¿Qué es una banda?
Los alientos-metales requieren una boquilla que parece una copa sin base. En esa boquilla es que el músico hace la trompetilla con que se inicia el sonido musical. La trompetilla es amplificada dentro del tubo del aerófono para resonar y proyectarse por la campana de manera segura y agradable. A esta familia de instrumentos es que pertenecen las trompetas, cornetines, fliscornos, onóvenos, trompas, melófonos, trombones, eufonios, bombardinos, tubas y sousáfonos.
Los antecedentes más remotos están en los usos militares de las trompetas romanas conocidas como tuba, lituus, buccina y cornu. Con sus toques las legiones romanas infundían terror en sus enemigos, o en los rebeldes de las provinciae, con su sonus terribilis. También usaban estos aerófonos durante sus contiendas gladiatorias juntos al órgano hidráulico denominado hidraulum. Bastante temprano durante ese período que denominamos Edad Media fueron introducidos en Europa chirimías como el mizmar y el zurna, instrumentos semejantes al oboe pero con impresionante volumen sonoro. Después de la invasión mora de España las señales sonoras se daban con trompetas rectas que fueron conocidas como añafiles (del árabe an-nafir o señal de alerta). Los árabes y los pueblos arabizados del norte de África también tenían tambores semejantes a los tímpani actuales. A éstos denominaban ( y aún se refieren e ellos como) naqqarah.
Hay tres clases de bandas. La primera que reseñamos es la tipo militar o que participa en desfiles, aunque también puede tocar en salas de conciertos. Puede amenizar eventos deportivos y celebraciones o conmemoraciones de efemérides. Las bandas militares amenizaron actos oficiales del estado durante el régimen español en Puerto Rico. Usaban pífanos (un tipo de flautín) y cajas militares (redoblantes de uso militar). Es lógico suponer que durante el siglo dieciocho y hasta las primeras décadas del siglo diecinueve las bandas militares empleaban cornetas o cornetti y el serpentón, trompetas hechas con tubos de madera o de marfil, cubiertas de cuero, con orificios a la manera de las flautas dulces. Durante este período una banda podría contar con dos oboístas, dos clarinetistas, dos fagotistas y dos trompas. Sus repertorios consistían de danzas o piezas bailables, arreglos de piezas operísticas y algunas obras compuestas originalmente para bandas.
El segundo tipo es la banda de conciertos. No desfila. Su repertorio puede ser muy amplio para incluir piezas compuestas para este tipo de agrupación o arreglos de piezas originalmente para orquesta sinfónicas como oberturas, arias y danzas tomadas de las óperas, movimientos de sinfonías y suites de concierto o para ballet. Este tipo de agrupación, muchas veces amplio por la diversidad de instrumentos, tiene hondas raíces en nuestros países latinoamericanos y en otros países de la América. Surgieron en Europa con las distintas combinaciones de trompetas, trombones y trompas además de atabales y timbales empleados para tocar al aire libre con motivo de ceremonias de estado, de protocolo o de actividades militares. Pero luego fue adquiriendo paulatinamente características propias, hasta quedar como un conjunto para conciertos como lo conocemos en la actualidad.
Franz Joseph Haydn (1732-1809), W. A. Mozart (1756-1791), Carl Philipp Emanuel Bach (1714-1788) y Luigi Cherubini (1760-1842), entre otros, compusieron obras para este tipo de agrupación musical. Ya para este período es que la influencia turca transformó las bandas europeas con nuevos instrumentos de percusión como los bombos, redoblantes, címbalos o platillos y triángulos, además de los vestuarios o uniformes de colores llamativos o vistosos. Las bandas aumentaron en tamaño hasta llegar a tener setenta músicos. Ese es el caso de la Banda de la Guardia Nacional Francesa que llegó a tener hasta setenta instrumentistas. Empleaban toda clase de aerófonos. El repertorio de esta agrupación fue compuesto por figuras tan destacadas como Étienne N. Méhul (1763- 1817), F. J. Gossec (1734- 1829) y L. Cherubini. La Revolución Francesa propició la fundación de un sinnúmero de bandas porque Napoleón Bonaparte comprendió el potencial de las bandas para inspirar y entusiasmar a los soldados.
