Rita Indiana: No la llamen Lady Gagá
Rita Indiana es un fenómeno por varias razones. Su importancia no se puede aislar en la estética del performance, ni en sus brillantes letras o en su manera de fusionar distintas tradiciones de música o cultura. En fin, es algo muy personal, y esta entrevista que le hice la semana pasada es una de mis favoritas. Rita Indiana se estará presentando en Summerstage en Nueva York el 9 de julio.
Rita: Si quieres hablar en inglés, si se te hace más fácil…
EM: Bueno, quizás pero tengo que establecer mi street cred. Vamos a ver. What was the process of bringing the album to fruition? You must have been working on it for years.
Rita: I never considered myself a musician; I did a lot of literature before I actually thought of making music and this record is one of my projects –the next one might be a book, it might be something else like a video art project or something, but it’s definitely a multimedia project that came– tiene un montón de cosas, que se fueron acumulando con el tiempo, de lecturas, oyendo música, o de la vida, programando beats en mi casa, hablando con la gente. El disco se hizo en una semana, no, y en dos o tres meses antes de llegar a Santo Domingo, I put the band together pero definitivamente que sí, hay muchos años de investigación digamos, y de improvisación que se pusieron ahí.
EM: Y estabas tocando en vivo antes de eso?
Rita: Antes del disco, actually before we recorded I just played, I had been playing for less than a year because I mostly focused on literature, estoy escribiendo desde los 19 años. Ya en el 2008 empiezo a hacer música así como que, bueno voy a hacer música.
EM: What is the relationship between your prose writing and ideas for songs?
Rita: Creo que la semilla es la misma, como contar algo o expresar algo, lo que pasa es que pienso que en la literatura hago un trabajo muchísimo más sofisticado y más elaborado, o sea a largo plazo. Las canciones a mi me salen en un día –estoy ahí caminando, voy a coger la guagua y de repente– fu –me vino la melodía con la letra y todo junto. Pampampampam así. No es algo como que yo voy trabajando, como que ahora voy a escribir una canción –y no hago un trabajo de investigación o nada por el estilo antes de escribir una canción, sino que sale, llegó, pum, algo que me está pasando bien espontáneo. Con la literatura por lo general me toma unos meses, cocinar la historia, qué es lo que debo escribir, qué es lo que me está pasando. Lo de la música viene más por la cuestión rítmica. Y las letras a veces son cosas que ni tienen mucho sentido que la gente me dice: “por qué, qué significa esto y lo otro” y yo lo que estoy es jugando con el lenguaje para hacer música en la canción. A veces tiene sentido y otras veces no necesariamente tiene un sentido, son como más abstractas las letras que en la literatura que hago.
EM: Pero también es claro que you’re an aficionado of different kinds of music which you probably thought, bueno yo quiero mezclar esta idea o sentimiento que sale de este tipo de música con otra estética.
Rita: Hay una mezcla pero lo que digo es que cuando pasa con la música, es mucho más espontáneo. Yo no estoy como que “ahora voy hacer un dub con bachata”, sino que surge, porque ya esa música está adentro de mi, toda esa música que he escuchado, y todas esas cosas que he vivido están ahí es como, eso es lo chulo para mi, ha sido lo bonito de hacer canciones, que surgen. Yo hago una canción y de repente ya esos elementos están ahí, porque están adentro de mi como un blender, tú sabes, de la música brasileña que oigo, la música afro-cubana…Hay veces que por ejemplo, “El Blue del Ping Pong” cuando lo montamos, ahí hay gagá, que es un ritmo mágico religioso dominicano, ahí está el blues, ahí hay punk, hay un montón de cosas, pero no fue que yo dije, “okay, ahora vamos a hacer la guitarra, para que suene a gagá, o vamos a hacer la batería pa’ que”…o sea las cosas surgieron porque yo estaba llena de toda esa música y los músicos míos también venían de backgrounds diferentes, y ahí está. Son experimentos espontáneos, vamos a llamarlo así.
EM: What influences did Luis Días have on you?
