«Resista, allí nos encontraremos»: carta abierta al Presidente de la Universidad de Puerto Rico
Señor Presidente:
Le escribo con disposición universitaria a la evaluación de evidencias y al análisis crítico. Confío en su aptitud y ánimo para ello.
He estado luchando por nuestra educación pública, de primera calidad y accesible, hace ya casi dos décadas. He sido parte de ella como estudiante y como docente. He sido testigo también de cuán inconveniente resulta la Universidad de Puerto Rico a ciertos sectores que solo quieren autómatas en lugar de ciudadanas con criterio propio y creatividad sin límites. Esa es la educación universitaria que necesita Puerto Rico para salir adelante.
La lucha por una educación universitaria pública liberadora que posicione a Puerto Rico hacia una economía solidaria y sostenible se ha librado en infinidad de formas. Muchas personas y organizaciones nos han precedido y nos han legado una certeza básica y modesta: se resiste, resistiendo. Más recientemente, hemos recibido otras lecciones. Una de ellas, resulta particularmente pertinente a su comunicación del 8 de noviembre de 2018: los poderes autoritarios a los que nos enfrentamos, no escuchan razones. No dialogan, no son prudentes y solo les interesa dividirnos hasta hacernos invisibles e inexistentes.
Le hago una invitación genuina a que evalúe la historia reciente. Algunos sectores llevamos casi un año y medio presentando propuestas e intentando defender la educación universitaria pública con los portones abiertos. Sin embargo, nuestros interlocutores no se han movido un ápice en su posición de recortar a la Universidad de Puerto Rico casi el cincuenta porciento de la inversión pública. Se han presentado evidencias ampliamente documentadas del rol fundamental de la universidad pública por el bien del país. Se han expuesto los efectos nefastos que dicho recorte tendrá, en especial, para las ya deprimidas economías locales. Nos hemos reunido, hemos dialogado, hemos sido respetuosos y prudentes. En fin… hemos seguido su receta y mire donde estamos.
Lo invito a ser creativo. Lo exhorto a honrar nuestra lucha. Lo animo a ser universitario cabal y a demostrar con acciones –no con desinformación e intimidación– que está del lado de lxs que luchamos por nuestra universidad pública. Sea un pensador libre y crítico.
Cualquier persona que quiere a este país y a su universidad sabe que los estados financieros auditados de la Universidad de Puerto Rico no están atrasados –y en franco incumplimiento, poniendo en riesgo las becas federales de nuestrxs estudiantes más empobrecidxs– por un paro de un día de labores en Administración Central. Por mucho tiempo, no ha habido paros en esas facilidades y los estados han estado igualmente atrasados. Esas personas que estuvieron allí están luchando por nuestro retiro con beneficios definidos, incluso por el suyo. Esas personas han leído el plan fiscal de la UPR certificado por la Junta de Control Fiscal y han sido actores y testigos de la incapacidad de ese organismo para escuchar razones. ¿Cómo se puede dialogar con quién no escucha? ¿Cómo se puede ser prudente con quien te atropella sin considerar propuestas alternas? ¿Cómo podemos estar unidxs, si unxs luchamos por lo poco que le queda al país y otros se pliegan mansos y cómplices ante las órdenes de una junta no democrática? Piénselo bien.
Yo le hago un llamado a las acciones creativas y libres. Yo le hago una invitación a la defensa de uno de los pocos proyectos públicos que le queda a Puerto Rico. Yo lo exhorto a hacer la diferencia como universitario comprometido con la justicia y las razones. Ahí nos encontraremos, ahí dialogaremos, ahí podremos hacer frente común.
Lissette Rolón Collazo
Catedrática, Universidad de Puerto Rico-RUM
[Esta carta fue redactada el 12 de noviembre de 2018 y es la primicia de un proyecto epistolar titulado Urgente: cartas cuir.]