• Columnas
  • Puerto Rico
  • Mundo
  • Cultura
    • Poesía
    • Cine
    • Arte
    • Ficción
    • Letras
    • Podcast
    • Comunicación
    • Historia
    • Deportes
    • Ciencia 26.7 °C
  • ¿Qué Hacer?
  • Archivos

  • Categorías

- Publicidad -
Donar
  • Puerto Rico
  • Mundo
  • Cultura
    • Arte
    • Cine
    • Cómic
    • Podcast
    • Música
    • Poesía
    • Ficción
    • Letras
    • Historia
    • Ciencia 26.7 °C
    • Comunicación
  • Sociedad
    • Ambiente
    • Deportes
    • Economía
    • Educación
    • Derechos Humanos
    • Diáspora
  • ¿Qué Hacer?
  • Columnas
Inicio » 80grados Cultura Puerto Rico

Reflexión breve sobre retórica y dilemas de la cultura

Miguel Ángel Torres AponteMiguel Ángel Torres Aponte Publicado: 14 de diciembre de 2018



La cultura es un conglomerado de ideas y comportamientos, un surtido de construcciones sociales basadas en la apreciación colectiva legitimada por la suma de consensos individuales. La cultura es una suerte de “historia de la memoria” de una región específica, o de un grupo de personas en particular. Por ejemplo, existe una cultura paleolítica de herramientas confeccionadas con hueso, madera o cuero. Por otro lado, existe una cultura de la conectividad, basada en los medios de comunicación que regulan las redes sociales. La cultura no es un fenómeno estático. Tampoco es un concepto tan determinista o reduccionista como las definiciones antes expuestas. La cultura es una expresión, un gesto generacional de las prácticas, modos y objetos que producimos a través del tiempo.  Puede ser, además, un concepto ambiguo de constantes rupturas y nuevos paradigmas. Es una historia funámbula que continuamente modifica sus testimonios sociales.

La cultura es también una contradicción cuando entra en las fauces de las instituciones encargadas de protegerla. Porque éstas pueden dictaminar, desde el poder estatal y el exceso de burocracia, el cómo debemos vernos y el cómo deberían mirarnos “los de afuera”; a veces tratada con la decidida tensión entre la perspectiva de los vencidos y la configuración social de los vencedores. La cultura no es una inversión programática, y no depende, totalmente, de la filantropía privada para eternizar sus mecanismos. La cultura no aprueba o desaprueba modalidades. Siempre suma, asimila y adopta expresiones de otros saberes. A pesar de que puede ser jerárquica, no institucionaliza sus particularidades como teorizaciones intelectuales de elegantes fragancias academicistas. La cultura somos usted y yo en este instante, tan impreciso como verdadero. Tan perecedero como indestructible. La cultura no necesita amparos diplomáticos, ni defensas con supuestos argumentos apodícticos. La capacidad heurística de todo ser humano la alimenta, la patrocina y la traslada. Pero la insistencia por objetivarla, por forjar una “política cultural” la puede colocar en un estado de reificación, convirtiéndola en una empresa que vende unidades identitarias al por mayor como un mero producto turístico con excesos mitológicos. La cultura no necesita protectores, dice Daniel Mantovani[i]:

-La mejor política cultural es no tener ninguna. Defender a la cultura…

Siempre se considera a la cultura como algo débil, algo frágil. Como algo raquítico que necesita ser custodiado, protegido, promovido y subvencionado. La cultura es indestructible. Es capaz de sobrevivir a las peores hecatombes […] Creo que la palabra cultura sale de la gente más ignorante, más estúpida y más peligrosa. Yo personalmente no la uso nunca.

Si bien las palabras de Mantovani poseen un magnifico y condensado tratado de lógica cultural, no son estas elucubraciones del todo acertadas. La cultura no necesita defensores carismáticos, porque quienes la hacen no necesitan defenderla, sino transmitirla. Institucionalizarla tiene sus beneficios, sobre todo a largo plazo. Pero no olvidemos que también existen dictadores de la cultura, esos que erigen construcciones artificiosas de las identidades de un país. Muchos de estos constructores y protectores “ignorantes”, “estúpidos” y “peligrosos” pueden serlo en la medida que ejerzan su poder con el más fervoroso individualismo que concibe la cultura como algo que debe ser siempre restaurado. Estos personajes pueden trabajar intentando complacer los dictámenes de quienes estén en el poder político para garantizar su propia estadía en el comercio cultural, creando una memoria histórica rudimentaria o, según Peter Burke:

“Como revelan las películas y los programas televisivos aún con más claridad que los libros, se constata un gran interés popular por las memorias históricas. Este interés creciente constituye probablemente una reacción a la aceleración del cambio social y cultural, que amenaza las identidades escindiendo lo que somos de lo que éramos”.

