¿Quién descubrió América?
En los últimos años China parece estar de moda. Todos hablan y estudian al gigante asiático. La futura potencia mundial, no solamente es el fabricante de la mayoría de los artefactos electrónicos de hoy día, sino que fue donde se originó: el papel, la tinta, los canales navegables, las murallas, la pólvora y hasta el helado, entre otros. Para completar, como si fuera poco, un estudio presenta la posibilidad de que los chinos también “descubrieran” América setenta años antes que Cristóbal Colón.
Gavin Menzies, ex-almirante de la marina británica, en su libro “1421, el año en que China descubrió el mundo”, evidencia el proyecto global que desarrollaron los chinos a principios del siglo XV. ¿Qué motivó a Menzies a realizar su relevante hallazgo? Lo que entusiasmó al capitán a involucrarse en esa investigación fueron varios mapas encontrados, algunos de 1440 y 1450 donde aparecían islas del Caribe aún sin descubrir. Incluso encontró mapas que mostraban la Antártida, toda la costa de África y otros que incluían Australia y hasta un mapa que presentaba la costa norte de Rusia. Lugares que teóricamente fueron cartografiados dos y tres siglos después de la fecha renacentista.
En sus indagaciones, el capitán de submarinos, encontró incongruencias en los diarios del navegante Cristóbal Colón. Menzies pudo establecer cómo el emperador chino Zhu Di organizó una inmensa expedición que zarpó de China el 8 de marzo de 1421. Una flota con más de 300 navíos-algunos que alcanzaban los 150 metros de largo- y 30,000 tripulantes. La escuadra al mando del almirante Zheng He tenía una orden global: llevar a todas las naciones del mundo el mandato del Celeste Imperio y ordenarles rendir tributo a Pekín. Solo quedó fuera de sus exploraciones la región de Europa, destino futuro para una segunda expedición, seguramente mejor armada. Al partir, los navíos se dividieron en cinco escuadrones, recorriendo casi todo el mundo.
La realidad es que para el siglo XV la arquitectura naval china era la más avanzada del mundo. Sus juncos eran mucho más grandes y resistentes que los barcos europeos y contaban con avances técnicos desconocidos en occidente. Zhu Di fue el tercer emperador de la Dinastía Ming y heredó una importante flota de su padre. Además, la organización de grandes armadas o de expediciones navales no es algo extraño en la historia china. Bajo el mandato de Zhu Di se realizaron sobre 6 expediciones mayores. Barcos chinos visitaron Indochina, Indonesia, la India, Arabia y África oriental, trayendo objetos, metales preciosos, maderas exóticas y animales raros. Gracias a ello, China dominó esos mares durante el reinado de Zhu Di, eliminando la piratería del Mar de China y estableciendo intensas relaciones diplomáticas, tributarias y comerciales. Su reinado se considera la cumbre de la dinastía Ming, ya que durante el mismo se alcanzó la máxima extensión territorial, se mantuvo la economía estabilizada y se emprendió una dinámica política exterior que extendió la influencia de China por gran parte de Asia y África. Esta política chocó con la oposición de los confucianistas que predicaban el aislamiento del gigante asiático.
Según expone Menzies en su libro, los chinos no encontraron tantas cosas interesantes en América, pues China era una cultura milenaria que casi lo tenía todo. Sin embargo, sacaron cobre en Brasil y Estados Unidos, cazaron animales en la Patagonia y clasificaron árboles de madera en el Caribe. Se dedicaron a traer y llevar cultivos, lo que explica que en China se conociera el maíz tres siglos antes de que los europeos lo llevaran, así como que en las Américas hubiera arroz y otros productos que son nativos de Asia. Entre otras pruebas que aporta Menzies se encuentra una escultura de la dinastía Ming encontrada en Kenia y ejemplares de porcelana hallados en lugares como Perú y California.
En 1423 cuando muchas de estas flotas regresaron a China, su gobierno estaba enfrentando serias transformaciones y se acababa de firmar un decreto imperial que prohibía navegar, explorar y hablar del resto del mundo. Los gobernantes sucesores no mostraron interés en continuar la política de grandes expediciones navales, que consideraron despilfarradora pues el costo de enviar las flotas en expedición no era compensado por el valor de los objetos traídos. A partir de entonces, la armada china se redujo tanto que, a finales del siglo XV las costas chinas eran una presa apetecible para los piratas, en su mayoría japoneses. Sin embargo, la historia oficial de China señala que Zheng He solo exploró el Océano Índico, llegando hasta lugares tan lejanos como África Oriental e incluso hasta el Canal de Mozambique. No hay registro de viajes más largos. Menzies argumenta que cuando el mandato del emperador Zhu Di acabó, un grupo de personas con cierto poder político, llamados mandarines, tomó control de la situación y dada su rivalidad con el gobierno anterior, quemó todos los registros del fantástico viaje. Para mayor desgracia, muchos de los documentos y mapas de estas expediciones fueron destruidos, solo algunos sobrevivieron.
Recientemente, Liu Gang, un abogado mercantil revivió la controvertible teoría con el hallazgo de otros mapas. Gang afirma que el famoso marinero chino Zheng He dio la vuelta al mundo y “descubrió” América antes de que lo hiciera Cristóbal Colón. Incluso certifica que hay mapas de 1418 que evidencian los viajes chinos. ¿Habrá el almirante chino Zheng He, creado mapas que luego fueron utilizados por Colón para llegar a América en 1492 mientras y supuestamente buscaba una nueva ruta hacia la India? ¿Habrá el explorador portugués Fernando de Magallanes también navegado con la ayuda de los mapas chinos del siglo XVI? En otras palabras, ¿será qué ninguno de los grandes exploradores realmente “descubrió” algo nuevo? Incluso, en algunos de estos mapas aparece la que sería la Isla de Puerto Rico. ¿Será realmente Puerto Rico la Isla del mapa? En este caso, ¿los chinos llegaron a Borinquén antes que España?
La comunidad académica considera que las afirmaciones de Menzies son puramente especulativas y no se basan en hechos concretos. Otros también cuestionan los mapas hallados, alegando que son demasiado precisos para su periodo. Por otro lado, siendo la civilización china bastante exhaustiva y meticulosa en sus registros, no tiene sentido que guardaran evidencia de solo la mitad de sus viajes. En este momento, todo lo que hay es una hipótesis; todavía hay que precisar que estos mapas sean originales y reales. Hasta ahora, no hay un sólo rastro arqueológico conocido que evidencie la presencia china en Puerto Rico previo a la llegada de Colón. Tampoco sería justo rechazar del todo los nuevos planteamientos teóricos del almirante inglés. Desde hace varios años esta proposición ha sorprendido al mundo, contradice uno de los principales dogmas de la historia moderna y refuta que América fue “descubierta” en 1492 por Cristóbal Colón. Hace falta mucho más que un mapa para dar la vuelta y transformar una historia tan compleja.
A pesar de este dilema, todos los años las escuelas, colegios y gobiernos celebran el famoso 12 de octubre de 1492, dato que niños y niñas se embotellan como parte de su conocimiento histórico. Así, conmemoramos el aniversario del famoso “Descubrimiento” de América, “Columbus Day” o “Día de la Raza”, como está de moda llamarle en los Estados Unidos, especialmente entre la comunidad latina. Esto, con toda la intensión de disimular, encubrir y minimizar los crímenes cometidos. Sin embargo, celebrar el llamado “descubrimiento” de América y teorizar sobre quién llegó primero, si los chinos o Cristóbal Colón, implica descartar que existieran más de cien millones de seres humanos que ya habían descubierto al continente y vivían tranquilamente en él.