Algo que comparto con Luis –que descanse en paz– que era maestro para mi, tuve el honor de conocerlo personalmente y discutir cosas con el de música y de literatura porque Luis era también un tipo súper leído y súper inteligente, ese amor por la música popular. Luis era un roquero, punkero bien cabrón, un investigador de la música dominicana, siempre ahí como super do-it-yourself. Pero el tipo tenía, o sea, sabía apreciar lo que era música popular y lo que él podía sacar de eso y vivió también mucho de escribir merengue para Sergio Vargas, para Fernandito Villalona, o sea que tenía un buen gusto para apreciar ese fenómeno, para el merengue, el popular dominicano sobre todo en los ‘80s y el principio de los ‘90s. A mi específicamente me vuela la cabeza lo que pasó con el merengue en los ‘70s y los ‘80s porque fue como una revolución de haber sido un género campesino o el merengue de salón súper-formal en los ‘70s durante el régimen de Balaguer, gente como Johnny Ventura revolucionaron la escena completamente, hicieron la banda más pequeña, es como un poco lo que hizo el punk, ellos recogieron la banda, y no eran músicos tan profesionales. Y empezaron a joder con la vestimenta y con otros estilos. Eso fue en el sonido y en lo visual, es súper-atractivo y hay un montón de cosas que surgieron ahí también, de repente surge la figura del coreógrafo. Y eso definitivamente sí, de la música y la estética, marcó un poco lo que fue, lo que ha sido esta parte de mi proyecto. Es que se puede ver un poco en el trabajo que hizo Noelia en el Juidero, que habla de esa época, de los finales de los ‘70s.
EM: Pero también you have the influence of boleros and maybe los Tropicalistas?
Rita: Yo tuve la dicha que me crié con los abuelos, mis papás se divorciaron y mi mamá se fue a vivir a donde mis abuelos, y yo me crié con mi abuela mi abuelo y mi bisabuela. Y mi mamá estaba trabajando y estudiando, so, estaba como con viejos el día entero, oyendo la música que esos viejos oían, que era básicamente boleros y cuando se iba la luz por la noche pues se ponían ahí un radio de pilas, su programa de boleros la noche entera, y eso es como que parte de mi imaginario, inevitable que estaba como in the back of my head todo el tiempo. Esa cuestión oscura del bolero así, súper dramática, como tan teatral. La cosa teatral que tiene el bolero es algo que me encanta y tiene como un carácter también como literario. A veces hay boleros que las introducciones del bolero parecen como un cuento de Edgar Allan Poe, una cosa como gótica. Y por otro lado, la música brasilera a mi me encanta, entré en contacto con ella ya bastante grandecita ya como a los 17 años, o por los 18 años por amigos que tenía yo mayores que me introdujeron a Caetano Veloso, o a Maria Bethania o Gal Costa, a toda esa gente y, nada, me enriquecieron mucho, por esta cuestión de la mezcla de lo que es el sentir africano en las Américas, el sentirte el esclavo y los ritmos que nos dejaron los esclavos—la mezcla de eso con el rocanrol, que también es de ellos—la cultura Latinoamericana con la cultura Africana de los Estados Unidos. Ese matrimonio me interesa mucho.
EM: Lo que dijiste ahora de los africanos me interesa mucho porque se me ocurre que if there’s a pervasive theme in what’s going on in a lot of your songs is that you do get to the trance state of the traditional spiritual Afro-Caribbean music, like posesión. I hear it a little bit in the Ping Pong song.
Rita: En este proyecto en particular, Los Misterios, en este disco está súper presente porque era algo que yo siempre había querido hacer, no, integrar lo que yo bailaba cuando iba a los rave parties, in the late ‘90s, y lo que yo bailaba cuando iba por ejemplo de curiosa a una fiesta de gagá, en un cañaveral, no, en un batey donde los haitianos y los dominicanos celebran esta fiesta en semana santa. There was a trance state in both places—uno mágico religioso y otro pariseo, ahí rompiéndome la cabeza con deep house, tú sabes? Eso, como yo veía que esas cosas de alguna manera podían hablar, y hablar también con la música popular dominicana y con otros ritmos, y eso definitivamente sí, hay un lado de mi corazón que lo ato mucho con la cuestión del baile, pero del baile como algo sagrado, que hace que el ser humano transcienda. No el baile por el baile, o el baile por chuleo con las mujeres, o esto o lo otro, sino el baile como algo sagrado que te puede transportar a otra dimensión.
