuestra parte
Hace algunos meses le presentamos a la Comisión de Cultura del Senado, junto a colaboradores del Archivo Ángel F. Rivera, varias propuestas dirigidas al rescate de la colección audiovisual de WIPR.
Sometimos:
1. Un borrador de proyecto de ley para la creación de un Depósito Legal;
2. Un presupuesto para un Inventario Somero del archivo audiovisual de WIPR;
3. Una propuesta para la creación de un centro de acopio de Material Audiovisual Digitalizado: Centro de Digitalización de P.R.;
4. Y escribimos lo que podría ser la base de una exposición de motivos para una ley que declare Patrimonio Cultural el material audiovisual de la TV que esté en formatos análogos (obsoletos).
Todas las propuestas buscan salvar las fuentes audiovisuales para la investigación porque no podríamos adentrarnos más en el tema de la TV puertorriqueña sin explorar los contenidos de “los archivos”. Sin embargo, estas “colecciones” no se pueden estudiar ahora mismo porque en muchos casos ni siquiera existen en las instalaciones de los canales las máquinas para reproducir los formatos obsoletos. También es un problema el que no estén organizadas ni en condiciones de reproducirse. En grandes partes de la colección habrá que ir pulgada tras pulgada removiendo hongos y partículas de miles de pies de cinta antes de poder examinar su contenido.
III El alcance
A largo plazo buscamos ayudar a hacer accesibles los archivos de todos los canales de TV en Puerto Rico, incluyendo los comerciales, pero por el momento estamos apenas empezando a intentar rescatar los de la TV pública. El proceso para sacar de peligro las unidades del archivo es complejo y debe empezar con un Inventario. Este permitirá establecer prioridades de restauración, reparación y almacenaje.1 Luego se podrá catalogar la colección y por último emigrarla de formato.
Una de las primeras tareas que realizamos para iniciar ese proceso de rescate fue definir el presupuesto detallado de un Inventario Somero. Se estimó que costaría alrededor de 200 mil dólares sacar de peligro el archivo entero de WIPR, incluyendo la compra de un sistema de anaqueles para su almacenaje permanente. Este no sería el fin, pero es una etapa realista hacia eso. Sin embargo, recientemente nos informó la Comisión de Cultura del Senado que el Ejecutivo ordenó recortes inmediatos a todas las agencias y que no existen fondos para trabajar con el archivo dentro del plan de austeridad.
Por tanto, y con los fines de contribuir al rescate de las fuentes como preámbulo a nuestra labor de investigación, asumimos nuestro deber y constituimos una corporación sin fines de lucro con el único propósito de salvar el archivo y estamos inclusive tratando de recaudar fondos privados para costear el rescate sin tener que depender de los recursos del gobierno. Si quisiera contribuir, déjenos saber. En lo que conseguimos entrar en esa etapa de escudriñar los archivos, los invito a que nos adentremos en algunas de las razones que nos llevaron a descubrir la necesidad de salvar estos documentos.
IV Lo (in)mediático
“…la televisión en Puerto Rico
fue parte de la cultura de consumo
y de la modernización del País.”
Todo apunta a que el gobierno no podrá financiar el rescate de su memoria televisiva por el momento, entre otras razones, porque enfrenta una profunda crisis económica. Esto nos lleva a querer sintetizar el perfil general de Puerto Rico para enmarcar conscientemente la dificultad que enfrenta nuestro esfuerzo. No deja de ser tristemente irónico que haya sido la cultura de consumo, que tan bien masificó la TV, lo que le esté haciendo perder a esta su memoria. Se nos antoja imaginar a una televisión intentando borrar su pasado para no autoincriminarse. Pero veamos a lo que nos enfrentamos específicamente.
Empecemos diciendo que en el 2014 la televisión todavía controla la opinión pública pero Facebook se lee más que la Biblia. Cada día más gente maneja información y conoce datos primero que la TV y esta termina resumiéndose a la venta y el espectáculo.2
No obstante,, el «mainstream” ya no puede ocultar más la crisis mundial y lanza cápsulas aisladas, sin continuidad ni análisis, sobre asuntos que son vitales para entender las desigualdades del sistema y termina dibujando un mundo incomprensible. La TV convierte todo, incluyendo “la noticia” en un pretexto para la venta de bienes e ideología.
