Capital, mujeres y resistencia: Luisa Capetillo como modelo
Mi acercamiento al pensamiento de Luisa Capetillo viene del interés por varios elementos que se conjugan en la figura de Luisa. Me intereso por tres elementos fundamentales presentes en el pensamiento de Luisa Capetillo. Primero que todo, me parece importante ver cómo se manifiesta en parte de la obra de Capetillo el desarrollo de la expansión capitalista manifestada en lo cotidiano. importante ver cómo la obra de Capetillo refleja un análisis de un proceso de subsunción formal del trabajo en el capital y; tercero, me interesa reflexionar sobre cómo Capetillo ve las mujeres y su resistencia como parte de un sistema económico que se constituye como masculino, usando las instituciones como ejercicio de subordinación y expansión de su campo de explotación de clase. Finalmente, me interesa ver cómo todo esto también manifiesta las concepciones de bio-poder Foucaniano desarrollados por la modernidad burguesa como ejercicio de control y dominación de unas formas de poder.
La lectura de la obra de Luisa Capetillo trasciende la imagen icónica pero también algo trillada de la mujer vestida como ropa tipificada como masculina que continuamente vemos representada. Si bien es una imagen altamente poderosa para una mujer a principios del siglo XX, no es menos cierto que la utilización constante e indiscriminada de la misma en tiempos recientes, la constituyen como no amenazante ni peligrosa para nuestras generaciones. Todo lo opuesto a lo que representó el momento que se toma la foto.
La lectura de Capetillo por el contrario, evoca elementos similares a los que plantea El Manifiesto del Partido Comunista de Marx y Engels. Los textos de Capetillo reflejan la manifestación cotidiana de la resistencia en contra de las bases de la explotación del sistema capitalista. Trascienden su coyuntura en tanto y en cuanto reflejan elementos que siempre están ligados a un proceso de lucha política y social. El Manifiesto… de Marx y Engels no es el texto de mayor profundidad y sofisticación en la historia de la teoría social pero sigue siendo de importancia medular para aquellos/as que entendemos que un mejor mundo es posible y necesario.
De la misma manera los textos de Capetillo adquieren validez y profundidad teórica a través de la acción política a la que está haciendo un llamado constante. No existe obra de Capetillo en la que su interés no sea el convencimiento a sectores subalternos de la posibilidad y necesidad de un mejor mundo. “Al publicar estas opiniones sin pretender… elogios…ni aplausos…El único móvil .. es decir la verdad[1]”. Dice Luisa haciendo un llamado a los pobres que se enfoquen en la lucha. El foco no es ella. El foco es el proceso de explotación al que el sistema capitalista somete a la humanidad.
En su interés siempre organizativo y de lucha, como el manifiesto marxista, señala al otro explotador y sus estrategias. “La idea de la ‘Fraternidad Benéfica’ era utópica para muchos…¿para quin?… los que vivían y viven del pueblo trabajador… y aun así se llaman patriotas.. ¿Qué concepto de patria tendrán? Un concepto egoísta que comienza y termina con ellos. Ellos lo son todo”. También nos señala hacia la meta inequívoca de su acción política y profundamente anticapitalista. . “Socialista soy porque aspiro a que todos los adelantos, descubrimientos e invenciones establecidas pertenezcan a todos sin privilegios”.
El en Capitulo 6 inédito del Capital, Marx habla de los procesos de subsunción formal y real de trabajo al capital[2]. La subsunción formal es cuando “el capital se apoya sobre procesos de trabajo preexistentes a él, modificando su forma pero no su contenido.. el campesino se transforma en jornalero que trabaja para un agricultor, el otrora esclavista contrata como empleados a quienes eran sus esclavos… el maestro se trasforma en poseedor de capital”. En todas estas situaciones se presenta una modificación formal del proceso de producción. Sin embargo, no se cambia el sentido técnico material de la manera de producir mercancía y por tanto plusvalor. Por otro lado la subsunción real de trabajo al capital se desarrolla cuando “Las fuerzas productivas del trabajo directamente social, socializado, a merced de la cooperación, a la división del trabajo y en general, a la transformación del proceso productivo en aplicación consciente de las ciencias naturales y de la tecnología… todo ello se presenta como fuerza productiva del capital… La mistificación implícita de la relación capitalista se desarrolla ahora mucho más (Marx, Cap 6 inedito)”. Es decir, hablamos de la relación de modo de producción capitalista como relación social y no solo como manera de producir bienes y plusvalor.
Luisa nos dice “Hoy todo está en poder del capital… Los capitalistas no ceden sus derechos ni privilegios. La miseria es despiadada y esta no sale del hogar obrero”. Bastante adelantada a su tiempo, nos señala la explotación capitalista como elemento que trasciende la producción en la fábrica. El capitalismo es visto por ella como elemento social que se expande en la sociedad. Lo ve como trabajo supeditado al modo de producción capitalista que no permite salida de la miseria. De ahí que la propiedad privada no puede ser respetada, “esta está hecha por la explotación”.
También adelantada a su tiempo y a nuevas conceptualizaciones sobre el proceso de expansión capitalista, vemos en Luisa un análisis de un capitalismo masculinizado. Un sistema económico que se apropia de las relaciones de género patriarcales y las convierte en parte del proceso de acumulación capitalista. Este proceso se da a través de la cooptación de las instituciones pre-capitalistas que se subsumen en el proceso de control y dominación del estado burgués. Nos dice Luisa con respecto a las instituciones y las mujeres: “En esta sociedad estúpida, la mujer que se une a un hombre por las leyes de las instituciones, está a vivir, a gustarle y a querer a su marido… la mujer se abstiene de su libertad… se resigna a vivir en contra de sus deseos.”
Este planteamiento de Capetillo apunta hacia un desapego por el gobierno estado que nos hace recordar el bio-poder de Foucault. Las instituciones de la modernidad productiva burguesa trascienden el espacio público. Se controla también el espacio llamado privado del cuerpo, de manera que se asegure la productividad de los cuerpos. En el sistema capitalista masculinizado, las mujeres están en posición de desventaja paradigmática. El control de la maternidad y el cuerpo femenino, desde distintos dispositivos de poder inciden en el mantenimiento del ejercicio de control productivo de las mujeres como integrales en la producción burguesa de la modernidad.
“La mujer madre es la primera que educa, dirige al futuro monarca, como al ministro, al presidente… si estuviese convenientemente ilustrada, emancipada de formalismos rutinarios, la política de los pueblos sería distinta”. Luego de esto es importante terminar con el llamado de Capetillo a las mujeres: “Nosotras tenemos que hacer variar el sistema, tenemos que hacer variar esas costumbres”.
La recuperación de Capetillo como “modelo” estriba en la recuperación de su cotidianidad. Lo cotidiano siempre es diverso, complicado dinámico. Ese dinamismo trasciende su época. Incluso la trasciende a ella. Al trascenderla la recuperamos.
____________
[1] Las citas directas de Capetillo provienen del libro Capetillo, Luisa., Ramos Julio (Editor) Amor y Anarquía. Ediciones Huracán. San Juan. 1992
[2] Marx, K. El Capital, Libro 1, Capítulo 6 (inédito): Resultados del proceso inmediato de producción. Siglo XXI Editores, Madrid. 1971