La mirada queer
Lo queer no se posiciona en ninguna rúbrica normativa pre-establecida. La reapropiación de lo queer no es sino una restructuración de la normatividad, una movida que construye y constituye identidades, que responde a la necesidad de ruptura de esquemas.
El cine se presenta entonces como el espacio idílico para la puesta en escena del entramado de lo queer; sus narrativas e imágenes trastocan el tabú e invitan a reafirmar certezas y en ocasiones, a reaccionar. Lo que se desencadena en esta nueva ola del cine queer es lo que Jaime Santiago, director de programación del Puerto Rico Queer Filmfest, sintetiza como una autoreflexión a través de los ojos del realizador, un debate entre héroes y antagonistas forjados por un contexto marginal.
El instaurar un festival de cine que girara en torno a los temas queer no fue un proceso inmediato. Reconociendo la necesidad de un espacio que otorgara una alternativa al cine comercial y que a su vez entretejiera los discursos de minorías, Víctor González, Rebecca Fraticelli y Jaime Santiago forjaron a partir de su educación en cine y producción el Puerto Rico Queer Filmfest, un festival de cine nacional e internacional que trabaja los temas de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual y Trans (LGBT).
La producción del festival comenzó en el año 2009 mediante el diseño de la propuesta, indagando en las dinámicas de otros festivales nacionales e internacionales. Posteriormente se dieron a la tarea de convocar auspiciadores, llamado al cual la Corporación de Cine de Puerto Rico ha respondido por las pasadas dos ediciones. “Es muy cuesta arriba a nivel financiero, puesto que hay que conseguir los derechos de exhibición de las películas”, explicó Santiago. Para su publicidad, se valieron de promociones a través de redes sociales, del apoyo de organizaciones LGBT y de concurrentes, quienes satisfechos con las proyecciones, regaron la voz entre sus pares.
La misión del colectivo también está formada por componentes educativos. Durante el año realizan actividades y proyecciones mediante cine foros, los cuales se exhiben en espacios culturales y universitarios. Estas presentaciones se gestionan mediante alianzas con organizaciones que trabajan con la comunidad LGBT, así como con otras de servicio comunitario.
Una plataforma para el discurso de la diversidad
El lograr apelar a un público diverso resultó ser una sorpresa para los realizadores. Sospechaban que tendrían el apoyo de la comunidad LGBT, pero se cuestionaban si se trasladaría a otros sectores.
En los dos años de realización del festival, la asistencia ha sido una heterogénea. “En Puerto Rico hay una cultura de cine; tenemos festivales especializados casi todos los meses. Sabíamos que era un proyecto necesario. Lo que no sabíamos era que tanta gente iba a responder a ese llamado”, dijo González, quien también es cineasta.
La propuesta del Puerto Rico Queer Filmfest, como menciona González, es utilizar el cine como una trinchera más para la representación de minorías en el quehacer cultural. Lo queer abarca más de lo que se presume. Mediante la exhibición de los cortometrajes y largometrajes se abre un espacio de debate y cuestionamiento propio y del otro, enmarcado en la fragilidad de la diferenciación.
La antesala del cine -y a veces la acera que enmarca la edificación- se ha transformado de forma espontánea de un espacio transitorio, de un no-lugar, a un centro de diálogo. Esto es algo que para González se había perdido, pero se está rescatando. “Después de las presentaciones, la audiencia se queda en los pasillos para discutir. Eso quiere decir que las películas están probando, estimulando, provocando a las personas. Puede ser que te hagan replantearte algo o reevaluarte, como también pueden reafirmar algún prejuicio”.
El ejercicio de visibilidad que propone este festival de cine queer es traer los discursos de la otredad y de lo minoritario a la pantalla grande, fomentar el entrar en conversación con esos discursos y crear una esfera para destacar la diversidad. Mediante la selección de temas diversos en su programación, el festival trabaja con un abanico de identidades y temas que trascienden la sexualidad y la identidad de género. Ambos concuerdan en que a pesar que son un festival especializado, hay un elemento de universalidad en las temáticas. “Una trama como el “bullying” te puede interpelar y no necesariamente tienes que ser gay. Son realidades compartidas; es por esto que tenemos que acudir a ese llamado”.
La tercera edición del Puerto Rico Queer Filmfest será del 10 al 16 de noviembre en el Cine Metro en Santurce.
Promoción del PRQFF 2011 por Carla Cavina.