Un aerófono de origen francés que persistió en el Caribe fue el figle (en francés ophocléide y oficleide en italiano). Este instrumento parece un fagot ancho de metal con boquilla de trombón. Fue inventado por Jean-Hilaire Asté (1775- 1840) durante el año 1817. Había dos tipos de figle: el alto y el bajo. El bajo fue el más exitoso ya que fue empleado hasta al menos principios del siglo XX. Fue sustituido por la tuba. Existe una muy conocida grabación de c. 1918 de la Orquesta de Félix González (1877-1967), músico de figle. La pieza grabada es el danzón La mora por el prolífico compositor cubano Eliseo Grenet Sánchez (1893- 1950). Otro cubano influyente fue Gonzalo Roig (1890- 1970), un destacado compositor que fungió como director de la Banda Municipal de Música de La Habana.
En nuestro país, Puerto Rico, la tradición de bandas es fuerte y muy cultivada. Tiene gran presencia en el área sur. Fue el mismo Juan Morel Campos (1857- 1896) quien fundó la Banda Municipal de Ponce, importantísima institución musical del País. Sigue impresionante y activa. Hay bandas escolares muy exitosas en los municipios de Juana Díaz, Peñuelas, Guayanilla, Yauco, y Guayama. Los municipios de Villalba, Santa Isabel y Jayuya tuvieron sus bandas durante varios años. El pueblo de Arroyo tiene su Arroyo All-Stars, institución que fluctúa entre banda y big band (u orquesta de jazz). También existe en la actualidad la Banda Municipal de Humacao, dirigida por Edwin Santiago y la Banda de Loíza dirigida por el saxofonista Víctor Pizarro. La Banda Estatal del Instituto de Cultura Puertorriqueña tiene una larga y admirable trayectoria. De igual manera, todas las escuelas Libre de Música del Departamento de Educación tienen programa de banda, así como muchas escuelas elementales y secundarias del país. En esta reseña no podemos dejar fuera la excelente trayectoria de la Banda Sinfónica del Conservatorio de Música de Puerto Rico dirigida por Rafael Enrique Irizarry, así como las bandas de más reciente creación en la Escuela Preparatoria, dirigidas por Carlos Torres.
Son incontables los maestros de banda que desde el siglo XIX enseñaron y dirigieron a niños en bandas y programas de música en los municipios de Puerto Rico. No conocemos los nombres de todos ellos aunque nos encantaría poderlos homenajear. Entre los que iniciaron y mantuvieron viva la tradición de bandas en Puerto Rico se puede mencionar a Domingo Cruz ( alias Cocolía), Rafael Alers, Julio Alvarado, Emilio Alvarado, Eduardo Cuevas, Tomás Clavel, Eustaquio Pujols, Luis Osvaldo Pino Valdivieso, Adrián Benjamín, Germán Peña, Emiliano Arroyo, Marcos Seda, Ramón Collado, Víctor Lebrón, Demetrio Fernández, Celso Torres, maestro Osorio (Carolina), Donald Thompson, Juan Correa Lago, David Franco y Lito Peña.
Otros músicos que contribuyeron y contribuyen a la tradición de bandas en Puerto Rico son Víctor Vázquez Torrens, Harry Rosario, Luis Manuel Álvarez, Agustín Guadalupe López, Ariel Guzmán, Rafael Enrique Irizarry, Rafael Sosa Rivera, Santiago Martínez, César Cortés Reyes, Israel Negrón Mercado, Rubén Colón Tarrats, Francisco Pérez Pérez, Ricardo López, Bartolo Vargas, Nelson M. Corchado González, Edwin Santiago y Carlos Torres Soto.
En otros países de Nuestra América como México, Colombia y Perú, entre otros, hay gran presencia de bandas. Con estos conjuntos de sonido fuerte y grande se interpretan piezas y géneros nacionales, manifestando así la criollización de este tipo de orquesta. En el occidente de México se emplean tambores grandes con cueros tensos que denominan tamboras. Con estos membranófonos hacen ritmos excitantes, complejos e improvisados. Con el auxilio de micrófonos y sistemas de amplificación sonora ponen a sus cantantes a interpretar sus sones, corridos y rancheras y hasta amenizan bailes. Éste es el tercer tipo de bandas: las que son iniciativas populares y no institucionales de municipios, escuelas, agencias del estado ni de universidades u otros centros docentes, sino iniciativas privadas o de individuos. Aunque se encuentran en todo el territorio nacional mexicano, las bandas son las protagonistas de las músicas regionales de los estados mexicanos de Sinaloa y Michoacán.
