Remanso
Publicado: 14 de febrero de 2020
tardes frías;
en el remanso de casa, incertidumbre.
en el fulgor de un grito descansa el tiempo
o es el grito mismo que encuentra su alcoba
en los capullos.
una mirada reposa lánguida sobre el mundo,
su cuerpo hondo y radiante
avasalla con la más dulce pereza
el paisaje fósil.
un eco inmenso en la rabia.
una paz que hincha los segundos.
los changos cantan de guerra,
y mientras tanto, escribo para ahogar
el duro golpe de estas tardes soleadas.
al poeta más tierno la pluma asesina.
se abren los surcos del pecho inverso
y desgarra con pasión el sofocante numen,
allí donde radican inmóviles
los cargos de la impaciencia,
pesa el ritmo de estas letras de paja,
que como el sol, se retuercen
en silencio, coagulando.
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