La casa del árbol de bambú
Después de varios minutos en busca de alguna señal de algún Homo sapiens, por entre la maleza y la verdura del monte, se oye una voz. En busca del origen de la voz, miro y veo entre el pastizal, sin camisa, en pantalones cortos y descalzo, un Tarzán, pero sin Cheetah y un poco más flaco. Acercándose, el Tarzán se convierte en Jo Scheer, quien junto a su esposa Laura, es el propietario del lugar.
Sentado en el balcón de la parte de atrás de la casa, ahora con camiseta blanca que combina con su cabello, Jo comienza su relato. ¿Cómo surgió Tropical Treehouse?
La vida de Jo y Laura ha sido una de aventuras. Por muchos años vivieron en un bote, viajando y viviendo entre las Islas Vírgenes de los Estados Unidos. Su decisión de sembrar raíces en Rincón se debe a que su familia empezó a crecer, y querían brindarles un hogar más estable y grande donde cupieran todos. Tenían amigos en Puerto Rico y Rincón les pareció perfecto. Nacieron los treehouses…
Las casas de “Tropical Treehouse”, conocidas como “hooch” (parecidos a un bohío), son de madera con toques de bambú y son el atractivo principal de este sitio. La hacienda tiene una gran cantidad de árboles tropicales y varias especies de bambú (como el Guadua bambú, una especie muy dura y utilizada como leña).
Jo ha trabajado con bambú por mucho tiempo, tanto haciendo arte como construyendo viviendas, porque el bambú es un material natural. De hecho, Jo ha encontrado un modelo económico muy viable en su finca de bambú. Sus trabajos como artesano de bambú se venden bien en el pueblo, y la renta de los hooch los mantiene bastante ocupados durante la mayoría del año.
Los hooch son completamente al aire libre y hechos de bambú con pisos de madera. Tienen letrinas en la parte abajo o en una sección aparte, dependiendo el modelo. También tienen una cocina y en la parte más alta, en el último piso, está el cuarto con cama.
“Un hogar debe ser lo más auto sostenible posible,” dice Jo. Aquí se respeta la naturaleza. Los hooch se hicieron todos de materiales naturales, con respeto al ambiente. Se tiene agua de manantial y tienen paneles solares para electricidad. No se pierde nada allí, y aún rodeados de esta naturaleza al aire libre, se tiene acceso a internet.
Su casa y los tres hooch se rentan como alojamiento temporero. Muchos amantes de la naturaleza vienen a visitar y quedarse. “Este es nuestro retiro,” se ríe Jo. “Nos va muy bien con las rentas, hay muchos turistas de los estados que quieren conocer a Puerto Rico y le introducimos a la belleza de la isla dándole una oportunidad de quedarse en una casa de árbol. Cuando empezamos era que queríamos compartir nuestro lugar y hacer un poco de dinero. Al principio eran norteamericanos quienes nos visitaban, después nos descubrieron los locales; los puertorriqueños empezaron a venir. Ahora nos mantenemos ocupados en todas las temporadas del año. Los puertorriqueños [vienen] usualmente en el verano y los norteamericanos durante el invierno. Creo que el ecoturismo tiene un buen futuro y está empezando a crecer aquí [en Puerto Rico]».
Con pies descalzos, Jo camina un trecho de tierra, con partes en ladrillo ornamental. El camino recorre la finca que es iluminada de noche por linternas hechas de bambú que contienen luces que se recargan con energía solar. Alrededor veo jamacas, parecidas a una hamaca pero cubiertas por un mosquitero y con plataforma de bambú, sostenido de los ganchos de un árbol. Llego al “sunset hooch”. Subo al segundo piso, como subir a la azotea de una casa, y me encuentro con una espectacular vista al mar. Se siente uno en la cima del cielo, o de una nube, o de un rascacielos sin ventanas hecho de vegetación.
Es evidente que aquí se practica el ecoturismo, un turismo enfocado en el respeto a la naturaleza y que tiene un impacto mínimo en el ambiente. Según la definición de la Sociedad Internacional de Ecoturismo, ecoturismo es un “viaje responsable a lugares naturales que conservan el ambiente y mejoran el bienestar de la gente local».
«En Puerto Rico, el ecoturismo está creciendo poco a poco, y hay evidencia de que se está creando conciencia sobre su potencial, aunque aún falta mucho por recorrer. Sierra Club en Puerto Rico es una excelente fuente de información para excursiones responsables con el ambiente. Ruta Puerto Rico también es una buena fuente de información, además se enfoca en el turismo comunitario. “…El concepto del treehouse es divino…”, dijo Liz Marie Rivera de Cabo Rojo al visitar la finca. Ella y yo somos testigos de que el que visita “Tropical Treehouse” se queda impresionado, esperando su próxima visita.
Puede conseguir más información visitando la página de Tropical Treehouse. Para ir, además de tener espíritu aventurero, debe llamar al 541-499-3885.