Un encuentro con Mariela Castro
El congreso internacional de la Asociación de Estudios Latinoamericanos—mejor conocido como LASA— se celebró del 24 al 26 de mayo de 2012 en el hotel Marriott Marquis de la cuidad de San Francisco, California. Como se explica en su página web, LASA es la asociación que reúne a los expertos en Latinoamérica de todas las disciplinas y a diversas iniciativas ocupacionales de todo el mundo. La misma cuenta con más de 7,000 socios, de los cuales el cuarenta y cinco por ciento reside fuera de Estados Unidos. Su misión es fomentar en todo el continente americano el debate intelectual, la investigación y la enseñanza sobre Latinoamérica, el Caribe y sus pobladores; promover los intereses de su membresía diversa e incentivar el compromiso cívico a través de la construcción de redes y del debate público. Este congreso simepre incluye sesiones especiales con figuras políticas, cívicas y culturales que se destacan por su trabajo académico y activista en los países latinoamericanos y las comunidades latinas que existen al rededor del mundo.
Mariela Castro Espín, la Directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) de Cuba, fue una de las participantes más esperadas por muchos miembros del congreso cuyo tema lo fue “Hacia un tercer siglo de independencia en Latinoamerica.” Además de su destacada labor dentro del Cenesex y su trabajo activista por los derechos de las comunidades lgbt cubanas, Mariela también es muy conocida por ser la sobrina de Fidel Castro, así como la la hija del presidente cubano actual Raúl Castro y de Vilma Espín (1930 – 2007), quien fuera una luchadora incansable por los derechos de igualdad social—sobre todo para las mujeres—así como una figura central dentro de la Federación de Mujeres Cubanas. Aprovechando su visita a San Francisco, se organizó un evento entre Mariela y las comunidades lgbt (lesbiana, gay, bisexual y transgénero) de la ciudad. El mismo se efectuó un día antes del comienzo oficial del congreso de LASA.
Así, el miércoles 23 de mayo de 2012, Mariela Castro llegó al distrito Castro para hablar sobre el movimiento lgbt en Cuba. La actividad se llevó a cabo en el San Francisco LGBT Community Center localizado en 1800 Market St. La misma fue patrocinada por la organización Rainbow World Fund, una agencia de servicio humanitario que promueve la filantropía lgbt a nivel mundial. Liam Mayclem, el productor y anfitrión del programa televisivo Eye on the Bay, moderó el evento. La actividad estaba pautada para las 6:00 PM. A casa llena, unas 250 personas esperabamos impacientemente que comenzara el evento. Luego de los saludos protocolarios de riguer, se proyectó un video corto producido por el Cenesex que documentaba las actividades relacionadas a la celebración en Cuba del día internacional en contra de la homofobia. En el video, Mariela aparecía y proponía que la revolución cubana sería más profunda si la misma incorporase la erradicación de la homofobia dentro de sus proyectos sociopolíticos.
Al terminar el video, el moderador Mayclem finalmente anunció la llegada de Mariela. Flanqueada por seis guardaespaldas estadounidenses, Mariela entró al Rainbow Room y se encaminó al escenario. No habían pasado 30 segundos cuando un hombre joven que llevaba una camiseta con la consigna “Democracia para Cuba ya!” se levantó y comenzó a gritar “¡Abajo con la familia Castro!” Inmediatamente, dos guardias lo sacaron del salón y, así mismo como había entrado, Mariela salió del salón. La confusión reinó por varios minutos mientras los organizadores del evento intentaban controlar la situación. No estaba claro si la salida fue provocada por los guardias de seguridad o por Mariela misma. Sin embargo, algo sí se hizo muy claro. Como había dicho Liam Mayclem al comienzo de la actividad, la idea principal d el evento era promover diálogos productivos y pacíficos. Por lo tanto, si hubiese algúna otra interrupción durante el evento (ya había sucedido otro percance afuera del salón que los allí presentes no habíamos presenciado), se cancelaría la actividad en su totalidad. Finalmente, alrededor de las 6:25 PM, Mariela regresó triunfalmente al salón donde fue recibida calurosamente por el público presente. Por una hora, Mariela contestó preguntas —con la ayuda de la traductora Mirka Negroni— tanto del anfitrión como del público. Estas preguntas habían sido sometidas por escrito durante el periodo de espera antes del comienzo del evento y se le pidió a los allí presentes que escribiesen su nombre y lugar de residencia con su pregunta.
Los puntos principales de discusión fueron:
El día internacional en contra de la homofobia y su celebración en Cuba: Mariela comenzó su participación hablando sobre el video que documentaba algunas de las tácticas utilizadas en Cuba para concientizar a la población en general sobre las comunidades lgbt. Explicó muy certeramente que se buscaba hacer una intervención diferente a las paradas de orgullo gay, las cuales se han convertido en su gran mayoría en demostraciones facilonas y en muchas ocasiones, problemáticas. De acuerdo a Castro, las paradas gay no son suficientes para sensibilizar a la comunidad en general. Además, su éxito es muy limitado ya que las mismas son bastante patriarcales (o sea, se privilegia la figura del hombre gay a expensas de las lesbianas, los bisexuales y las personas transgénero) y están demasiado ligadas a la comercialización de las culturas lgbt hasta el punto que las banaliza. La solución fue crear eventos que conmemorasen el día internacional contra la homofobia, el cual se celebra el 17 de mayo. En este día en 1990, la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales. Parte del problema con utilizar el 17 de mayo radicaba en el hecho de que en este día se celebra al campesinado cubano (siguiendo una ley que se firmó en 1959 dandole tierras a muchos campesinsos). Sin embargo, ambas conmemoraciones han podido coexistir perfectamente demostrando cómo se pueden festejar dos luchas vitales sin darle más importancia a una causa sobre otra.