EM: Let us speak a little about your reality as a transnational artist. The obvious song is “La hora de volvé,” but then I hear a song like “Pásame a Buscá”, which is not explicitly about transnationalism but it shows such an intimate details of Puerto Rico. How does your transnationalism influence you as a person and an artist?
En el plano cotidiano, te puedo decir, o sea ya como dominicana, el hecho de que para salir de mi país tengo que pasar por una serie de requisitos para visitar otro país, para una visa o para un permiso de viaje y lo que sea. Que es por lo que cualquier dominicano pasa, y además, con la presión de, nada, una economía completamente desarticulada y de donde la gente quiere salir huyendo por todo, por los problemas, y para buscar lo suyo, ¿no? Para mi es algo que está súper presente en mi vida porque en Santo Domingo todo el mundo tiene un familiar que vive afuera. Es como lo vivimos, y eso está en mi trabajo. Es como decir, “bueno, yo soy dominicana, tengo esta edad, y también tengo que decir, soy una gente diaspórica”, porque mi papá se fue para Estados Unidos, mi tía trabaja en una factoría en Nueva York la vida entera. Yo me he ido a vivir en Puerto Rico buscando otras oportunidades. Es la realidad nuestra y tiene que estar obviamente en lo que hago.
EM: Are you primarily based in Puerto Rico?
Rita: Yo estoy ahora en Puerto Rico.
EM: ¿Por cuánto tiempo?
Rita: Indefinidamente, por el momento.
EM: Is there a difference between el dominicano de Puerto Rico y el dominicano de Nueva York?
Rita: Pues, sí, definitivamente. Yo pienso que en Puerto Rico hay más discriminación que en Nueva York. Es un espacio más pequeño, somos el único otro porque hay gente de las islas pero realmente the Big Other aquí es el dominicano. Entonces hay muchísima más discriminación y se pasa yo creo que más trabajo. Y hay menos oportunidad también que en Nueva York. Yo diría que esa es la diferencia—estamos un poco más oprimidos los dominicanos en Puerto Rico que en Nueva York.
EM: Sí pero a la misma vez los dominicanos van a tener una gran influencia en la cultura puertorriqueña en los próximos años.
Rita: Definitivamente y tienen una influencia en la economía, en la cultura, en todo—en el aspecto de la ciudad, ya han tenido una influencia en todas esas áreas, porque es una comunidad bastante grande. Eso es inevitable.
EM: Do you enjoy the culture and the feeling there? How much do you feel Puerto Rican by being there for a period of time?
Rita: Yo puertorriqueña no me siento, pero sí siento que tengo raíces aquí, de muchos tipos. Se han publicado mis dos novelas aquí, tengo una relación de casi 10 años con este país. Tengo grandes amigos, relaciones familiares, y profesionales y es un país que a mi, a pesar de toda la violencia y todo lo que está pasando, me da mucha serenidad. Siento que hay una energía un poquito más sutil que en Santo Domingo, cosa que mis amigos puertorriqueños me dicen que no, pero esa es mi percepción. Aquí yo estoy más tranquila, hay más tranquilidad en la ciudad. Para mi estar en una ciudad que tiene playas limpias, es un privilegio.
EM: Who are you working with there?
Rita: Amed Irizarry es el director musical de la banda. Nos conocemos de antes, éramos amigos y ahora se integró como director musical de la banda y tremendo músico y tremendo ser humano.
EM: En un periódico de Santo Domingo leí que estabas trabajando en algo con Calle 13 y Tego y Yotuel de Orishas.