Recientemente el gobernador Alejandro García Padilla firmó una emisión de bonos por $3,500 millones que sumados a los más de 70 mil millones que ya tiene el país, ponen la deuda al tope constitucional. La deuda es impagable y nuestro crédito está clasificado de chatarra. Sin embargo, nunca antes había sido tan discutido en los medios el asunto de los bonos y la deuda de Puerto Rico. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Cómo afecta la cobertura mediática y todo su despliegue público a las luchas políticas? ¿Ese conocimiento, nos somete o nos libera?
Nuestro Estado obedece íntegramente el proyecto neoliberal, lo que se traduce en que busca autodestruirse. Esto lo lleva a reducirse, a quitarnos derechos y a vender activos. Con esa agenda se empezó vendiendo el aeropuerto, se siguió con propiedades de la Autoridad de Carreteras y ya han vendido hasta La Concha. Así también se reducirán los presupuestos de las agencias públicas hasta en un 10 por ciento, mientras se le otorgan privilegios económicos a empresas multimillonarias.
Se prepara una reducción de entre 800 a 1,500 millones de dólares en el gobierno y para que tengan parangón, la ley 7 del 2009, que terminó despidiendo a casi 20 mil empleados públicos, fue un recorte de 675 millones. Como si fuera poco aumenta en más de 6 dólares (entre 2011-2014) el costo de la canasta de alimentos pero desde el 2009 el salario mínimo es de $7.25 la hora.
En Puerto Rico somos 3.6 millones de habitantes, porque se han ido en 4 años más de 100 mil personas. De los que quedamos solo trabajan alrededor de un millón y 300 mil cobran el salario mínimo.
Cada día se produce menos y se debe más, y como consecuencia aumenta la violencia, las enfermedades y el subempleo. Más de dos millones de personas podemos aspirar a conseguir únicamente trabajos sin beneficios. Nos mantienen vivos con el mínimo por si nos necesitan para mano de obra barata o como soldados en sus guerras.
Según el Foro Mundial de Economía: “las 85 personas más ricas del planeta poseen el equivalente a los recursos económicos de los 3.570 millones de habitantes más pobres…» [esto es la mitad de la población mundial].
En Puerto Rico el Estado financia a grandes corporaciones como Monsanto y Walmart y cambia la ley para que pueda haber en cada esquina un Walgreens pero suben el agua, la luz, los peajes y los impuestos. Nos recortan el retiro, los beneficios ganados como derechos y mientras más del 50 por ciento de la población está bajo el nivel de pobreza se legisla para corporaciones multimillonarias.
Las empresas extranjeras sacan de la isla alrededor de $30 a 35 mil millones anualmente mientras el presupuesto general aquí es de 29 mil millones. El gobierno actúa como actúan sus ciudadanos: consume compulsivamente, como nos educó el Mercado en la TV y lo hace creando deuda. De lo que consumimos, el 80% viene de afuera y no podemos negociar libremente con el mundo. Mientras tanto, más del 80% de la población vive de la economía de servicios.
En Puerto Rico tenemos poco más de un millón de cuerdas de tierra productiva y para tener autonomía alimentaria como vegetarianos, necesitaríamos 720 mil de ellas cultivadas. Si quisiéramos carne necesitaríamos 1.4 millones. Sin embargo, solo contamos con 89 mil cuerdas cultivadas y de esas, varios miles son de multinacionales sembrando experimentos. En tres meses sin que lleguen barcos se acaba la comida.
Nuestra condición actual nos describe dentro de una seria crisis económica. El fracaso de la sociedad de consumo parecería quedar en evidencia tras repasar la historia más reciente. Sin embargo, la TV creó parte de ese problema con su masificación de la cultura del Mercado y para empezar a examinar ese impacto tendremos que estudiar los archivos de TV, pero además, tendremos que referirnos a otros contextos históricos.
IV Algunos contextos de nuestra TV.
a. Nuestro perfil.
