Como economista yo le digo no a la guerra, no a los conflictos bélicos y no a la violencia que genera más violencia. Debemos buscar opciones que aboguen por la paz, construyendo ambientes de paz.
Como economista yo le digo no a la guerra, no a los conflictos bélicos y no a la violencia que genera más violencia. Debemos buscar opciones que aboguen por la paz, construyendo ambientes de paz.
No podemos basar nuestra competitividad en la flexibilidad laboral, en la precarización del trabajo y en la austeridad fiscal. Debemos volver a la política de industrialización y empresas de innovación, invirtiendo en tecnología y educación, pero sin descuidar lo social.
La crisis económica no tiene que ver con los ciclos de reducción de la actividad económica de la economía capitalista, sino con las estructuras políticas, económicas y sociales y aquí se debe trabajar la solución.
La planificación participativa que propongo es para lograr el futuro deseado, iniciando una gestión con responsables perfectamente definidos, para lograr esa UPR del Siglo XXI.