Yo acuso/acoso
Pensé en el caso de Dreyfus el pasado 16 de septiembre de 2019 cuando presencié una de las innumerables vistas públicas que han tenido lxs 7 estudiantes de la UPR acusados, y acosados, por el estado desde 2017. En una sala llena de familiares y amigxs, lxs 7 compañerxs, quienes llevan más de dos años sometiéndose a esas vistas, expusieron cómo la persecución política ha paralizado todos sus planes imposibilitando continuar sus estudios graduados e incluso tener un trabajo estable. Desde hace más de dos años estxs compañerxs, perseguidos por el estado por haber sido de los primeros en sacar a la luz pública la corrupción de los bonistas y las puertas giratorias entre bancos y gobierno y por haber luchado por una universidad pública para todxs, han presenciado cómo un gobierno quebrado que arrastra los pies, y muchas veces no los mueve, para investigar los casos de corrupción o que no tiene suficientes recursos para atender adecuadamente las órdenes de protección por ley 54, sigue alargando y costeando un proceso como un intento de amedrantar la resistencia en el país. Las historias que escuchamos en esa vista nos recuerdan que la persecución política no es parte del pasado, que el estado sigue sintiendo la presión de las movilizaciones ( y más después de julio de 2019) y que como la militarización, como ocurrió en la huelga de 2010, no ha funcionado como estrategia para tratar de amedrentar la resistencia, el nuevo plan impulsado por la ahora gobernadora y anterior secretaria de justicia es alargar las vistas públicas y eternizar los procesos en los tribunales como si eso fuera a tener algún tipo de efecto en las personas que llevan toda la vida luchando.
Curiosamente ese mismo 16 de septiembre en el tribunal de San Juan había otra sala llena, esta la ocupaban periodistas que estaban atentos a la vista pública de Jensen Medina acusado del asesinato de Arellys Mercado; un caso que ha acaparado toda la atención pública por ser un ejemplo de la violencia que respiramos a diario en el país. Me pregunto qué pasaría si parte de esa prensa ávida por informar al país de ese caso se hubiese movido a nuestra sala para informar sobre esta otra violencia, la del estado, que también arropa al país a diario. Qué pasaría si la prensa reconociera que ambas violencias están relacionadas y que para erradicarlas hay que visibilizar y condenar las dos. Qué pasaría si al igual que supo hacer Zola y el diario francés, se señalaran todos los pormenores de este caso y el país pudiera ver lo que el pueblo francés vio en 1898: la persecución política del estado.
Pero si hay algo que muchas personas tenemos claro, al igual que lxs 7 compañerxs, es que esta estrategia del estado tampoco va a funcionar porque como muy bien se ha señalado, y demostrado, en innumerables ocasiones es que mientras haya opresión y violencia, habrá resistencia. Por eso, porque seguimos apostando a otra vida, porque sabemos que somos nosotras las que construiremos ese otro mundo y porque nos seguiremos acompañando: nos vemos en las calles… y en los tribunales.
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*Publicación original de Ahora la Turba.