Puerto Rico es un caso raro en el mundo por muchas razones, pero por ahora, nos interesa resaltar tres:
1. La isla lleva siglos siendo explotada como colonia, y de esos 116 años por EEUU.
2. Consumimos mucho. Producimos muy poco.3
3. No somos latinoamericanos pero tampoco somos estadounidenses.
b. Desde la matriz
WIPR TV (1958) fue una de las primeras estaciones educativas de Latinoamérica. Es una estación pública que nació durante los primeros pasos de la Constitución del ELA y se usó en sus inicios como un aula virtual. Aún así no deja de ser un proyecto de un gobierno colonial en gestión de su “cultura”. Tendríamos que ver su fundación sobre todo desde ese contexto y por la misma razón, nos veremos obligados a definir en un futuro cercano, lo que significó “cultura” para ese proyecto.
La TV comercial inaugura 4 años antes que la pública, Ángel Ramos con Telemundo y José Ramón Quiñones con WAPA fueron los primeros. La Ley de la Mordaza (ley 53 del 1948) estaba iniciando su cacería de subversivos para cuando algunos empresarios locales solicitaron los primeros permisos a la “Federal Communications Commission” (FCC) a finales de 1940 y principios de 1950. La Constitución del ELA (1952) se implementa dos años después de la insurrección nacionalista (1950). La FCC otorga los primeros permisos de transmisión en el 1954 y empiezan a transmitir inmediatamente dos canales comerciales, impactando de forma contundente a decenas de miles de personas al unísono. Ese año también un grupo de nacionalistas ataca el Congreso de EEUU mientras estaba en pleno apogeo la lucha por los derechos civiles en dicho país.
c. Fue un experimento
Puerto Rico desde hace más de 100 años es un laboratorio de Estados Unidos. Muchos consideran que el primer experimento al que estuvimos expuestos ocurrió en el 1898 cuando EEUU explotó su “poder mediático” atizando la guerra hispano-estadounidense con su prensa, tras la sospechosa explosión del Maine en Cuba.
«… la prensa norteamericana tuvo tal influjo en el desencadenamiento de la guerra que ésta fue llamada Hearst’s War … [Hearst] fue director de The Journal.» ((Leal Cruz, Pedro-Nolasco. LA EXPLOSIÓN EN EL MAINE EN 1898 SEGÚN LA PRENSA NORTEAMERICANA DE LA ÉPOCA. http://www.americanistas.es/biblo/textos/08/08-020.pdf))
El Navy dice:
“Fed by inflammatory articles in the ‘Yellow Press’ blaming Spain for the disaster, the public […] placed guilt on the Spanish government…”
En Puerto Rico, 116 años más tarde y tras el fin de la sección 936, el perfil de EEUU es prácticamente el mismo y siguen experimentando con nosotros de un sinnúmero de formas similares. Muchas corporaciones estadounidenses (hay pocas de otros países) no solo experimentan en sus latifundios locales con transgénicos y pesticidas, sino que tienen subsidios del gobierno como si fueran agricultores pequeños y evaden la opinión pública y las cortes, manipulando los medios y hasta la historia. La experimentación con seres humanos marginados no es nueva y Puerto Rico no ha sido la excepción.
Entre el gobierno y las grandes corporaciones aquí se ha experimentado con malaria, con cáncer (Rhodes), vacunas, esterilizaciones, medicamentos, Agente Naranja (Monsanto), radioactividad y se hicieron bases militares al lado de comunidades en Culebra y Vieques para prácticas de tiro con munición viva y radioactiva. Se ha experimentado con programas de educación, de segregación, de mercadeo y de persecución política. En ese contexto la televisión del país no podría dejar de verse como un claro experimento de aculturación.
d. De lo eterno.
En el 1984, cuando la TV llevaba en EEUU 40 años y aquí 30, un grupo de investigadores, en su mayoría sociólogos y estudiosos de medios, publicaron los resultados de dos años de investigación sobre religión y TV, financiada por más de 30 organizaciones religiosas. El grupo de la Escuela de Comunicaciones Annenberg en Pensilvania, junto con la Universidad de Princeton, estuvo liderado por George Garbner quien a su vez ya llevaba una carrera con más de 10 años de investigación continua del medio. Esta investigación buscaba estudiar el impacto de la programación religiosa, así como la vertiente denominada «electronic church” (teleministerios), en la audiencia estadounidense.
Los religiosos pensaban que la iglesia en la TV destruiría la fibra moral y la fe de los estadounidenses porque evitaría que los feligreses asistieran a la iglesia “real”. El estudio reveló que a principios de los años 1980 más de 13 millones de personas en los EEUU o alrededor del 6% de los televidentes sintonizaban regularmente programación religiosa y que estos eran adultos mayores, con poca educación y habitando zonas rurales.
