Presentación de «Audioeuforia» de Félix Jiménez
Esa línea, que abre Ruidos: Ensayo sobre la economía política de la música del economista Jacques Attali, parece ser la máxima que sigue Félix Jiménez en su libro de ensayos Audioeuforia: Fonografías e interferencias, donde realiza una lectura de los discursos que se hilvanan desde lo sonoro, del mismo modo en que una aguja recorre los surcos de un disco de vinilo leyendo su información acústica. El disco que suena en este libro es una isla que gira sobre el mar caribeño, Puerto Rico.
Audioeuforia será presentado el próximo jueves 29 de mayo a las 7:00 p.m. en la librería La Tertulia en Río Piedras (1002 Aveinda Ponce de León) por el escritor Rafael Acevedo, autor de las novelas Guaya Guaya, Flor de Ciruelo y el Viento y el poemario Elegía Franca.
En Audioeuforia, Jiménez «Se imagina una isla estructurada desde los sonidos que se producen, desde los ruidos que se manufacturan, y no después de ellos». Declara el autor que «Es el albor del ruido el comienzo del reconocimiento identitario, de la diferencia. De esa forma, se le da aire a una ideología sonora y a una identidad acústica, eufórica, imprescindible para el entendimiento de una interioridad isleña».
En sus ensayos Jiménez nos muestra cómo el poder gubernamental intenta por todos los medios regular el ruido, ordenarlo, cifrarlo y darle las coordenadas adecuadas para una representación que se revela falaz y en función a los intereses de otros o a un imaginario incorpóreo y sin existencia más allá de sus propio discurso.
Los gobiernos sucesivos se mantuvieron imaginando a la isla en contra de su exuberante oralidad, y todavía sus ejecutivos gubernamentales y turísticos buscan la forma correcta para presentarla y mercadearla al mundo: o es una isla, o un archipiélago, o un continente, o lo hace mejor. Esperan hacerla un inmenso estudio de imágenes, un «paraíso fílmico», una «Isla de película»… Pero los seres que la habitan la han construido y la han tramitado como lo que es: una ilusión óptica, pero una realidad sónica.
Un buen ejemplo de esa pretensión reguladora o de esa «intencionalidad representativa», como dice el autor, lo muestra con su análisis del anuncio de la Compañía de Turismo de Puerto Rico (2010) donde aparecen turistas y empleados silbando la melodía de la canción Preciosa de Rafael Hernández.
Sobre este comercial declara que el resultado siempre es el mismo: «una fantasmagoría que pretende reinstalar en la imaginación una potente y efectiva servilidad».
…la preciosidad de su articulación…les hace entrañables como máquinas reproductoras de sonido, pero a la misma vez los enmudece. En el límite definicional, el anuncio solo permite que los sujetos que habitan Puerto Rico le demuestren a sus visitantes que Puerto Rico silba mejor…. Todavía muy preocupados porque al turista le guste la tacita de café local y las veredas de El Yunque, a expensas de la mudez de los «nativos» que sirven de delicioso muzak, el gobierno presentaba todas las noches este ejemplo de inmovilidad cultural como invitación a repetir un viaje hacia el sonido, al exceso indescifrable de emoción que convoca.
Pero en Audioeuforia se habla también la «lateralidad cultural» que «se permite un territorio audioeufórico -hecho de y desecho en ruidos- lo libra de divagar por los circuitos que se apropian de la definición del futuro, a la vez que lo distancia de las pulsaciones que rigen otros territorios. Es la multidireccionalidad del juego que se juega con la historia».
En esa movida lateral de seis décadas -que a contracorriente debilitaba e impedía las agendas oficiales cargadas de proyectos visuales, educativos y didácticos que reticulaban y visualizaban futuros- Puerto Rico es poseído por un aparato…un modelo acústico-político que ata y que libera, que avanza felizmente sometido a las movidas de la boca, a las vocales y a la recepción y producción del sonido.
Pero, ¿Cuándo se es más que ruido? se pregunta el autor. Y ¿qué es audioeuforia?: «un contagio autoprescrito, una nación que se conoce y reconoce por su capacidad de genrar(se) sonoridades, y de dialogar(se) sobre su sonido y no sobre su imagen».
Este libro de ensayos es el más reciente de Félix Jiménez, profesor de estudios culturales en la Universidad del Sagrado Corazón, quien además ha publicado Las prácticas de la carne: construcción y representación de las masculinidades puertorriqueñas, La cultura material del deseo: objetos, desplazamientos, subversiones, Vieques y la prensa: el idilio fragmentado y Serenos Semejantes.