Facultad de Ciencias Sociales en DESMANTELAMIENTO
Poca duda debe existir que la Facultad de Ciencias Sociales es uno de los componentes académicos claves a desarticular en el siniestro esquema y proceso de reorganización de la UPR, puesto en marcha por esta administración universitaria y gubernamental. A pesar del énfasis en el pensamiento crítico promulgado por el ejercicio del avalúo, esta administración de gobierno en general y universitario en particular, no tiene un ápice de tolerancia para el pensamiento crítico. En la coyuntura crucial por la que atraviesa el Recinto de Río Piedras se están tomando medidas que poco a poco resultan en el desmantelamiento estratégico de la Facultad de Ciencias Sociales.
El Decanato de Sociales fue mudado recientemente por segunda ocasión en menos de tres meses y cada vez más lejos de la facultad, sus estudiantes y empleados. Primero al cuarto piso de Sociales Graduados, edificio Carmen Rivera Alvarado (CRA) y ahora a Plaza Universitaria, a la antigua sede de Cooperativismo (Programa que ya fue desmantelado y hay señales que apuntan a que al Instituto de Relaciones del Trabajo, mediante desgaste, lo llevan por ruta similar).
Además del Decanato, pronto se estarán reubicando más de 100 secciones de cursos que se imparten en el CRA y aún no se sabe a que lugares ni cuando ocurrirá tal desplazamiento. Las razones para las mudanzas, en principio, son “válidas”: reparaciones de aires y tratamiento para secciones enfermas de los edificios. Sin embargo, el conocimiento sobre los edificios enfermos de la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) no es nuevo. La presencia de asbestos, fibra de vidrio y hongos, para mencionar solo varios de los más importantes, es conocida desde hace muchos años. Lo que llama la atención es la forma y el momento en que ocurren estos procesos. A juzgar por experiencias anteriores, el tiempo que tomarán las reparaciones y trabajos de saneamiento de los edificios puede, en el límite, extenderse indefinidamente. Solo basta recordar los trabajos de remoción de asbestos y remodelación del cuarto piso del edificio Ramón Emeterio Betances (REB) los cuales tomaron la misma cantidad de tiempo –cuatro años- que tomó construir el nuevo edificio de Ciencias Naturales.
Al desmembramiento de la FCS se suma el rechazo de la rectora al informe del Comité de Consulta para nombramiento de Decano o Decana, por lo que la posición continuará en interinato con el Dr. Jorge Duany hasta finales de semestre. Mientras, reina la incertidumbre respecto al futuro de la Facultad. Al déficit democrático que impera, se suma la escasez de recursos de apoyo a la docencia e investigación. Cabe recordar que a Ciencias Sociales hace varios años la despojaron de su sala de referencia/biblioteca y que los equipos y servicios básicos para la docencia escasean. En lo que a la paga de compensaciones del personal docente se refiere, esta administración parece haber iniciado la tendencia a pagar tardíamente. Algunos docentes aún no cobran las compensaciones del semestre pasado. Todos y todas los que allí trabajan conocen de lo que trata el aumento en la explotación extrema: más largas e intensas jornadas de trabajo por menos paga y beneficios y en condiciones cada vez más adversas.
Para completar el cuadro, el Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales enfrenta el desafío del poderoso decano de la Facultad de Administración de Empresas, Dr. Paul Latortue, quien, caprichosamente, insiste en una nueva propuesta para sacar de la pausa a la concentración de Economía del Departamento de Finanzas de la FAE. Caprichosamente porque la Facultad de Ciencias Sociales cuenta con un Departamento de Economía con bachillerato con diversas áreas de énfasis para el BA, entre las que se encuentran la de los sectores público y privado (empresas) y, además, posee la única maestría en Economía en todo Puerto Rico con más de medio siglo de servicio. Según los datos de la Oficina de Planificación Académica de la UPR-RP, para el año académico 2009-2010 el Departamento de Economía de FCS tenía 190 estudiantes en el BA y 68 en la MA. El Departamento de Finanzas de la FAE (en pausa) -con una matrícula de alrededor de 37 en BA y 0 en la maestría en economía gerencial- representa una duplicidad de ofrecimientos académicos para nada sostenible, menos aún en época de crisis fiscal.
La duplicidad es la razón principal para colocar en pausa y eliminar gradualmente una concentración académica y la FAE se propone crear una instancia de ella con anuencia de la alta administración universitaria. El Comité de Asuntos Académicos del Senado de la UPR-RP aprobó el 2 de febrero la “nueva” propuesta de concentración en Economía en el Departamento de Finanzas de la FAE y sin mediar consulta con el Departamento de Economía de la FCS. Con esta propuesta, que tiene apariencia de estar basada en la diferenciación artificial y la piratería de cursos, el decano de la FAE y subalternos vuelven a la carga pidiendo aprobación para una Concentración en Economía que solo requiere de 24 créditos en la disciplina. Mientras, los estudiantes de la Concentración de Economía de la FCS necesitan aprobar 48 créditos en la disciplina. ¿Competencia desleal además de duplicidad?
El esfuerzo de la FAE por sacar de la pausa a su Concentración en Economía, además de una afrenta intelectual, re-plantea el problema de la duplicidad y el objetivo último de silenciar las voces de las y los profesores de economía de las Ciencias Sociales que cuestionan el proceso de reestructuración neoliberal, salvaje y deshumanizante por el que atraviesa la economía de Puerto Rico. Al colocar fuera de la pausa la Concentración de Economía del Departamento de Finanzas de la FAE, su decano y quienes le apoyan, pondrían una pica en Flandes, iniciando la dinámica conducente a arrebatarle la disciplina de la economía a la Facultad de Ciencias Sociales. Transformada en una concentración de economía para los negocios y no para la sociedad, esta disciplina académica perdería la esencia de su existencia y propósito de ser: la de contribuir al mejor entendimiento de los procesos económicos y aportar al desarrollo justo y sostenible de nuestra sociedad.
APPU-Río Piedras. 7 de febrero de 2012