we don’t say pain we say
Publicado: 20 de noviembre de 2015
Hubo una pausa, una concreción de expectativas,
luego un paisaje olvidado en una caja
marcada “devastador”.
luego un paisaje olvidado en una caja
marcada “devastador”.
Agarré el lápiz con fragilidad en todas partes,
cambié la dirección del remitente
a “intermitencias”
y lo abandoné a su suerte junto a tu puerta.
Días más tarde recibí un correo del destinatario
“ausente por fragilidad”, con hoyos
en todos lados como si se tratara de un ser vivo
mas no he abierto el desenlace.
Hubo una estancia, un bello almanaque a la página—
olvídalo, sufrí una breve distracción
en el trayecto. Marca el paquete perdido,
abandónalo a un lugar X y prométeme
atesorarlo
como dos seres vivos junto a tu puerta,
yo te muestro esta escena y tú
alegas no conocer el contenido del envío
antes de abrirlo. “Esa persona no existe
en mí”. Yo vine huyendo de ella.
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