¡Bola al aire para las 12 olímpicas!
Un mes antes de la declaración de la pandemia por la OMS, el baloncesto puertorriqueño acaparaba titulares, tras haberse concretado una gesta inédita en el deporte de las canastas. El 9 de febrero de 2020, la Selección Nacional de Puerto Rico obtuvo su primera clasificación para el torneo de baloncesto de mujeres de los Juegos Olímpicos de Verano. La cita sería a partir de julio 2020 en la ciudad japonesa de Tokio. Aunque en algunos países ya se conocían casos de contagios y muertes relacionados al novel coronavirus, todavía en febrero pocas personas imaginaban lo que ocurriría en las próximas semanas. Mucho menos se sospechaba que el Comité Olímpico Internacional anunciaría el 24 de marzo su decisión de posponer los Juegos Olímpicos de Tokio para el verano del año 2021.
En Puerto Rico, el 15 de marzo de 2020 entró en vigor una Orden Ejecutiva que obligó a los ciudadanos a encerrarse (lockdown) en sus residencias, salvo para realizar gestiones indispensables tales como salir al supermercado o comprar medicamentos en la farmacia. Ante el desconocimiento e incomprensión generalizada en torno al nuevo virus, no fueron pocas las personas que pensaron que las medidas restrictivas implementadas por el Gobierno durarían pocas semanas. Se pensó, incluso, que antes del verano del 2020 se retomaría la “normalidad” como sociedad. Sin embargo, un año después, las órdenes ejecutivas y restricciones continúan, aunque en menor medida. La pandemia no ha terminado. En Puerto Rico, más de 2,000 muertes han sido asociadas al COVID-19, según los datos del Departamento de Salud. Más de 190,000 casos de contagio han sido igualmente divulgados por el Gobierno.
Al igual que otros renglones y actividades sociales, el deporte y sus atletas han sufrido los estragos causados por los cierres relacionados a la pandemia. Las diferentes ligas profesionales de Puerto Rico tuvieron que cancelar sus torneos. Solo en Baloncesto Superior Nacional salvó su temporada al organizar una ‘burbuja’ sin público durante los meses de noviembre y diciembre del 2020. Asimismo, la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente logró llevar a cabo su torneo invernal del 2021, al celebrar partidos en estadios sin fanáticos. En el caso del deporte juvenil y universitario, la incertidumbre continúa. No obstante, una dosis de esperanza surgió con la implementación de la nueva Orden Ejecutiva que entró en vigor el pasado 15 de marzo. Según la Carta Circular 2021-003 divulgada por el Departamento de Recreación y Deportes el 12 de marzo, se aumentó el número de deportes y la cantidad de atletas permitidos para propósitos de entrenamientos. Además, se autorizó que en las actividades recreativas al aire libre se permita una capacidad de asistencia de 25% de espectadores. A esas buenas noticias de reanudación parcial en la actividad deportiva se unen los anuncios de que el número de adultos obteniendo la vacuna contra la COVID-19 continúa en aumento. Aunque falta camino por recorrer antes de declarar que las amenazas asociadas a la pandemia han mermado, no es menos cierto que comenzamos a ver una tímida, pero esperanzadora luz al final del túnel.
Es en este contexto de imaginar un mejor futuro para Puerto Rico y el resto del planeta que surge la noticia de que la Selección Nacional de baloncesto femenino regresará a cancha, luego de más de un año sin disputar partidos, el quinteto boricua participará del 24 al 28 de marzo del torneo Centrobasket, a celebrarse en El Salvador. Los otros equipos participantes serán las representaciones de Islas Vírgenes estadounidenses, República Dominicana, Costa Rica, Cuba, además del país sede. Aunque las puertorriqueñas son consideradas como las favoritas para revalidar el campeonato en este torneo regional, los equipos de Cuba y República Dominicana figuran como los rivales con mayor potencial para destronar a las de Borinquen. La última edición de Centrobasket se llevó a cabo en Manatí, Puerto Rico durante el año 2018. En la final del torneo, las locales vencieron al equipo de las cubanas, por marcador de 83-54.
Luego del Centrobasket, el próximo evento de envergadura para la Selección Nacional de Puerto Rico será los Juegos Olímpicos de Verano, los cuales, tras su posposición de un año, ahora están pautados a comenzar este próximo mes de julio en la ciudad de Tokio. Previo a la cita olímpica, las puertorriqueñas tendrán varios partidos amistosos que servirán de preparación para su debut en el evento deportivo más importante del mundo. Aunque la representación de Puerto Rico ocupa actualmente la posición #23 en el escalafón mundial de selecciones nacionales de mujeres, y el equipo no figura como uno de los favoritos para los juegos de Tokio, las proyecciones de los expertos no preocupan a sus jugadoras. Por años, ellas han sabido superar obstáculos y representar dignamente a Puerto Rico en competencias regionales y mundiales. Sus medallas de oro en Juegos Panamericanos, torneos Centrobasket, así como en Juegos Centroamericanos y del Caribe, evidencian las aportaciones que este quinteto le ha dado al baloncesto puertorriqueño.
No hay duda de que la pandemia ha sido un golpe y reto para muchísimas personas. A la amenaza a la salud física se ha sumado el deterioro a la salud mental de miles de puertorriqueñas y puertorriqueños que han sufrido los estragos del encierro, el distanciamiento de los seres queridos y la crisis económica que, aunque no fue creada por el virus, sí se agudizó aún más a partir de la implementación de las medidas restrictivas por parte del Gobierno. En estos tiempos de desasosiego, las noticias positivas se tornan más imprescindibles. El deporte puede ser uno de esos vehículos que nos brinde noticias alentadoras. Por tal razón, saber que las baloncelistas puertorriqueñas finalmente tendrán la oportunidad de debutar en los Juegos Olímpicos, no solo debe ser motivo de celebración, sino que también se puede catalogar como un buen punto de partida para enfrentar los próximos meses con solidaridad y con la esperanza de que pronto abrazaremos a nuestros seres queridos.