En ciernes tu fatiga fue el oficio / de mi tiento —almagres de premura, / el agua más antigua nos procuras / por el sopor del ámbito propicio.
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En ciernes tu fatiga fue el oficio / de mi tiento —almagres de premura, / el agua más antigua nos procuras / por el sopor del ámbito propicio.
al mundo un hombre menos no hará mella, / aunque su sangre desconozca traba, / aunque su aorta la visite el día.
Yo no consentiré que nadie impida / el orondo embeleso en el que oscilo. / Dejarse ir en trance es arte a ultranza / —y es preciso creer en la caída.
solar desentendida de su rito, / acero que a conciencia nos degrada. / Sí, yo soy libre / —bajo un cielo en ruinas.
solo la noche; solo están maduras / las piedras, en su séquito de arenas. / El cascabel se aduerme, cuando apenas / su agobio tamborean herraduras