Esclavitud y colonialismo
El 31 de mayo de 1848, en medio de la llamada Revolución Democrática global, Juan Prim, emite el llamado “código negro”. Con el mismo se evidencia el desafío global que confrontaba la institución del proyecto capitalista racial. El sistema de control de la población negra, de la población esclava, estaba amenazado, según Prim, por “la guerra civil” a causa de la esclavitud y la otra amenaza era “una lucha de esterminio (sic) entre las razas”. La primera amenaza se refería a la guerra civil de Estados Unidos que se llevó a cabo a causa del sistema esclavista. Las instituciones que han asegurado el control de los negros, la esclavitud, se ven amenazadas por esta guerra que pone en peligro la establidad de la región. Esto es así porque la esclavitud, como institución, era dominante tanto en el Sur de Estados Unidos como en el Caribe y Brasil. Esto implica que las zonas esclavistas compartian la misma amenaza, la posibilidad de la abolición. Esa posibilidad se fortalecía con la guerra civil de Estados Unidos. Por otro lado la segunda amenaza es mas confusa. Prim se refiere a la “lucha de esterminio (sic) entre las razas”.
La guerra de exterminio de razas podría referirse a la Guerra de Castas que aconteció en la Península del Yucatán donde las poblaciones Mayas se rebelaron contra los blancos de la región y procuraron recuperar sus territorios por medio de la violencia. Esta Guerra de Castas comenzó en el 1847 y para el 1848 estaba en pleno desarrollo. Otra posibilidad es que Prim se refiera a la amenaza haitiana. Luego de la Revolución Haitiana y la abolición de la esclavitud, en 1804, se llevó a cabo un proceso de exterminio de los franceses que quedaban viviendo en Haiti. Este exterminio fue percibido como una amenaza para las poblaciones blancas de la región. Tal vez por ello Prim se refiere a la guerra de “esterminio” (sic) entre las razas.
Una posibilidad o la otra, sea la Guerra Civil de Estados Unidos, la Guerra de Castas en el Yucatán o el exterminio de franceses en Haití, la realidad es que el bando de Prim pone en evidencia el caracter internacional del sistema esclavista y las interconexiones entre diferentes eventos globales. La esclavitud no era entendida como un sistema interno de la colonia sino que se comprendía como parte esencial del proyecto colonial. Para que la colonia fuera viable la esclavitud tenía que prevalecer. Pero ese sistema esclavista descansaba sobre otros supuestos ocultos. En primer lugar el sistema suponía la supremacía blanca. Esto significa que los negros, todos y no solamente los esclavos, tenían que ser controlados pues todos eran una amenaza. Esto es evidente pues Prim comienza estableciendo penas a los delitos que “cometan los individuos de raza africana residentes en la isla, sean libres o esclavos”. Esta primera referencia establece con claridad que no se trata de un sistema de control de los esclavos solamente. Los negros libres también estarían sometidos al control colonial pues ambos, tanto esclavos como libres, son vistos como una amenaza. Este elemento demuestra que no se trataba solamente del control de la esclavitud, por un lado, y que no suponía la amenaza de los esclavos pues se imponía el mismo sistema a todos los negros. Pero, colocando en perspectiva la naturaleza del “privilegio blanco”, el bando no se refiere a las poblaciones blancas. Esto implica que, áun cuando los blancos cometieran los mismos delitos que los negros, tanto libres como esclavos, no recibirían el mismo castigo.
El artículo primero del bando de Prim establece que los delitos cometidos por “individuos de raza africana” serían juzgados por un tribunal militar con jurisdicción exclusiva. Este aspecto deja claro que el esclavo o el libre no es considerado como un ciudadano, como miembro del cuerpo político. Es lo mismo que se hizo durante la Guerra de Irak cuando el gobierno de los Estados Unidos deshumanizó a los detenidos durante la misma, los clasificó como “enemy combatants”, los envió a campos de concentración en Guantánamo y propuso juzgarlos por comisiones militares. La deshumanización del otro supone sacarlo de la jurisdicción de los tribunales que tienen poder para juzgar a los grupos dominantes. Es la misma aplicación racial del poder. Sacar al otro del poder del estado que juzga al blanco y colocarlo en otro espacio donde no se reconozca, o haya posibilidad de reconocer su humanidad. Tanto para Prim, como para Bush, el otro a ser sometido al poder no es persona que deba ser juzgada como ciudadano sino objeto que debe ser controlado.
El artículo segundo del bando de Prim establece que si un “individuo de raza africana”, libre o esclavo, “hiciere armas contra los blancos”, será “pasado por las armas” si es esclavo. Lo primero que debemos notar es que para Prim si el esclavo usa las armas contra el blanco, sin importar si su acto está justificado o no, será ejecutado. Según el bando el uso de armas por parte del esclavo contra el blanco “justificada que sea la agresión” suponía la pena de muerte. Cuando se trate de un negro libre se aplicará la mutilación como castigo. El bando de Prim establece que si el agresor fuere libre “se le cortará la mano derecha”, pero el mismo documento establece que si el blanco fuera herido por el negro entonces se aplicará la pena de muerte, “será pasado por las armas”, afirma el documento. Mientras que el uso de armas es una ofensa que acarrea la pena de muerte el insultar, maltratar o amenazar a un blanco supone cárcel de cinco años para el esclavo y la pena aplicable regularmente si es libre.
El bando de Prim continúa autorizando la aplicación de la pena de muerte al momento si un esclavo se rebela contra su amo y autorizando el uso de la fuerza para castigar a un esclavo con total inmunidad para el amo del esclavo. Por último, se establece un procedimiento sumario, de veinticuatro horas, para procesar a los delitos cometidos por “individuos de raza africana” contra la seguridad pública o las personas o las cosas. Este procedimiento sumario asesgura que el acusado no tenga derechos que sean respetados o que se establezcan procesos que protejan al mismo. Este es el equivalente a una ejecución sumaria, como la de George Floyd, Michael Brown o Breonna Taylor. El bando de Prim pone en evidencia el poder de la supremacía blanca que se construye sobre la exclusión y deshumanización del negro. Pero también pone en evidencia las profundas conexiones entre la supremacía blanca y el colonialismo. La realidad es que la perpetuación del proyecto colonial que se construyó sobre el capitalismo racial fue posible solamente por la consolidación del sistema supremacista que se refleja en documentos como el bando de Prim.