Cinco-cero-uno
En el primer texto, lleno de elegante tristeza, «The Search for Granny-dump Mountain», Nobel traza su búsqueda de la verdad de una una leyenda: Al cumplir 70 años, los ancianos en una comunidad rural en Japón son cargados en la espalda por sus hijos y llevados al tope de Obasute-yama, una montaña serena y sagrada. Allí se les deja, para que mueran, con estoicismo o con angustia, o de sed o de hambre o desolación. Menciona Nobel que la leyenda circula en escritos desde el siglo 11, primero narrada por una «misterosa escritora», Lady Sarashina, y recurre luego en poemas y en el cine. El acto es considerado por algunos como el supremo sacrificio hacia las nuevas generaciones -la vida ya vivida por los recién nacidos y los que van a nacer. Dice el autor que, solos en la montaña que habitarán para siempre, los ancianos dolidos y resignados asumen la posición de loto y hacen sus rezos. Nada más.
En el segundo texto, de tristeza desbocada, se desprende que unos lectores de contadores llevan a sus cuasi súbditos varias veces a año al tope de una montaña menos mágica, la Montaña de la Triste Factura, después de recorrer la tortuosa ruta que toman por el agua que se desparrama en otros lugares cercanos o lejanos y que, nada bondadosa, encarece la vida de todos. Es una realidad que recurre, y los responsables son tantos que no sería justo dar una ficha autorial. Se repite la historia en programas de radio y titulares de periódico. Allí, en la insondable pena de bolsillos vacíos, purgan y protestan y pagan, si es que pagan. Es catalogado por algunos como el supremo sacrificio en bien del país eternamente endeudado. Los ciudadanos, dolidos y alborotados, asumen posiciones, pero nunca llegan a un más allá o más acá del asunto. Nada más.
El primer texto arranca lágrimas.
El segundo, sin límite de vergüenza ni paliativo para la ansiedad, arranca rabias. Revela en números el destino que este mes le causaría la casi muerte a cualquiera, una cifra que recuerda la marca de unos mahones, unos números dignos de la inelegancia de un Pega 3. Cinco-cero-uno: $501.65. Cifras que marcan el final de un furioso octubre.