El “buen amigo” en Guinea Ecuatorial
¿A qué se debe que el pueblo de Guinea Ecuatorial, una colonia de España hasta 1968 en el Golfo de Guinea, sea uno de las más pobres del mundo? Contrasta su inmensa pobreza con las grandes reservas petrolíferas, las más grandes del continente africano, cuyas ventas ascienden a 400,000 barriles diarios. A lo anterior se suma la exportación de casi un millón de metros cúbicos de madera tropical al año, a través de lo cual se generan miles de millones de dólares anuales. La razón del pauperismo de Guinea Ecuatorial no es otra que la dictadura de Teodoro Obiang Nguema, a quien Condoleezza Rice, ex secretaria de Estado de Estados Unidos bajo el gobierno de George W. Bush, catalogó como “buen amigo”, y a quien la administración de Barack Obama confiere un trato internacional de aliado.
Obiang Nguema gobierna desde hace 32 años con el beneplácito de las grandes potencias imperialistas, a cambio de la expoliación de sus riquezas naturales. Llegó al poder luego de ejecutar al anterior presidente Francisco Macías, su tío. Los robos y asesinatos en esos 32 años de dictadura de terror le ha permitido amasar una fortuna que lo convierte en uno de los hombres más ricos del planeta.
Los comicios espurios que intentan justificar su dictadura son una burla a la democracia. Obiang Nguema ganó las pasadas elecciones con el 99.5% de los votos, en unos comicios en los que los 13 partidos autorizados a contender estaban formados por miembros del Gobierno.
Bajo su dictadura, Obiang Nguema no sólo ha saqueado los pagos de las compañías petroleras por la extracción del hidrocarburo, sino que se ha apropiado aproximadamente de la mitad de los terrenos edificables del país. Los opositores al régimen son asesinados o encarcelados, al tiempo que se les despoja de cualquier bien que posean. Se estima que durante el mandato dictatorial de Obiang Nguema, el gobierno ha exterminado a cerca del 10% de la población.
Conforme al último informe de Amnistía Internacional, los detenidos por la Policía y el Ejército son torturados de manera brutal, mediante métodos tales como mutilaciones, rotura de huesos, estupro, descargas eléctricas en los genitales o la clavadura de tenedores en la vagina de las mujeres detenidas.
Pese a sus riquezas naturales y a sus grandes reservas de petróleo, los habitantes de Guinea Ecuatorial no disponen de servicios sanitarios ni educación. Ante cualquier emergencia médica, sus habitantes únicamente cuentan con el Hospital de Malabo, para cuyos servicios sanitarios los pacientes tienen que pagar por adelantado su estadía en el hospital y el tratamiento médico que reciban. Además, llevar todo lo necesario para su estancia y tratamiento; desde jeringuillas o medicamentos, hasta el colchón, las sábanas o la comida.
Teniendo una potencial renta per cápita que sitúa a Guinea Ecuatorial en el escalafón número 38 en el mundo (por encima de Kuwait o Arabia Saudita), la expectativa de vida es de 43.3 años, según Amnistía Internacional, y el 80% de la población vive con menos de $27 al mes. Sin embargo, el clan gobernante posee alrededor del 98% de la renta nacional.
Bajo el gobierno de Obiang Nguema, considerado como uno de los más corruptos del mundo, Guinea Ecuatorial se ha convertido en el centro del narcotráfico de África Occidental.
La aquiescencia de las potencias mundiales a la dictadura de Obian Nguema refleja cuán hipócrita son las políticas internacionales imperialistas primadas por intereses económicos que gobiernan al mundo.