Piri Thomas, poeta
El legendario escritor Piri Thomas (1928-2011), voz fundacional de la literatura de la diáspora puertorriqueña, falleció el pasado lunes a los 83 años de edad. A raíz del anuncio de su muerte han aparecido tributos, obituarios y encomios, la mayoría de los cuales resaltan la influencia de su primera y más conocida publicación, la novela autobiográfica Down These Mean Streets (1967). Sin duda, Down These Mean Streets es un texto fundamental de la literatura puertorriqueña de la segunda mitad del siglo veinte y es esencial para entender la tradición literaria Nuyorican que ayudó a formar. No obstante, lo que me interesa resaltar aquí es que Piri Thomas fue también poeta y performero y que su poesía oral es el suplemento necesario, la otra cara, si se quiere, del realismo social de Down These Mean Streets.
Thomas siempre compuso poemas, pero su enfoque era no en la publicación sino en el performance en vivo — en una entrevista con la revista InMotion, Thomas describe sus poemas como “wordsongs” (“palabracanciones”). Colaboró con numerosas figuras de la escena de jazz experimental de Nueva York y, en pleno 1968, en medio de la controversia y el clamor que generó el éxito de Down These Mean Streets, Thomas participaba en innovadoras fusiones de poesía y jazz, entre ellas “Blues for the Planet Earth,” un performance con el trombonista de free jazz Roswell Rudd y su Primordial Jazz Orchestra reseñado por el New York Times. Años más tarde, Thomas grabó varios CDs de poesía y performance y en el 2003 apareció el excelente documental Every Child is Born a Poet, cuya banda sonora incluye a Thomas recitando varios poemas con el acompañamiento de legendarios músicos de free jazz, jazz afro-cubano y latino, y salsa, entre ellos el violinista Billy Bang, el percusionista Milton Cardona y los trompetistas Jerry González y Chocolate Armenteros. Su inclusiva sensibilidad musical, que recupera y sintetiza tradiciones afro-americanas, afro-cubanas y afro-puertorriqueñas, sirve como metáfora de su experiencia y trayectoria como escritor negro de madre puertorriqueña y padre cubano que estuvo a la vanguardia de las luchas por los derechos civiles de los afro-americanos y los puertorriqueños durante la decada del sesenta. (Sus fascinantes archivos, en la biblioteca Schomburg en Harlem, revelan la importante labor de Thomas como puente entre el Civil Rights Movement, el Black Arts Movement y el incipiente movimiento Nuyorican.)
La poesía de Thomas es formalmente sencilla, sin los juegos de palabra de un Tato Laviera ni la audacia conceptual de un Pedro Pietri, pero como poética de performance es de una riqueza asombrosa. En su mezcla de economía narrativa e impulso rítmico anticipa a las más recientes generaciones de poetas y performeros dentro de la tradición Nuyorican (Willie Perdomo, por ejemplo). Por otra parte, en su complejo performance de la visibilidad/invisibilidad del cuerpo diaspórico, anticipa el giro dadaísta-surrealista de Pedro Pietri. (En un performance de Every Child is Born a Poet, Thomas recita con una máscara de vejigante puesta y en otra escena hace el papel de sus padres, volviéndose a la vez sujeto y objeto del performance.)
Como destilación de la compleja política de la representación en el performance de Thomas, cito la última línea del prólogo de su crónica carcelaria Seven Long Times (1975): “You don’t want to see me. I’ll make you see me.” Esta línea aparece también como pie forzado en su poesía, y en su performance se vuelve una estrategia para repensar la política desde el cuerpo (poético, diaspórico, afro-puertorriqueño, etc.). La (in) visibilidad dolorosa o abyecta de Down These Mean Streets da lugar en la poesía de Thomas a una poética intersubjetiva del cuerpo social, del humor, del espacio compartido. Todo lo que nos viene a la mente cuando pensamos en el performance de la poesía Nuyorican (el humor liberador, la irreverencia, los múltiples interlocutores, el repensar la identidad personal y social desde el cuerpo y la voz) está ya presente en el performance de Thomas. Podríamos decir que Piri Thomas es no solo el novelista-cronista Nuyorican paradigmático sino el poeta-performero también.
Pero hay algo más. Se suele olvidar que Down These Mean Streets fue libro prohibido: escandalizó a algunos por su candor, a otros por su estoicismo y de seguro a muchos por sus polaroids bio-escriturales del barrio físico y síquico. En la novela, el joven protagonista intenta escapar del estigma del barrio mudándose al suburbio de Babylon, Long Island, pero resulta que esta falsa Babilonia no apreció el gesto; Down These Mean Streets fue prohibido por años en Long Island y en otras partes de los Estados Unidos y su “estatus” legal no fue resuelto definitivamente hasta la década del ochenta. Durante todos esos años, la poesía hecha performance fue ese otro corpus, el cuerpo sin legislar de la obra de Piri Thomas y, así, influyó a varias generaciones de poetas y performeros y mantuvo viva la promesa que anima su arte: “I’ll make you see me.”
Todos los poetas “cool” tanto en la isla como en la diáspora, todos los que nos ufanamos de acercarnos a la poesía como espacio alternativo de gestión comunal y cultural, le debemos una a Piri Thomas. You made us see you. Gracias.