El esfuerzo sí rinde frutos

Carlos J. Corrada Bravo, profesor y asesor académico, encargado, junto a colegas, del proceso de acreditación del programa de Ciencia de Cómputos.
En el edificio de la Facultad de Ciencias Naturales se encuentra el Departamento de Ciencia de Cómputos, ubicado en un espacio limitado que solía ser el centro computacional para los estudiantes de estudios naturales. Carlos J. Corrada Bravo es profesor y asesor académico allí, y fue él quien se encargó, junto a sus colegas, del proceso de acreditación del programa de Bachillerato en Ciencia de Cómputos de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.
Desde el año 2005 profesores de dicho Departamento habían iniciado lo que sería más adelante la gestión de acreditación para su Programa de Bachillerato. El profesor Corrada fue el encargado del comité que inicialmente realizó una revisión curricular del Programa − tarea que trabajó junto a la Dra. Ivelisse Rubio Canabal, ahora nominada para directora del Departamento, y junto a los demás profesores. Cercana a esta revisión curricular surgió la posibilidad de solicitar para que el Programa fuese acreditado por la “Computing Accreditation Commission of ABET, Inc.”, agencia acreditadora que ofrece a las instituciones educativas un mecanismo estructurado para asesorar, evaluar, mejorar y mantener estándares de calidad en sus programas. Posibilidad que no se había considerado y fue la administración universitaria pasada quien dio la directriz para que todo programa en el Sistema UPR, elegible a recibir acreditación, debería solicitar la misma, como parte de un proceso voluntario el cual decidió respaldar.
La raíz

Corrada trabajó junto a la Dra. Ivelisse Rubio Canabal y otros profesores en la revisión curricular del Programa
Formalmente el proceso de acreditación del Programa comenzó en el año 2007. Se concretó la fase de búsqueda de información y recopilación de datos en el Departamento para poder completar la solicitud. Se creó un comité a nivel sistemático (entre todos los recintos) de los programas que serían sometidos ante la acreditadora y llevaron recursos con experiencia en acreditación que ofrecieron charlas y ayudaron con la tarea. Una parte esencial del proceso fue el avalúo, es decir, tener mecanismos para poder evaluar el trabajo que hace el Programa. Los profesores del Departamento hicieron una aplicación Web que facilitó esa tarea, la cual podría modificarse en el futuro para continuar siendo de gran utilidad no sólo para el Departamento, sino también para el sistema universitario en general. “Fue un proceso enriquecedor”, comentó Corrada. Desde evaluar currículos académicos hasta condiciones de espacios disponibles, los profesores destacan que lo importante fue la experiencia y los resultados obtenidos. Fueron estos frutos los que mostraron que el Programa está a la altura de muchos otros de su área a nivel internacional.
Ya en el verano de 2009 se había enviado la solicitud. Meses después el Departamento recibió la visita de voluntarios de la acreditadora quienes harían la evaluación y en julio del año en curso recibieron la gran noticia, el programa había sido acreditado.
¿Y ahora qué?
“Hemos sido dichosos, a diferencia de otros programas en el recinto. Entiendo que la administración ha cumplido con lo que prometió y nos han tratado bien”, comentó Corrada. Ahora toca esperar que se mantenga el apoyo al Programa de parte de la administración y que no se afecte significativamente por causa de la crisis fiscal que atraviesa el sistema universitario de la UPR. Los profesores continúan comprometidos con su trabajo y con la causa universitaria, y con su labor de excelencia para mantener la acreditación. “Se puede decir que el criterio general para la acreditación es que todo lo que se planteé que se va a hacer, se haga. Explicar cómo lo estoy haciendo, y probar que lo estoy haciendo”, sostuvo Corrada.
Es tiempo de seguir creciendo. Sentado en su oficina provisional, el profesor se muestra esperanzado en que de alguna forma, pese a las limitaciones fiscales de la institución. El Programa se podrá fortalecer no sólo para beneficio del Departamento, sino también para provecho del recinto riopedrense y del País. Existen limitaciones físicas que obstaculizan el crecimiento académico del Departamento, no sólo se necesitan plazas de empleo, también se necesita contar con el espacio. Este problema resulta ser una dificultad para los planes de poder establecer un programa de maestría.
Para Corrada ha sido un logro personal haber estado a cargo del proceso complejo de la acreditación y que haya resultado exitosamente. La acreditación es una forma de validación −demuestra que el Departamento está al día − pese a algunas limitaciones, pero que mantiene un estándar de calidad y compromiso. También, ha sido un proceso de enseñanza que ha servido para educar cómo mantener un programa activo y vigente, con un pensamiento continuo de evaluación para el bien de estudiantes y profesores(as). “Ahora no tenemos la impresión de algo, sino que estamos seguros de que algo es así. Ahora tenemos prueba”, añadió Corrada.
Una cultura informática
Una clara misión del Departamento es recalcar la importancia de establecer una cultura informática en el País. Sería ofrecer las herramientas para que cada individuo pueda tener destrezas básicas en la utilización de la informática como apoyo a sus actividades básicas, lo cual es de provecho en cualquier área que se aplique, mediante técnicas, servicios y conocimiento que los sistemas de información ofrecen. Es una cultura que el Departamento entiende se debe desarrollar en los sistemas educativos desde temprana edad, implantando algún tipo de requisito de cursos relacionados con la informática. “No es aprender a usar Excel, no es aprender a usar PowerPoint, no es aprender a usar Word; es desarrollar un pensamiento computacional. Cómo se resuelven los problemas, cómo yo cojo un problema grande y lo divido en pedacitos. Ese tipo de destrezas que te pueden ayudar para cualquier cosa o materia o disciplina, y existen currículos que las mismas asociaciones acreditadotas proveen para comenzar con una educación desde grado Kinder”, resaltó Corrada. Asimismo, una de las metas del Departamento es llevar esa filosofía del pensamiento computacional dentro de la Ciencia de Cómputos y poder impactar a la sociedad.