Por supuesto, lo que somos hoy no es lo que éramos ayer, ni lo que seremos mañana. Pero ante tal grado de incertidumbre, la suma de todo ello constituye, al menos, una identidad provisional. Un relajante para la historia de la memoria que muchas instituciones culturales procuran prescribir como placebo anecdótico. La cultura puede ser también una versión novedosa de un pasado que nunca existió, o de un futuro suculentamente estereotipado. Por ahora, parece ser que los rituales epistemológicos de los que dominan y sus subordinados seguirán surtiendo efecto en nuestra cultura contemporánea como dilemas de un descontento antropológico distorsionado. En este panorama es donde el formidable estoicismo de muchas instituciones culturales gestiona su participación mesiánica y reivindicadora, en un contexto sociocultural similar al “Pueblo Blanco” de Joan Manuel Serrat, que bien podría ser “Salas” el pueblito de Daniel Mantovani.

Print Friendly, PDF & Email


- Publicidad -


Miguel Ángel Torres Aponte
Autores

Miguel Ángel Torres Aponte

Artista plástico, poeta y baterista, (Ponce). Obtiene un bachillerato de la Escuela de Artes Plásticas y Diseño de Puerto Rico (escultura y pintura) y una maestría en Estudios Culturales Puertorriqueños y Caribeños del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, especializándose en la obra de Luis Llorens Torres. Certificado por el Smithsonian Institution (Museum Studies) Washington D.C.: “Merging Conservation with Fabrication” y “Management of Museum Collection”. Certificado por la American Alliance of Museum (AMM), Boston Massachusetts: “Exhibition Design and Collection Management”. Certificado por el Instituto Latinoamericano de Museos (ILAM): “Diseño y montaje de Exposiciones” (Taller virtual). Certificado en “Edición y Artes Editoriales” de la División de Educación Continua y Estudios Profesionales (DECEP) de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Ha exhibido en las principales salas del país. Su trabajo plástico se encuentra en colecciones privadas, en Puerto Rico y el exterior; el Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico y el Museo de Arte de Caguas. Ha colaborado como columnista en el periódico El Nuevo Día, en varias revistas académicas, en la revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña y en la enciclopedia de Puerto Rico en línea (enciclopediapr.org). Su obra poética ha sido premiada y publicada en varios certámenes antológicos de poesía nacionales e internacionales. Sus exhibiciones individuales son Metapinturas (2002), El triunfo del desespero (2007) y Residuos de la memoria (2018). Su participación en la escena artística local ha sido frugal pero constante, haciendo de él un artista escurridizo mas no trivial. Trabaja en el Museo de Arte de Puerto Rico desde el 2000 como Preparador de Exhibiciones.

Movimientos de masas y la extrema derecha: los chalecos amarillos
Próximo

Movimientos de masas y la extrema derecha: los chalecos amarillos

  • en portada

    ¿Dónde la inteligencia, dónde nuestra paideia?

    Rafael Aragunde
  • Cine

    • I Care a Lot: Bandidaje
      26 de febrero de 2021
    • The Dig: Desentierro
      19 de febrero de 2021
    • Ma Rainey's Black Bottom: el comienzo
      13 de febrero de 2021

  • publicidad

  • Poesía

    • Dolores
      20 de febrero de 2021
    • Carolina
      15 de enero de 2021
    • Teach me how to die, María
      4 de diciembre de 2020



Suscríbete a nuestro newsletter


  • DONACIONES
  • RED DE APOYO
  • SOMOS
    • ¿para qué?
80grados.net está disponible bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0 Puerto Rico. El reconocimiento debe ser a 80grados.net y a cada autor en particular.
Presione enter/return para comenzar la búsqueda