El matrimonio gay: A la pregunta sobre cuán posible sería la legalización del matrimonio gay en Cuba, Mariela contestó que actualmente, el matrimonio no tiene mucha popularidad en la isla. Esto se debe principalmente al hecho que las parejas heterosexuales que viven consensualmente tienen los mismos derechos legales que las parejas casadas. Por lo tanto, la lucha en Cuba se ha reenfocado en buscar la igualdad de derechos legales para las parejas lgbt que ya poseen todas las parejas heterosexuales, estén casadas o no. Añadió ella que el problema de la adopción por parte de personas lgbt es mucho más complicado. Sin embargo, como el número de niños disponibles para la adopción es tan bajo, el tema es casi irrelevante.
El Presidente Barak Obama: El tema del matrimonio gay sirvió de transición para dialogar sobre el Presidente de los Estados Unidos. Mariela piensa que el Presidente Obama es muy sincero en su sentido de justicia. Por lo tanto, piensa que su apoyo a la legalización de los matrimonios gay no constituye una estrategia política para conseguir votos durante un año electoral. A la misma vez enfatizó que lo que él diga no determina lo que pase individualmente en los estados de la nación norteamericana. Uno de los momentos de más euforia esa noche fue cuando Mariela expresó que si fuese ciudadana estadounidense, ella votaría por Obama. Cabe recalcar que Mariela también criticó directamente al Presidente por no ser más diligente en lo que respecta al embargo económico contra Cuba o las restricciones de viaje que existen en contra de esta isla caribeña. Declaró que estas prácticas no sólo violan los derechos internacionales de los cubanos, sino también los derechos que el mismo pueblo estadounidense tiene de viajar y conocer el mundo. A la pregunta hipotética de cuál sería el tema de conversación que le pondría al Presidente Obama si ella pudiese concerlo personalmente, Mariela respondió que le pediría la liberación de los cuatro cubanos (Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Fernando González) que están presos en los Estados Unidos, así como la revocación del periodo de probatoria bajo el cual se encuentra quien fuera el quinto de estos presos políticos cubanos (René González).
La influencia de Vilma Espín en su vocación activista: Las luchas por las comunidades lgbt tuvieron como raíz el sentido de justicia social y la manera que ésta tiene que ser coherente con todos los elementos de la vida. Además, Mariela se ha sentido muy conmovida por las historias de miembros de estas comunidades. El dolor que estas historias le provocaron la llevaron al activismo. Además, las luchas de su madre por conseguir igualdad de derecho tanto para las mujeres como para las minorías sexuales, sobre todo las transgéneros, influyeron grandemente en el crecimiento de Mariela.
Yoani Sánchez: Uno de los momentos cuando Mariela se mostró más apasionada esa noche lo fue al responder la única pregunta anónima del público sobre por qué se le han negado visas a Yoani Sánchez para viajar a los Estados Unidos. Luego de recalcar que quien otorga las visas lo es Estados Unidos y no Cuba, Mariela pidió que no se le comparase con la famosa bloguera cubana. Sostuvo que no tiene nada en contra de los blogueros en general (y resaltó la presencia en el Rainbow Room de varios blogueros cubanos que habían llegado a LASA como parte de la delegación de Cuba). Sin embargo, de acuerdo a Mariela, Yoani es parte de las mafias poderosas de Miami que quieren destruir la Revolución. Aunque no tan evidente, la reacción a esta declaración fue bastante ambivalente.
Es innegable reconocer la labor encomiable que Mariela ha realizado en nombre de los derechos de las comunidades lgbt así como por la sociedad cubana en general. Sus logros hablan por sí mismos. Además, su mensaje urgente sobre la necesidad de continuar luchando por la igualdad social en todas sus facetas posibles es hoy en día, más necesario que nunca. A la misma vez me pregunto cómo una figura como Mariela puede armonizar sus posiciones políticas tan abiertas y anti-machistas con su rol dentro de la familia Castro. Por un lado, el ser la hija del presidente actual le confieren privilegios que muy pocos gozan en la sociedad cubana. Por lo tanto, ella no se corre los mismos riesgos que Juana del Pueblo en su misión activista en favor de grupos que mucha gente, tanto en Cuba como en el resto del mundo, consideran enfermos, degenerados y parias. Por otro lado, el amor y el respeto que siente por su familia—los cuales se hicieron muy evidentes por la ternura de sus palabras para con su padre y su tío—me llevaron a pensar cuán crítica en realidad Mariela puede ser con las prácticas que el gobierno cubano ha tendio hacia los miembros de las comunidades lgbt u otras minorías en la isla. Como expresa el dicho popular, “la sangre llama.” Por lo tanto, aunque históricamente hayan habído ejemplos que hagan evidentes la brecha entre los ideales de igualdad de la Revolución y las prácticas reales no tan igualitarias del gobierno, no creo que Mariela pueda ser la persona que señale estas contradicciones. Esta duda que me surgió no socava la vitalidad del mensaje de Mariela.
Es fundamental que desarrollemos una cultura de lucha integral en contra de todas las discriminaciones existentes en nuestro mundo. Tenemos que ser muy cuidadosos de que en la búsqueda e implementación de estos procesos por obtener derechos para un grupo, no le quitemos derechos a otros grupos. No podemos segregar a ningún sector de la población y tenemos que combatir con tenacidad para alcanzar la igualdad social. La efusividad y el entusiasmo tanto del recibimiento como de la despedida que el público presente le demostró a Mariela la noche del miércoles 23 de mayo hacen evidentes que, como ella bien dijo, “tenemos mucho en común; ¡no permitamos que nos separen!”.