Además demostró:
1. Que lo que más les preocupaba a los religiosos era perder feligresía y por lo tanto donaciones. El estudio se convirtió en la justificación para que muchas denominaciones ingresaran al ruedo televisivo porque probó su éxito en la recaudación de fondos.
2. La gente que veía servicios religiosos en TV de todas formas asistía a la iglesia físicamente y no se veía afectada su fidelidad a la congregación por ver programación religiosa en la TV.
3. Se supo también que en la época del estudio (1984), la programación religiosa no redundó en un aumento de creyentes. En otras palabras, la TV no reclutaba feligreses.
Apuntamos a estos datos porque demuestra primero que todo, que la religión cristiana desde los inicios de la TV ocupó un espacio privilegiado en la programación comercial y pública. Durante los 1980 con la llegada de la televisión por antena satelital y el cable, los canales exclusivos de ministerios religiosos proliferaron, pero nunca desapareció la religión cristiana del “mainstream”.
Sin embargo, lo que nos parece realmente importante sería que el investigador concluye que la televisión igual que la religión, tiene la capacidad de masificar moral. Lo que esto significa es que la iglesia “tradicional” no compite por seguidores con la iglesia televisiva, sino que según Gerbner, la religión en su rol de proveedora de moral, con lo que compite es con la televisión misma.
“Whoever tells most of the stories to most of the people most of the time has effectively assumed cultural roles of parent and school. […] That process and power is television….
…After more than ten years of intensive research into its social functions, I have concluded that television is best seen and studied not as a selectively used medium but as a ritual, as a virtually universal new religion that tends to absorb viewers of otherwise diverse outlooks into its own «mainstream.»4
Al convertirse la TV, según Garbner, en un “ritual” que unifica con sus generalizaciones, ella se hace proveedora de moral con la fuerza que tendría una religión. Esto lo reconocieron los primeros religiosos “tradicionalistas”. Morality in Media, por ejemplo, fundada en 1962, por muchos años impuso el terror de su moral en la TV local y estadounidense. Por lo mismo, desde sus orígenes la FCC definió con conceptos religiosos como “indecencia”, “obscenidad” y “profanación” los contenidos inapropiados de la TV.
Al final, sabemos que la TV no existe en un vacío y que su contenido responderá mayoritariamente a la ideología dominante, por lo que sería imposible estudiar la TV sin discutir la cultura del consumo capitalista y la moral cristiana. Esto lo que significa es que aún sin la programación explícita la religión cristiana estuvo presente en el medio tanto como el mismo Mercado. Quizás en la próxima entrega, hablemos de la TV como púlpito, tomando en cuenta que hoy día el 93 por ciento de los puertorriqueños se consideran cristianos.
Continuará…
- Todo lo que contienen los archivos de las estaciones del gobierno es importante, pero si evaluamos el material podríamos darle prioridad a productos hechos en Puerto Rico, porque de la programación extranjera (PBS, TVE, etc.) ya existen archivos. [↩]
- En España: “Facebook, Twitter o Tuenti forman parte de la vida del 64,1% de los usuarios de Internet, porcentaje que aumenta hasta el 94,5% entre los jóvenes de 16 a 24 años. Por sexos, la participación de las mujeres (65,6%) es algo mayor que las de los hombres (62,8%). Sobre todo ha crecido mucho su uso para comentar programas de televisión.” [↩]
- El Producto Nacional Bruto (PNB), representa el valor en el mercado de la producción económica originada por los residentes del País. Para el año fiscal 2012, este totalizó $69,461.6 millones a precios Corrientes[…] la demanda interna que representa el valor de todos los bienes y servicios consumidos por los sectores públicos y privados en Puerto Rico, aumentó […] a $81,976.8 millones en el año fiscal 2012. http://www2.pr.gov/presupuestos/Presupuesto2013 2014/Informacin%20de%20Referencia/Econom%C3%ADa%20de%20PR.pdf [↩]
- Gerbner, George. “Television as Religion”. Media & Values: A Quarterly Review of Media Issues and Trends17 Fall (1981); 1 – 3. [↩]