Reafirman política de No-Confrontación
Tras la situación explosiva que vive la UPR, un mensaje se repite por distintas vías de la Internet, de forma no necesariamente coordinada, que clama por hacer todo el esfuerzo posible en lograr un movimiento de protesta vigoroso, creativo, contundente pero, pacífico.
Hoy miércoles continuarán las protestas estudiantiles, actos de desobediencia civil e intervenciones artísticas. Cientos de profesores y empleados, a riesgo de sanciones, han hecho causa común contra la presencia policiaca en el campus de Río Piedras.
Además, los estudiantes del Recinto Universitario de Cayey se unieron a la huelga estudiantil en curso, mientras la APPU anunció que redoblará su militancia.
Las revelaciones difundidas en los últimos días en cuanto a la pobre coordinación del Gobierno para atender las necesidades de la Universidad pública, han sacudido también la conciencia de muchas personas. Todo esto ocurre en el marco de una presencia policiaca desproporcional y de ribetes dictatoriales. Se estima en más de 200 los agentes destacados en la UPR, sin contar los efectivos de SWAT y la Fuerza de Choque.
En este contexto, varios docentes han circulado un manifiesto de la Cátedra de la UNESCO que resume con prístina claridad los principios fundamentales de la Política de No-Confrontación:
«La Política de No confrontación, propuesta por el Rector Juan Fernández en la década de los 90, aprobada por el Senado Académico mediante la Certificación número 49 de 2003-2004 y divulgada a la comunidad universitaria mediante la Carta Circular número 42 del año académico 2004-2005 promueve al menos cinco principios fundamentales:
1. privilegia el debate universitario y la discusión creativa y vigorosa de las ideas;
2. defiende la autonomía universitaria, que, en este contexto, significa el derecho de la Universidad de dirimir sus propios conflictos;
3. llama a la acción a fin de resolver las diferencias de una forma pacífica y creativa;
4. exhorta a mantener el diálogo y la comunicación necesaria que evite las confrontaciones y la intervención externa;
5. rechaza la violencia como forma de resolver los conflictos que surjan en el espacio universitario.«