Rita: Lo de Tego y Yotuel todavía no se ha concretado. Estamos dándole forma. Lo de Calle 13 es una película que estoy coescribiendo con la directora Noelia Quintero que es la directora de los dos videos de “La Hora de Volvé” y de “El Juidero.”
EM: What is it like for you to be “out” in the farándula de América Latina? It must be a very unusual experience.
Siempre lo he asumido con mucha naturalidad y no iba a como que hacer un issue de eso, tú sabes, ni esconderlo ni nada. Lo bregué así porque lo bregué, como cualquier otra persona hubiese bregado su vida y su felicidad. En Santo Domingo se trató con–pensé que iba ser más escandaloso de lo que fue. Pero la gente en la calle reaccionó con muchísima salud mental, al respecto. Más que los medios.
EM: Muchas artistas pasan por tantos años escondiéndose y entonces de repente hay una revelación y es algo grande pero tú como empezaste out y todo el mundo lo sabe, yo creo que debe ser una inspiración grande para mucha gente.
Rita: Fue muy bonito recibir, por ejemplo, comentarios de gente mayor, que uno piensa que son más conservadores que nadie. Doñitas así de 70 años que de repente me decían en la calle: “mira me gustan la gente como tú que es lo que es, y no tiene miedo”, “me gusta, qué bueno que tú eres así que dices la verdad”. Son como regalos de la vida de quien tú menos lo estás esperando.
EM: Do you feel like you have a unifying concept in the album Juidero?
Rita: El Juidero, significa eso mismo como ‘se armó un juidero, se armó el corre corre,’ it’s like a getaway, no creo que pueda traducirse al inglés. Pero es un poco de esa sensación del que está en movimiento. Del que está corriendo. Y yo pienso que el que se va de su país aunque esté veinte, treinta años en otro país, siempre tiene la sensación de que salió huyendo de algo y de que sigue huyendo de algo. Que se establezca. Eso es un poco “El Juidero”. Está corriendo la vida entera hacia algo que a veces ni sabe lo que es.
EM: Es un poco como ser el protagonista de una película de acción.
Rita: Una película de acción que tiene lugar en el Caribe, completo.
EM: ¿Ya tocaste en Nueva York? ¿Me lo perdí el año pasado?
Rita: No, no, no, no. Todavía no. El año pasado se canceló porque no me habían dado la visa todavía. Pero ahora voy a tocar varios días, el nueve (de julio) voy a estar en el Summerstage que es la fecha that I’m looking forward to.
EM: What are your feelings about the term Latin alternative or the genre signified by it?
Rita: Tenía antes mucho conflicto con los términos en general para calificar la música pero después que empecé a hacer música me di cuenta que nada, que son necesarios porque esto es un industria, tú sabes, y ¿qué le vas a poner? ¿Te vas a poner como Prince, a poner un logo, para que la gente se vuelva loca? You have to call it something. A veces no le hacen justicia a la música que uno hace, o uno se siente incómodo porque piensa que: “ah eso no es tal cosa, yo no soy eso”. Pero yo no tengo ya esos problemas con ese tipo de cosa. You call it what you will. Yo hago música. Y el que quiere llamarlo alternativo pues que lo llame. El que quiere llamarlo merengue, que lo llame merengue. El que quiere llamarlo lo que le dé la gana, world music, también. Yo hago música, para el que la quiera ver.
EM: Where did you get the name Indiana?
Rita: There’s a little story behind that. It’s actually my middle name, my given middle name. My name is Rita Indiana Hernández Sánchez, y ese nombre, it was my great-grandmother’s name, Rita Indiana del Castillo. And I’m the third Rita Indiana, so it’s more than given, it’s a family tradition. The fact is that the first Rita Indiana, her name was Rita, but she was mulatto and her husband called her Rita Indiana because she was dark. So when they had a grandchild, mi bisabuela que era la nieta de esta mujer le puso el nombre y el apodo, Rita Indiana, esa fue la segunda Rita Indiana, entonces mi bisabuela, cuando yo nací, me pusieron el nombre de ella, Rita Indiana.
EM: That’s a wonderful story.
Pásame a Bucá