AURORA
Para que sean orgánicas, las ideas deben nacer del alma, provocar sentimientos “acompostados”, y permitir una mezcla variada y desmenuzada de vivencias.AURORA es el nombre de la muestra de trabajos de Coqui Santiago, la cual se presenta desde el jueves 1ro, hasta el miércoles 13 de diciembre en la Galería Guatíbiri en Río Piedras. La muestra consta de pinturas, dibujos, fotografías y cerámica realizados por la artista durante los pasados años.
Para que nos transforme, el arte debe ser honesto. Como una ofrenda, debe asombrarnos con sus colores y salpicarnos con su alegría. Debe también abrir ventanas, para que podamos asomarnos a jugar libres con el viento.
Para que sean sinceros, los paisajes deben ser risueños y poéticos, han de recorrer sentimientos en pinceladas de vida que afloren en senderos y nos regalen panorámicas de atardeceres y raíces.
Para escribir una biografía en color y forma hace falta transitar rincones en una casa familiar, percibir olores a madera en tardes de mar y apreciar el fondo de música mágico-espiritual de algún domingo.
Las hojas y los ojos han de hermanarse, en este intento, con el pájaro-barco y con la mujer que alcanza la luna. Los sueños deben, además, salir por los poros tras las formas que buscan equilibrio en las nubes de nuestro Yunque.
Para ofrecer humilde reverencia a los cuatro elementos es preciso enfatizar en intensos verdes, atrevidos amarillos y apasionados rojos. Nunca se deben obviar los rosados pálidos, los cremas y esos azules del trópico que nos dejan sin aliento.
Si estas coloridas ideas intentan penetrar el alma y la preñan de belleza, habrá que acatar este dulce capricho sin poner resistencia, pues entre mitos milenarios y espacios desconocidos puede pasar la esperanza danzando disfrazada (ya de agua, ya de fuego) y convertirnos en arlequines.
Sugiero no preocuparnos si en este paseo infantil de timidez insospechada nos sentimos hechizados por una mujer que carga su propia lluvia y danza al compás de un tambor sin tiempo. Ella es la poesía que pasa y que ofrece flores, yerbas, frutas y miel ante el tótem de su tribu.
No pretendan ignorar hoy, les suplico, a las mujeres que revolotean en sus espacios íntimos; aquellas que nacen de caracoles e invitan a la iniciación a los hombres que nacen de los peces. Ya los veremos bailando en sutil cadencia.
Juntos habremos de recorrer diminutos rincones de ternura, gracias a los pequeños detalles que nos hacen cosquillas y nos engrandecen. Recuerden que hemos sido dibujados con lápices de colores y delicadas plumillas para esta fiesta ecléctica de ilusión y búsqueda. Con este ardoroso afán de encuentro y desdoblamiento frente a una realidad que atenta contra nuestra libertad y alegría.
Celebremos pues, con Coqui, esta sonrosada luz que precede inmediatamente a la salida del sol; esta aurora que nos dice con diáfana y valiente mirada que su trabajo artístico es instrumental en la búsqueda de la felicidad. Sus pasos así lo confirman. Estamos invitados a su fiesta.