La teoría del arte I

Roger Ballen/ Sin Título
Desde la antigua Grecia, vienen los sabios hablando del arte sin haber encontrado en estos dos mil quinientos años una explicación, por lo que quizás fuera conveniente empezar a dudar de su sabiduría.
Se dice que los griegos consideraban el arte como tékhnē, que se traduce como habilidad para hacer algo, aunque ya entonces se utilizaba ese término, también, como sinónimo de conocimiento científico, ya que, por ejemplo, la medicina era tékhnē. Los romanos habrían conservado este significado y, en esos pueblos, el arte sería la destreza a la hora de hacer algo, por lo que las artes estarían mezcladas con otras actividades, mentales y manuales, y no se las consideraría como un grupo, es decir, no habían sido identificadas como Bellas Artes, razón por la cual, injustamente, algunos sabios dicen que ni en Grecia ni en Roma existió el Arte.

Roger Ballen/Instalación en La Halle Saint Pierre
En el Renacimiento el artista consiguió distinguirse del artesano, que fabricaba objetos en serie, por hacer una reflexión para crear su obra. De esa forma, según aquellos sabios actuales, el Arte habría nacido en esa época.
También nos dicen que hay obras de arte, pero no arte, lo que es como decir que hay migas pero no pan.
Pero, desde Grecia hasta el Siglo XIX, se seguía viendo en la pintura la imitación de la naturaleza o la búsqueda de la belleza. Y desde entonces, cada corriente filosófica ha buscado ofrecer una definición del arte, aunque siguen en vigor las teorías del arte como mímesis, como belleza o como expresión.

Roger Ballen y Hans Lemmen/Unleashed 6
Ninguna de las tesis filosóficas existentes, que en modo alguno pueden ser consideradas teorías, ha logrado convencer a pocos más que a sus autores, y ninguna de ellas goza de una aceptación generalizada. Ante este fracaso evidente en su búsqueda de la verdad, los sabios han tomado un camino distinto, con mucho éxito, por cierto, que consiste en abandonar el respeto al conocimiento, necesario para alcanzar una definición, a justificarse socialmente, por lo que han renunciado al uso de la lógica, al del sentido común y al de las evidencias, y nos dicen cosas como que arte es lo que llamanos arte, que arte es lo que hay en los museos y que arte es lo que hacen los artistas, pero todo ello no son más que descripciones, pues es como decir que árbol es lo que llamamos árbol o que árbol es lo que hay en los bosques. O bien, nos dicen que el arte es indefinible, dadas las distintas artes y las distintas formas de cada una de ellas en cada tiempo, lo cual no es cierto, pues, por ejemplo, aunque haya mucha variedad de vehículos y cada una de ellas tenga distintas formas, es posible dar una definición para el vehículo. Por el contrario, otros, con esos mismos argumentos, dicen que la definición es abierta y cambiante y que, por ello, no la dan. También nos dicen que hay obras de arte, pero no arte, lo que es como decir que hay migas pero no pan. Y quienes afirman que antes del Renacimiento no existía el arte, rechazan las evidencias pues, tanto en Atenas como en Roma, había pintura, escultura, arquitectura, teatro, música y poesía, es decir allí ya había arte, lo mismo que lo había en las cuevas de Altamira.

Roger Ballen, Johannesburg, calendar with child drawing
Nosotros afirmamos que el arte es un lenguaje, pero no gratuitamente. Para ello, empecemos por indicar que la comunicación consiste en que un emisor envía un mensaje, que contiene una información, a un receptor. Ese mensaje debe estar construido de alguna forma, si es un lenguaje verbal, con palabras y, si es lenguaje de representaciones, con imágenes. Entonces, podemos afirmar que hay dos hechos que definen el arte como un lenguaje, el primero, que el arte utiliza los mismos elementos para la construcción de la obra que la comunicación corriente u objetiva para construir sus mensajes: la palabra en la poesía, como en el periodismo; e imágenes en la pintura, como en el diseño industrial. El segundo, que el arte tiene un emisor, el artista, que envía un mensaje, la obra de arte, a un receptor, el público, con un contenido, la información. Determinada la esencia del arte, queda determinada su naturaleza, por lo que, reconocida ésta, es posible definir aquél.
Ahora bien, aunque el arte sea un lenguaje vemos que se distingue del lenguaje objetivo, por lo que, siendo un lenguaje, no será objetivo y, entonces, será subjetivo. Pero vemos que esa subjetividad es una subjetividad cultural, no personal. El artista podrá ser subjetivo al valorar la información que transmite, pero no por la forma de transmitirla. Al lenguaje del arte le ocurre lo mismo que al idioma, que varía con el tiempo. El idioma de un pueblo será uno, aunque con él cada persona pueda decir diversas cosas y hasta opuestas a las que dice otro, y esa será la subjetividad personal, la misma que puede tener el artista, aunque uno emplee un lenguaje objetivo y, el otro, uno subjetivo.