Un ejemplo de este tipo de proyecto popular en Puerto Rico fue el conjunto conocido como Los Alegres de Hato Tejas, quienes grabaron al menos dos discos de larga duración. Eran escuchados frecuentemente en la radio, particularmente durante los períodos navideños, desde principios de la década de 1960. Tenían instrumentos propios de las bandas aunque era una agrupación pequeña con (lo que parece ser) un sousáfono, redoblante, güiro, bombo, saxofón, clarinete y trompeta. El reconocido y respetado artista plástico Rafael Tufiño (1922- 2008) los plasmó sobre el lienzo durante el año 1980. Los sucesores de éstos ya a principios de la década 2000 se llamaban Los Alegres de Borinquen. Ambas agrupaciones dejaron grabaciones.
Tanto en México como en Colombia son comunes los trombones de pistones. En el Puerto Rico actual este instrumento no es muy común. Hasta, al menos, la década del 1970 se podía apreciar, en la televisión puertorriqueña, el arte del sangermeño Pito Sepúlveda al trombón de pistones. Músicos tan destacados como el tan influyente jazzista sanjuanero Juan Tizol (1900- 1984) y el óptimo compositor aguadillano Rafael Hernández (1891-1965) tocaban trombón de pistones. Por otro lado, el onóveno (charcheta en mi bemol en México) , semejante a un bombardino pequeño, hace décadas que no es favorecido por niños puertorriqueños como selección de instrumento para el estudio. Este aerófono es denominado alto horn en inglés y, efectivamente es el alto de la familia de las tubas. El soprano de esta familia es el fliscorno (flügel horn en inglés). La voz o el registro de barítono se toca con el bombardino (conocido como saxor barítono o saxor en si bemol en México) y con una variante del mismo que denominan eufonio (euphonium en inglés). Los maestros Bartolo Vargas, sangermeño, y Kristhian Hernández, natural de Cidra, son excelentes músicos de eufonio.
John Philip Sousa (1854- 1932), estadounidense, fue un director de bandas y compositor cuya influencia es fuerte hasta nuestros días. Fue él quien le sugirió el diseño de la tuba nombrada sousáfono a J. W. Pepper de Filadelfia. El instrumento fue realizado en 1892. Con este aerófono paulatinamente fue sustituido el helicón, aerófono con registro de bajo. El sousáfono es la tuba para bandas que desfilan y, a diferencia de la tuba de conciertos, tiene la campana hacia el frente y el músico coloca el instrumento alrededor de su torso. Sousa tuvo una muy larga e impresionante carrera. Después de dirigir la Banda de los Infantes de Marina desde 1880, Sousa organizó su propia banda en 1892. Hizo una gira mundial con su nuevo conjunto de 1910- 1911. Sousa compuso marchas, óperas ligeras, canciones y suites orquestales.
Es mucho lo que se puede decir y descubrir sobre las bandas. Hay bandas interesantes en África, América Latina y los Balcanes. En diferentes países se le incorporan otros instrumentos como acordeones, violines, violas, chelos, contrabajos, guitarras amplificadas y bajos eléctricos. Las percusiones se amplían para incluir güiros, tumbadoras, bongoes y timbales. Las bandas en otras partes del Planeta pueden tener repertorios basados en otros criterios estéticos y otros ideales sonoros, los cuales le ofrecen una sonoridad muy particular y propia de sus países. Los instrumentos propios de las bandas se emplean para hacer agrupaciones nuevas y nacionales. Definitivamente la tradición de las bandas es importante para Puerto Rico, los países de la América Latina y España. Aunque tiene características puertorriqueñas es un enlace con el resto de Nuestra América y con el Mundo. Nuestras bandas interpretan danzas puertorriqueñas, valses criollos, pasodobles y danzones. Incluyen plenas, guarachas, seises y aguinaldos, haciendo a las bandas propiamente nacionales. Este tipo de agrupación representa y constituye una de las tradiciones musicales puertorriqueñas más importantes, en las cuales muchos de nuestros músicos tienen sus primeros contactos con la ejecución de un instrumento musical.