El nuevo Plan Fiscal de la AEE sella una década de penurias, perdón, penumbra

Evidentemente, la crisis energética de Puerto Rico no es nueva. La AEE, originalmente llamada Autoridad de Fuentes Fluviales y Riego cuando fue fundada en 1941 por Rexford Tugwell bajo la doctrina del Institucionalismo Económico, no solo buscaba electrificar la isla, sino también tenía el deber de regar los cañaverales que sostenían la economía del monocultivo azucarero, el corazón de la colonia (Enciclopedia de Puerto Rico, 2024). Nació con una visión de desarrollo planificado y sostenido. Sin embargo, tras la salida de Tugwell, los sucesores coloniales transformaron esa visión en un festín de clientelismo y oportunismo, convirtiendo la promesa de electrificación en un laberinto de negligencia, contratos oscuros y falta de mantenimiento. Muchas décadas después, el huracán María en 2017 no hizo más que arrancar el velo de un sistema que llevaba años al borde del colapso (Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico, 2018).
Ahora los costos operativos se dispararán un 60% frente a lo proyectado en 2023. No es que haga falta ser un genio para verlo venir: un sistema que se cae a pedazos más rápido de lo que se arregla, cortes de luz que ya forman parte del folclore boricua, y una clase política que se las ha arreglado para esquivar responsabilidades con la destreza de un campeón de tira y tápate (Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico, 2025).
LUMA y Genera PR juran que en 10 años las interrupciones bajarán un 75-85%. Claro, siempre que se consigan entre $18 mil millones y $24 mil millones en fondos federales (Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico, 2025).
Pero ampliemos el cuadro: esta crisis energética no es solo culpa de malos manejos y gobiernos inútiles. Es también un retrato de una colonia perpetua, saqueada por intereses foráneos y administrada por burócratas que juegan al ajedrez con las necesidades básicas de la gente. Puerto Rico, entre promesas incumplidas y parches mal pegados, ha sido la víctima de su propia historia y de un sistema colonial que lo condena a la servidumbre energética (Enciclopedia de Puerto Rico, 2024).
La llegada de la Junta bajo la Ley PROMESA en 2016 solo añadió una nueva capa de burocracia, una que responde más a Wall Street que a los puertorriqueños de a pie (Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico, 2016).
Vale recordar que tanto LUMA como Genera obtuvieron la concesión de privatizar la AEE sin invertir un solo centavo, un descaro monumental en la historia del comercio (El Nuevo Día, 2024). A esto se suma el reciente escándalo revelado por Espacios Abiertos: la Junta de Control Fiscal ha gastado $2,022 millones en consultores, asesores y abogados (Espacios Abiertos, 2024).
Referencias:
- Enciclopedia de Puerto Rico. (2024). Historia de la Autoridad de Energía Eléctrica. https://enciclopediapr.org/content/historia-de-la-autoridad-de-energia-electrica
- Espacios Abiertos. (2024). Gastos de la Junta de Control Fiscal. https://espaciosabiertos.org/gastos-junta-control-fiscal
- Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico. (2016). Ley PROMESA. https://oversightboard.pr.gov
- Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico. (2018). Informe sobre el impacto del huracán María. https://oversightboard.pr.gov
- Junta de Supervisión y Administración Financiera para Puerto Rico. (2025). Plan Fiscal 2025 de la AEE. https://oversightboard.pr.gov/fiscal-plans
- El Nuevo Día. (2024). La concesión de la AEE sin inversión de LUMA y Genera. https://www.elnuevodia.com