Roger Ballen, Johannesburg, Sex Shop
¿Qué es el arte?
El arte es la expresión del pensamiento de una época hecha con los medios acordes a ese pensamiento. Expresión es la manifestación de un contenido. El lenguaje es una forma deliberada de expresión y puede ser objetiva o subjetiva. El arte es un lenguaje subjetivo, es decir, las artes son lenguajes subjetivos –y el arte, el conjunto de esas artes. Los lenguajes son formas de expresión realizadas por distintos medios: imágenes, palabras, sonidos, gestos, signos, … En el lenguaje artístico existen idiomas, pero no se les identifica como tales, y nos referimos a ellos por su descripción, por el estilo. Cuando decimos que el gótico es un estilo, queremos decir que el gótico es un idioma artístico con unas características determinadas.
El arte es estilo. El arte es la creación y utilización de un estilo adecuado a un tiempo, por lo que el estilo es algo subjetivo. El estilo es la manera de hacer las cosas, es decir, es la forma de hacer la forma. El estilo en el arte es la creación de una forma de expresión adecuada al contenido de lo que se expresa, es decir, lo que nosotros denominamos contenido profundo, que es el punto de vista de cada tiempo, por lo que la subjetividad del arte es consecuencia de la subjetividad de una época y no de la subjetividad personal del creador. Como ese contenido profundo es subjetivo (cada época tiene el suyo), la forma de expresión correspondiente será subjetiva. El artista es subjetivo solo al valorar la situación que refiere, es decir, de forma no artística.
El arte es consecuencia de la capacidad de expresión, percepción, interpretación y emoción del hombre, por lo que éste puede manifestar muchas cosas: sentimientos, hechos, juicios y conocimientos, pues el arte, al contrario de lo que suele decirse, no trata solo de ideas, trata de los problemas humanos, y puede hacerlo de muchas formas. Cuando los conocimientos, intuiciones, opiniones y dudas que tiene el hombre se exponen de forma no objetiva, aparece la forma subjetiva que, a su vez, puede manifestarse de muchas maneras, dando lugar a las distintas artes que, en cada momento, tendrán un carácter, y ese carácter de la expresión cultural es el estilo artístico. La cultura, por su parte, es el conjunto de manifestaciones intelectuales propias de una sociedad.
En el arte hay, además de (1) un contenido profundo (2), un contenido explícito, el medio para exponer el estilo, que es, por ejemplo en pintura, la representación que se muestra en la obra, que implica tratar de un tema y referir una situación concreta. Una obra de arte está formada por esos dos contenidos citados, por (3) el uso de una técnica para la construcción de la representación y manifestación del estilo, y (4) por una manera de tratar la situación ofrecida, el género, por ejemplo, como tragedia o comedia.

RogerBallen/Sin Título
El arte es el resultado de la expresión del punto de vista que tiene una sociedad en una época para interpretar el mundo. El estilo, en el arte de una determinada línea cultural, es producto del hombre de cada tiempo y representa un tramo de esa línea. Y las distintas culturas suponen sociedades con caracteres diferentes.
En las cosas reales existe una adecuación entre forma y función. Cuando el objeto al que se quiere dar forma es la forma de expresión de un tiempo, esta se hace de manera adecuada al punto de vista dado, por lo que la subjetividad es lo esencial a la hora de establecer la forma de crear formas. El estilo es la forma de expresión correspondiente a la naturaleza de la cosa que se expresa, el pensamiento temporal, con independencia de lo que se diga en cada caso. Como la expresión de conocimientos en un tiempo, según se había dicho, también puede ser objetiva, pueden existir grados de objetividad y de subjetividad, por ejemplo, una imagen puede ser una representación o una obra de arte, según la calidad del trabajo y su capacidad para mostrar un modo concreto de expresión. En el mayor nivel de subjetividad colectiva, es decir, en el ámbito de una cultura (prehistórica, occidental, oriental, precolombina…), la sociedad dominante en un lugar y en un tiempo (Grecia, Roma…), que tendrá un determinado carácter, manifestará en sus obras una forma particular de expresión, su estilo.